Primeras impresiones de 'El caballero oscuro: La leyenda renace'

Resulta difícil imaginar que una película de superhéroes vuelva a generar tantas toneladas de expectación entre sectores de público que van desde el hard fan de los cómics hasta el cinéfilo sibarita como sucede con El caballero oscuro: La leyenda renace. Pero es que la experiencia de Batman Begins y, sobre todo, El caballero oscuro la preceden. Como ya vimos en las primeras críticas de la prensa internacional, el de las dos películas anteriores es un peso determinante sobre las espaldas de Christopher Nolan, probablemente el director de blockbusters que más haya influido (otra cosa es si para bien o para mal) sobre el cine de gran presupuesto actual. Él lo sabe y es algo que en su despedida de la saga de Batman se nota. Pero empecemos a meternos en harina con unas impresiones preliminares de la película que, lo prometemos, van libres de SPOILERS.

1.— CIERRE DE TRILOGÍA. Nolan (y, por extensión, Christian Bale) lo ha dejado bien claro: este es su adiós a Batman. La película lo ratifica, funcionando como cierre de la trilogía que cambió la cara cinematográfica del justiciero murciélago. Incluye decisivas referencias tanto a Batman Begins como a El caballero oscuro, por lo que aprovechar para repasarlas antes de ir al cine no está nada de más y ayuda a entender la etapa Nolan/Bale de la franquicia como un conjunto primorosamente cohesionado.

2.— ALTA TENSIÓN. La banda sonora retumbona y omnipresente de Hans Zimmer y su nuevo coro no dan respiro. Contribuyen a que no abandones un estado de tensión en ningún momento, desde el minuto uno hasta el final de la película te mantienen en vilo durante un metraje que se nota largo pero todo el rato lleno de sustancia, aunque a veces sean excesivas sobreexplicaciones en boca de los personajes. Eso sí, no llega a ser esa fantástica sensación de descontrol y de que cualquier cosa podía pasar que proporcionaba el Joker. Por cierto, si quieres saber si se echa en falta al personaje (sobre todo, lo que hacía con él Heath Ledger), la inevitable respuesta es que sí.

3.— CLARIDAD PARA EL CABALLERO OSCURO. Frente a la preponderancia de escenas nocturnas, neblinosas y, al fin y al cabo, oscuras de las dos películas anteriores (y del retrato cinematográfico de Gotham en general), esta vez nos encontramos con una gran mayoría de secuencias diurnas. Gracias a ello, es posible que esa gran urbe que pretende simbolizar Gotham sea más palpable y reconocible que nunca. La otra consecuencia destacable es un mayor esfuerzo en la integración de los efectos digitales en contextos abiertamente luminosos, lograda con gran éxito.

4.— LA DIETA YO-YÓ DE BALE FUNCIONA. Ya lo decíamos nosotros. Después de perder peso para The Fighter, el actor ha vuelto a recuperar su musculatura de caballero oscuro con gran rapidez. Aunque, eso sí, esta vez cuando le vemos como Bruce Wayne, sin armadura, se le nota más delgado que en las partes anteriores. Antes de que nos acuses de superficiales, lo cierto es que es el principal cambio en su Batman: tiene tan cogido al personaje que su interpretación y característica voz cazallera podrían situarse en cualquier película de la saga. Homogeneidad que también consiguen Morgan Freeman y Michael Cane, por cierto, aunque el último tiene su mayor momento de lucidez interpretativa en esta entrega.

5.— JOSEPH GORDON-LEVITT ERA EL TAPADO. Si pensabas que Nolan había metido al actor en la peli más por colegueo después de Origen que por otra cosa, estás muy equivocado. El papel de Gordon-Levitt como el policía John Blake es uno de los más relevantes del filme, tanto por sus acciones como por el tiempo en pantalla que se le dedica y la empatía que consigue con el público. Es, de largo, la gran revelación de la película y te aseguramos que él como intérprete (y percha: ¡vaya estilazo!) está a la altura.

6.— HATHAWAY TRIUNFA COMO CATWOMAN... Y COMO MUJER. A ver cómo explicamos esta. Si le echas un vistazo a la filmografía de Nolan verás que los personajes femeninos no es que sean precisamente su fuerte. Por muy competentes que sean las actrices con las que trabaje (y vaya si lo han sido: Hilary Swank, Rebecca Hall, Scarlett Johansson, Maggie Gyllenhaal, Marion Cotillard...), las mujeres en su universo fílmico suelen quedar de lo más desaprovechadas (por no hablar de la bicéfala Rachel Dawes de la saga Batman). Hasta ahora. Porque Catwoman (perdón, Selina Kyle) puede ser el mejor personaje femenino del universo Nolan. Con entidad, fuerza, magnetismo y personalidad propia. Su aproximación al personaje es genuina y compleja; no tiene nada que ver con Michelle Pfeiffer (ni Halle Berry, por supuesto).

7.— VEHÍCULOS DE ALTURA. La acción en El caballero oscuro: La leyenda renace tiene lugar bajo tierra o en el cielo (el prólogo con Bane en el avión se confirma como una de las mejores secuencias de toda la trilogía). Y en las alturas la gran estrella es el nuevo Batwing volador, impresionante, muy versátil y, por cierto, con los mismos ruidos que un Transformer. Tiene tanto protagonismo que Batman hasta se olvida del Tumbler y deja que sea Catwoman la que más interés ponga en conducir la BatPod.

8.— DÉJAME VERTE LOS PUÑOS. En parte gracias a la rotundidad física de Tom Hardy como Bane, las peleas cuerpo a cuerpo son más limpias que nunca en la saga. Esta vez Nolan delinea mucho mejor sus coreografías y deja de lado el montaje del caos que tan abruptos hacían los ataques de Batman en las películas anteriores.

9.— CONFUSO MENSAJE SOBRE LA REVOLUCIÓN SOCIAL. No termina de quedar muy claro si Batman apoyaría al movimiento Occupy Wall Street o si los del 15-M le caerían mal. En realidad, es buena señal que una película de superhéroes se permita el lujo de resultar ambigua, pero la visión que transmite Nolan de la revolución social puede ser muy fácilmente tildada de reaccionaria. Aunque dentro de la narración tebeística ese mensaje retrógrado tenga sus razones, es peligroso extenderla al mundo real actual. Cuidado con eso.

El caballero oscuro: La leyenda renace se estrena el 20 de julio.

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