'Pincushion', el blockbuster que nunca existió

Cher o Sharon Stone estuvieron a punto de protagonizar este proyecto que nació como un guión perdido en algún cajón de Hollywood y terminó muriendo en otro.
'Pincushion', el blockbuster que nunca existió
'Pincushion', el blockbuster que nunca existió
'Pincushion', el blockbuster que nunca existió

Cuando pensamos en una huelga de guionistas, no cuesta trabajo echar la vista atrás y recordar la que tuvo lugar entre 2007 y 2008 y que paralizó muchas series y películas, pero aquella no fue ni la primera vez ni la más agresiva en que la WGA (el sindicato de guionistas) llamó a sus afiliados a la dejar los portátiles fuera del Starbucks. Mucho antes de este parón que todos recordamos, durante los años 80, los guionistas americanos fueron un par de veces a la huelga, siendo la de mayor repercusión la que se produjo en 1988 y en la que durante cinco meses se detuvieron las máquinas de escribir que surtían a Hollywood.

Durante ese tiempo, la industria norteamericana, ante el miedo a quedarse parada por no poder desarrollar historias, empezó a buscar material aprovechable entre las descomunales cantidades de guiones ya escritos que les llegaban día tras día. En una de esas montañas de papel apareció Pincushion, una historia que firmaba un primerizo sin sindicar llamado John Raffo. Era una aventura de ciencia-ficción con una mujer dura en un mundo asolado tras el Apocalipsis. Era, según se decía en aquel momento, la "versión femenina de Mad Max".

La película propuesta por Raffo contaba la historia de unos Estados Unidos sumidos en el caos y el pillaje a causa de una toxina que había destruido la civilización. Mary, una mujer cuyo trabajo consiste en ser un correo humano entre diferentes poblaciones, es capaz de huir con su coche de los mutantes y de una malvada organización llamada The Crooss, con lo que, al principio de la película, recibe un encargo que le hará ganar mucho dinero... Llevar un extraño remolque hasta Salt Lake City y hacerlo en sólo 72 horas. Dentro del remolque se encuentra la cura para eliminar la toxina que asola América, solo que hay una sorpresa… lo que realmente hay en el interior de ese remolque es un niño pequeño, fruto de un experimento, en cuya sangre reside el secreto que permitirá reconstruir la civilización.

El concepto era rompedor en 1988 y Columbia, bajo el mandato de Dawn Steel, compró los derechos del guión por medio millón de dólares. El proyecto se veía como un vehículo para que Cher se luciera como heroína de acción y se tanteó encargárselo a un John Carpenter, que por esas fechas intentaba demostrarle a los estudios que podían contar con él. Aquí la rumorología de Hollywood se dispara y hay quien dice que fue la propia Cher la que lo vetó como director, mientras que otros aseguran que el director de La noche de Halloween nunca llegó a estar realmente involucrado, e incluso hay quien sostiene que el cineasta sí que trabajó en el proyecto y que la razón de tanto misterio es que supuestamente habría estado reescribiendo el guión pese a la prohibición impuesta por el sindicato de guionistas.

Sea como fuere, la idea de John Carpenter como director de Pinchushion acabó aparcada y entró en escena Carlo Carlei, cineasta italiano que estaba cogiendo peso en Estados Unidos tras haber sorprendido en su país natal con un mediometraje de ciencia-ficción llamado Capitan Cosmo. Carlei reescribió el contenido con ayuda de un guionista llamado Peter Rader, futuro parte intelectual de Waterworld (película con la que la idea de Raffo tiene no pocas coincidencias), pero el trabajo de ambos también acabó desechado, entrando en escena Jeb Stuart, un guionista pata negra y más que especializado en actioners, adecentando y puliendo el trabajo original de Raffo.

Sin embargo, el proyecto estaba cada vez más quemado y terminó pasando a TriStar. Allí quisieron aprovechar el contrato que tenían con Sharon Stone -tras Instinto Básico estaba ataba por varias películas al estudio- y con la fiebre de Hong Kong por todo lo alto, se barajó la opción de John Woo, por el que empezaban a desfilar todos los proyectos gordos que se intentaban poner en pie. Woo no aceptó puesto que tenía otras ofertas encima de la mesa, pero tras tanta ida y venida, acabó expirando la opción que TriStar tenía sobre Sharon Stone, enterrando de nuevo la película.

Pincushion acabó formando parte de ese cementerio de proyectos por los que Hollywood pierde la cabeza en un momento dado, pero de los que nunca vuelve a saberse pasado un tiempo. Al menos sirvió para que John Raffo, su creador, se hiciera un hueco reescribiendo películas como Dragón, La vida de Bruce Lee o The Relic. En 1998 llegó a dirigir Fotografía Mortal, aquella película con John Lightgow y Frances McDormand en la que un fotógrafo retrataba a hombres ricos para que se les chantajeara, y recientemente ha escrito los cómics 7th sword.

Es cierto que aquel gran proyecto de su vida nunca fue rodado, pero si repasamos los últimos 20 años de blockbusters, Pincushion ha estado ahí cediendo muchos de sus hallazgos a películas que se han convertido en millonarias.

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