Por qué 'Marte' no debería ganar el Oscar

Llega con pocas posibilidades, pero que eso no os haga sentir pena por este astronauta abandonado... ¡No se merece el Oscar!
Por qué 'Marte' no debería ganar el Oscar
Por qué 'Marte' no debería ganar el Oscar
Por qué 'Marte' no debería ganar el Oscar

A tan sólo unas horas de que empiece la gala de los Oscar, cerramos nuestra serie de artículos atacando la línea de flotación de cada nominada en la categoría de Mejor Película –Spotlight, Brooklyn, El puente de los espías, El renacido, Mad Max: Furia en la carretera, La gran apuesta y La habitación ya recibieron lo suyo– enumerando algunos de los argumentos por los que Marte no debería llevarse la estatuilla. La aventura del Robinson Crusoe dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Matt Damon llega con pocas posibilidades, todo sea dicho, pero que ni siquiera eso os haga sentir pena por este astronauta abandonado: ¡no se merece un Oscar!

Interstellar y Gravity eran mejores

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Hace no mucho tiempo, en esta misma galaxia, los académicos nominaron a Interstellar sólo en categorías técnicas y a Gravity le dieron la limosna del Oscar al mejor director, pero el premio gordo fue para 12 años de esclavitud. Si aquellas odiseas espaciales se quedaron fuera del palmarés, ¿con qué cara pueden darle a esta comedia ligera ci-fi para fans de El hormiguero el calvo dorado? Los científicos consultados por CINEMANÍA ya le reconocieron su fidelidad científica, que se conforme con esa medalla honorífica. Si no lo consigue tampoco Mad Max: Furia en la carretera, seguirá sin haber una ganadora adscrita al género más ninguneado por la Academia –ni la primera Star Wars ni E.T. ni La naranja mecánica lograron romper ese prejuicio–, pero es mejor esperar a que llegue una obra grande de la ciencia-ficción.

¿Dónde está Ridley Scott?

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Puedo atestiguar que se encontraba en el rodaje porque visité el espectacular e inmenso set marciano construido en los Korda Studios de Budapest. Sin embargo, examinando detenidamente Marte no hay ni rastro de autoría de Ridley Scott, el hombre que un día pergeñó dos clásicos inmortales y tremendamente influyentes del género: Alien y Blade Runner. Heredado de Drew Goddard, que había escrito la adaptación del relato de Andy Weir, el proyecto cayó en sus manos ya avanzado cuando este lo abandonó en favor de la película sobre los villanos de Spider-Man, Sinister Six, que finalmente no se ha materializado. Vamos, que prácticamente todo, bueno o malo, de Marte estaba ahí cuando llegó. Nominado por Thelma y Louise, Black Hawk derribado y Gladiator, ¿de verdad queréis que se lleve el Oscar por la menos suya de todas sus películes recientes?

Un coro desafinado

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Para ser una película sobre un naufrago solitario, ¿no hay demasiada gente en Marte? En el planeta está Matt Damon solo con sus patatas y sus heces, pero al otro lado de la línea en Houston o en la órbita de su planeta se amontonan las caras conocidas: Jessica Chastain, Kate Mara, Sean Bean, Chiwetel Ejiofor, Michael Peña, Kristen Wiig, Donald Glover, Jeff Daniels, Sebastian Stan, Aksel Hennie… No, no es la lista de presentadores de esta noche para los Oscar, son todos los actores que se pelean por encajar alguna frase en una película de 141 minutos sobre un tío que tiene de por sí un prolijo discurso interior. No extraña por lo tanto que manejando tantos egos en un mismo vestuario, casi ninguno de estos grandes nombres consiga una interpretación que afine con la de sus compañeros.

¡Un poco de seriedad!

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Muy discutida su nominación en la categoría de comedia o musical en los Globos de Oro, Marte ha querido diferenciarse de otras películas de ciencia-ficción sustituyendo solemnidad por humor e ironía. La apuesta es interesante y en manos de Joss Whedon o del propio Goddard podría haber dado resultado. Lamentablemente, Ridley Scott no ha demostrado todavía unas grandes dotes para la comedia. O al menos no para la comedia intencionada; había algunos momentos de Prometheus que provocaban carcajadas y, ey, ¡además era de ciencia-ficción! Teniendo una misión tan importante como salvar al astronauta Damon, y siendo conscientes de sus limitaciones para hacer reír, no habría estado mal que se hubiera tomado un poco más en serio esta operación. Aunque hubiera perdido una nominación a los Globos de Oro por el camino.

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