Por qué debes ver 'Disobedience' si te gustó 'Unorthodox'

El relato desgarrador del papel de la mujer en las comunidades ultraortodoxas judías ha hecho que Unorthodox se haya convertido durante semanas en la miniserie del momento de Netflix. No es la primera vez que el mundo del cine y las series ha ofrecido un lugar a esta temática, que nos espeluzna al informarnos sobre una realidad existente e ignota entre la sociedad. Series como Shtisel o El despertar de Motti Wolkenbruch, o documentales como One of Us, lo han expuesto en estos últimos años.

Sin embargo, el lanzamiento de la película Disobedience (2017) abanderaba una visión más profunda sobre este hecho que, por desgracia, pasó bastante inadvertida para el público, a pesar de su temática LGTBI. Un filme que estos días también puedes ver en la plataforma.

Rachel Weisz y Rachel McAdams rompían las cadenas invisibles que la religión imponía al amor lésbico de sus personajes en el título de Sebastián Lelio, realizador reconocido por películas reivindicativas como la oscarizada Una mujer fantástica. Disobedience supone una perspectiva reflexiva sobre el repudio de esta comunidad ante las conductas que juzgan inmorales, la libertad y la búsqueda de una nueva vida. Así mismo, la narración conformaba un triángulo amoroso con Alessandro Nivola de por medio, como también hace la miniserie de Netflix con Esty (Shira Haas).

Disobedience no solo muestra un retrato sobre el rol femenino en la sociedad jasídica sino que traza el recorrido marcado por las tradiciones judías funerarias. Un hecho generado por la muerte del padre de Ronit (Weisz), rabino de la comunidad. De esta forma, hace un trayecto por costumbres como las rasgaduras de los trajes, el enterramiento austero entre tierra, los cánticos ortodoxos y sus rituales. Este fallecimiento hace regresar a la protagonista a su hogar en Londres, pese a que su progenitor ha renegado de ella, donde se encuentra con Esti (McAdams) y Dovid (Nivola), quienes han contraído matrimonio.

La Esti de Disobedience se muestra atrapada en una vida infeliz, que arrastra sobre muchos años de insatisfacción. Aquí tampoco falta la ropa que oculta la figura femenina (peluca incluida). El sexo los viernes para procrear hijos ante la llegada del Sabbat, su dedicación a las labores de la vivienda familiar y el control excesivo hacia ella, también hacen acto de presencia como en Unorthodox. Sin embargo, en esta ocasión el amor entre estas dos mujeres nos deja ver el problema añadido sobre la falta de diversidad sexual en las congregaciones.

Es cierto que el acercamiento entre Weisz y McAdams en ocasiones se ve forzoso y artificial, pero es salvado por unos papeles que tan solo añoran la esperanza de poder ser felices. Una curiosidad precisamente sobre este hecho es que Weisz, como productora del título, participó en el montaje de una de las criticadas escenas sexuales del film. Una intervención decidida por la mirada masculina que surgía de la dirección del cineasta chileno, que podía desembocar de nuevo en polémicas suscitadas por títulos como La vida de Adèle.

"Había demasiados orgasmos y le robaba protagonismo a su personaje. Creo que las dos nos sentíamos muy vulnerables y que hubo mucha dulzura. No sé si los actores masculinos se suelen hacer esta pregunta, pero nosotras solemos reflexionar sobre si las escenas de sexo son realmente necesarias", señalaba en 2018 la intérprete británica sobre este mismo hecho.

Al igual que pasara con la nueva ficción de Netflix, Disobedience esta basada en una novela. Naomi Alderman publicaba en 2006 su obra homónima, una versión de las difíciles vidas reales que ciertas mujeres- como actores sociales secundarios de ciertas comunidades religiosas judías- deben enfrentar en su día a día. Unos comportamientos que en pleno siglo XXI son inadmisibles y parecen trasladarnos a otra época. Lelio visibiliza varias problemáticas y nos ayuda a comprender que la lucha por los derechos humanos aún no ha finalizado. Ideal para seguir indagando en el tema.