Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar

Nuestra hazaña continúa. Seguimos encontrando razones para desacreditar a las nominadas al Oscar a la mejor película. Le toca el turno a ‘Selma’.
Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar
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Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar

Sólo puede quedar una. O ninguna. En CINEMANÍA continuamos sacándole punta a las ocho nominadas al Oscar a la mejor película. La Academia ya ha votado y no nos hará caso, pero nosotros seguimos empeñados en darles razones por las que estos filmes no deberían llevarse la preciada estatuilla el próximo domingo 22 de febrero. Wes Anderson y su cuento pastel con pasteles no se la merece, tampoco La teoría del todo y su desprecio a Jane Hawking; ni siquiera la épica mínima de Richard Linklater en Boyhood se ha salvado de nuestra cruzada. Ahora le toca el turno a Selma, la película con menos nominaciones de esta categoría: sólo dos, la de mejor película, obviamente, y la de mejor canción original. Ese dato ya nos da bastantes pistas.

‘Discursitis’ aguda

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Cuando la directora Ava DuVernay recibió el proyecto de Selma, el guión estaba enfocado en el presidente Lyndon B. Johnson. Ella le dio la vuelta y decidió que el importante era Martin Luther King, de quien no se había hecho un biopic digno en años. Así que DuVernay reescribió (aunque no pueda tener créditos) y, cito sus palabras, “deconstruyó” a King para mostrar que él era muchos más que “un discurso y una estatua”. Ejem. Decirlo es una cosa y hacerlo otra. Aunque ésa era su intención, al final la película avanza y se sustenta sobre los discursos del Reverendo King. David Oyelowo de pie, delante de la multitud, parafraseando las palabras de motivación son las escenas más poderosas del filme. Son también las más repetitivas y largas. Para escuchar las palabras de MLK, ya está YouTube. Y para más inri, ni siquiera son los discursos originales, ya que Spielberg y Dreamworks compraron los derechos de sus palabras y su vida a la familia King para un biopic que no acaba de ver la luz.

Falta de rigor histórico

Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar

Vale, vale. Una película de ficción está para entretener, no para educar o dar lecciones, estamos de acuerdo. Y Selma no es un documental. Seguimos de acuerdo. Pero sí se ha presentado como un episodio histórico, como un filme para hacer justicia cinéfila a una persona, Martin Luther King, y a lo que consiguió con la marcha entre Selma y Montgomery. “Ava DuVernay está dirigiendo historia”. “Ava DuVernay hace historia”. Son los titulares que se han repetido en la prensa norteamericana. La directora sí tenía una intención clara de contar estos hechos para que las nuevas generaciones los conocieran. Y precisamente para esas nuevas generaciones y en este momento en el que EE UU se encuentra luchando otra vez por la discriminación hacia los afroamericanos, habría que mantener cierto rigor histórico y no esconderse tras la excusa de la ficción y el entretenimiento.

Las primeras críticas a Selma le vinieron de Joseph A. Califano Jr., asistente de interior del Johnson, quien asegura que el papel del presidente en la aprobación de la Ley del derecho de voto fue mucho mayor que como lo retrata el filme. Después, el hijo del entonces Gobernador de Alabama salió en defensa del perfil de violento sin escrúpulos con el que Tim Roth le interpreta.

DuVernay acabó defendiéndose de todas estas críticas llamando a los espectadores a que cada uno investigue la Historia por su cuenta. “No toméis mi palabra o la de los representantes de LBJ. Dejar que venga a vosotros”, tuiteó.

Coretta Scott King merecía más

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“A veces me hacen parecer como un accesorio de una aspiradora: la mujer de Martin, la viuda de Martin, de todo eso estoy orgullosa. Pero nunca fui sólo una mujer, ni una viuda. Siempre fui más que una etiqueta”, le dijo Coretta Scott King a su biógrafa, Barbara Reynolds. Coretta (interpretada por Carmen Ejogo) fue una luchadora por los derechos civiles antes incluso de conocer a Martin Luther King. Y mucho después de su asesinato. “Yo no estaba casada con Martin, sino con el movimiento”, dijo siempre. Ella consiguió que se conmemorara el recuerdo de su marido y su labor con un día festivo nacional (el tercer lunes de enero), fue tertuliana de CNN y columnista de New York Times. Sin embargo, DuVernay deja su papel prácticamente reducido a las escenas de esposa, de esposa celosa de unas supuestas infidelidades del Reverendo que Coretta siempre negó en público. Pero, claro, en una película ‘made in Hollywood’ siempre hay espacio por un poco de drama romántico.

Martin no estaba solo

Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar

Martin Luther King era la cabeza visible. El líder, el que tenía el don de la palabra y movía mareas de gente. Pero a su alrededor había todo un séquito de luchadores (entre los que se incluía Coretta) que le ayudaban a tomar sus decisiones. DuVernay quería que todos ellos estuvieran en el filme, mostrar a la gente que formó parte de aquel movimiento, no sólo a Martin Luther King, pero al final lo que hace es elegir un cásting de caras conocidas (desde Oprah Winfrey a Wendell Pierce o Common), presentarlos brevemente, ponernos la miel en los labios, para luego relegarlos a escenas en las que King siempre acaba tomando la palabra o a otras que son sólo anecdóticas, como cenas. Acabar con fotografías reales resumiendo sus vidas, no es suficiente.

No al Oscar de consolación

Por qué 'Selma' no debería ganar el Oscar

Ni limpia-conciencias de una Academia de mayoría masculina, blanca y mayor. No, señores académicos, no, porque le den el gran premio de la noche a Selma, no van a quedar mejor ante la mirada del mundo. El ejemplo 12 años de esclavitud es demasiado cercano. Entonces, al menos, sus actores estaban nominados (y hasta Lupita Nyong’o ganó), y el guión y el director. Pero el caso de Selma es mucho más escandaloso. Sólo dos nominaciones: película y canción original. ¿Y le van a dar el de mejor película como consolación? ¿Para quedar bien? ¿Para enmendar que ésta sea la primera edición desde 1998 sin nominados afroamericanos (como ya preveíamos aquí)? Si hasta la Presidenta pidió más diversidad. Lo sentimos, pero han perdido una oportunidad de demostrar que algo estaba cambiando en la anquilosada Academia, no intenten agarrarse a la solución fácil. Too late!

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