Polvos de estrellas: así se filma el sexo

Todo lo que siempre quisiste saber (y no te quisieron contar) sobre cómo preparan actores y actrices las escenas más calientes.
Polvos de estrellas: así se filma el sexo
Polvos de estrellas: así se filma el sexo
Polvos de estrellas: así se filma el sexo

En este momento, mientras lees esto, en algún lugar del mundo dos actores están haciendo el amor. Fingiendo, mejor dicho. Unos lo ven como una coreografía, otros como una tortura y algunos simplemente lo consideran un tributo que hay que pagar, pero el caso es que todos saben que “la escena de cama” es algo a lo que tarde o temprano se tendrán que enfrentar. Al respecto hay posturas para todos los gustos —insertar aquí un guiño rijoso—, pero aquí sigue un decálogo aproximado para dar la talla en la pantalla grande.

1. DÉJATE ANIMAR

Los cuerpos son de los actores pero los impulsos los maneja el director. Algo así viene a decir Adrian Lyne, responsable de 9 semanas y media, Atracción fatal y Una proposición indecente. En ese tipo de escenas se ve a sí mismo como “una animadora desquiciada participando en una especie de ménage à trois”. Especialmente importantes son las instrucciones que hay que dar en estos momentos de calentón. “Dame un poco más de eso” es una de las que mejor han funcionado a este experto.

2. DESPELOTE SOLIDARIO

“Te lo enseño si tú me lo enseñas”, vinieron a decir las actrices jóvenes del Hollywood post hippie cuando, hartas de desnudarse frente a equipos de hombres, comenzaron a exigir que los que se quedasen en el plató —cámaras, sonidistas, iluminadores, etc.—  también se desvistieran. A día de hoy, esa tradición sigue vigente; este año Lindsay Lohan en The Canyons y Anna Friel en The Look of Love lo pidieron por contrato.

3. NO DIGAS QUE TE GUSTÓ

Refugiarse en lugares comunes —“realmente son escenas muy mecánicas”; “no soy yo, es el personaje”— en estos casos está más que permitido. Todo vale con tal de evitar momentos violentos con tus compañeros de plano. Sirva como ejemplo Carmelo Gómez, cuando recordando su escena favorita de Tierra (1996, Julio Medem) en el programa de TVE Versión española dijo: “la que hice en la ducha con Emma [Suárez]”. La actriz, que estaba delante, no pudo contener una mirada de odio. “Eres un idiota”, le soltó.

4. ¿HAN DICHO CORTEN?

Aunque hay directores que prefieren que sus actores protagonicen un romance real cuando se apagan las cámaras, Michael Caine, que algo sabrá de esto, es categórico: nunca, nunca, nunca te líes con aquella o aquel con quién simularás intimidad. En su maravilloso libro Actuando para el cine concede que “puede parecer una buena idea como ensayo”, pero lo más probable es que para cuando llegue el momento de rodar la escena en cuestión ya os odiéis.

5. SEXO DE CONSENSO

 Con mencionar Monster´s Ball (2001, Marc Forster) debería ser suficiente. Por si acaso, contiene uno de los polvos más brutales, explícitos y comentados del s. XXI. ¿Cómo convenció Forster a Billy Bob Thornton y Halle Berry para rodarla? Hablando, acordando qué harían… y garantizándoles acceso a la sala de montaje. “Rodamos y entre los tres elegimos cada plano”, admitió Forster.

6. ¿TE APETECE OTRO?

Un montón de gente mirando, el calor de los focos, un horario ajustado, las marcas de posición, un tipo quitándote un brillo del culo y otro diciendo algo sobre una arruga rara que hace una teta… Los profesionales del cine están de acuerdo: que un actor se excite durante el rodaje de una escena de sexo más que difícil es casi imposible. Por si fuera poco, el factor repetición —“esta toma es buena, pero vamos a hacer otra por si acaso”— acaba con la libido de cualquiera.

7. ROPA DE CAMA

Que parezca que los actores están desnudos no quiere decir que lo estén. O al menos no del todo. Para ellas hay un amplio catálogo de posibilidades, del esparadrapo estratégico —Concha Velasco provocó el pasmo de algún colega al quitarse el albornoz y revelar su pericia cubridora— hasta las glamurosas pezoneras (“pasties”) o felpudos (“merkins”) de Hollywood. Las soluciones para ellos van del calcetín de deporte —“es norma extendida”, cuenta un asistente de dirección en Messynesschic.com— a una especie de bolsitas sujetas por hilo invisible. ¿Alguien dijo anticlímax?

8. QUE ESTO NO SALGA DE AQUÍ

Durante años, décadas, españoles y españolas se hicieron una misma pregunta: ¿de verdad le hizo Victoria Abril “eso” con un pañuelo a Jorge Sanz en Amantes (1991, Vicente Aranda)? El pacto de silencio del director y los actores —la idea había sido de Sanz, que con 21 años ya acumulaba experiencias— contribuyó a agigantar una leyenda comparable a la relacionado con el coito enharinado de Nicholson y Lange en El cartero siempre llama dos veces (1981, Bob Rafelson).

9. BEBER AYUDA

 Siempre con moderación, claro. Lo hace Keira Knightley, que ha protagonizado unas cuantas escenas de sexo “complicadas” como aquella de Un método peligroso (2011, David Cronenberg) en la que Michael Fassbender la azotaba. “Tomé unos chupitos de vodka para soltarme antes de rodar”, reveló la actriz. “Y, al terminar, bebí un de copas de champán para celebrar que no había que repetirlo”.

10. QUE LO HAGA OTRO

 Una vez asegurado tu status de estrella, tu agente puede imponer ese tipo de clausulas en el contrato de marras. No sólo un doble se ocupará de esa parte tan engorrosa, sino que se puede negociar confidencialidad para que nadie sepa que necesitaste un especialista para las escenas de acción.

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