Polanski renuncia a presidir los César a causa de las protestas

El autor de 'La semilla del diablo', condenado en 1978 por estupro a una niña de 13 años, no dirigirá los trofeos máximos del cine francés

Roman Polanski ha renunciado a presidir la gala de los premios César 2017, los galardones máximos del cine francés, debido a las protestas de varias asociaciones feministas que amenazaban con boicotear la ceremonia. El nombramiento de Polanski, que abandonó EE UU en 1978 a resultas de una condena por estupro, fue calificado como "nauseabundo" por algunas de estas asociaciones, y también fue severamente criticado por Laurence Rossignol, ministra gala de Familia y Derechos de la Mujer, quien consideró "sorprendente y chocante" que los cargos contra Polanski por delitos sexuales pesen tan poco en su vida.

A su vez, la organización d'Osez le Feminisme calificó el nombramiento de Polanski como "un insulto a todas las víctimas de violación y abusos sexuales". "La calidad de sus películas tiene poco que ver con el crimen que cometió [la violación de Samantha Geimer, que entonces contaba 13 años], su huida y su negativa a asumir sus responsabilidades". Recordemos que, en 2009, Polanski fue arrestado en Suiza y puesto bajo arresto domiciliario mientras se dirimía una extradición a EE UU que, finalmente, no tuvo lugar. Por otra parte, Samantha Geimer retiró sus cargos contra él, y afirma haberle perdonado.

Polanski, ganador de cuatro César (el último, por La Venus de las pieles, en 2014), no hubiera tenido ninguna influencia sobre la adjudicación de los premios si hubiese presidido la gala: el cargo, otorgado por la Academia del Cine Francés, es una posición puramente honorífica que sólo conlleva la obligación de pronunciar un discurso al comienzo de la ceremonia.

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