Como suele ocurrir con los grandes rodajes de Hollywood, el plató de Piratas del Caribe 5 (o, lo que es lo mismo, de Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales) en la región australiana de Queensland se ha convertido en un imán para curiosos, paparazzi y otras especies. Pero lo que se sale de la norma, incluso para las aventuras del capitán Jack Sparrow, es lo que ocurrió el pasado miércoles: un espontáneo, vestido como un pirata (loro incluido) se coló en el set, intentando chupar cámara a traición.
Cuando el personal de rodaje se percató de la presencia del intruso, éste fue llamado al orden por un guardia de seguridad. ¿Su reacción? Amenazar al vigilante con un cuchillo. Tras propinar dicho susto, el presunto pirata se dio a la fuga, permaneciendo hasta ahora (que se sepa) en paradero desconocido. La policía de Queensland busca al sujeto, protagonista de una escena que un testigo presencial describe como "desesperada y estúpida". Palabras que, según comenta AV Club, podrían referirse tanto al incidente como a la secuela en sí misma. Con espontáneos o sin ellos, Piratas del Caribe 5 se estrena en EE UU el 7 de julio de 2017, con Johnny Depp, Javier Bardem y un repescado Orlando Bloom en el reparto.
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