Nuestros 'profes' favoritos: los 10 maestros más enrollados del cine

Por lo general, si uno tiene algo de callo en las retinas, enterarse de que una película va de la relación entre un profe y sus alumnos equivale a salir pitando. Y si el docente en cuestión ejerce en un centro marginal o problemático, ni te contamos. Tal es el punto hasta el que Hollywood nos ha saturado con historias de maestros angelicales (el ejemplo de Meryl Streep en Música del corazón es el primero que nos viene a la mente) que a menudo olvidamos las posibilidades ofrecidas por la enseñanza a la hora de hacer una película. Como Profesor Lazhar es una estupenda película, y el enseñante que la protagoniza resulta una figura entrañable pero no empalagosa, CINEMANÍA rescata aquí a algunos de los profesores que más y mejor nos han instruído desde la pantalla.

Centro de enseñanza: El club de los poetas muertos (P. Weir, 1989)

Currículum: Profesor de Literatura de métodos pedagógicos progres y carisma a prueba de bombas, capaz de hacernos entender qué significa eso de "carpe diem". Sus alumnos, entre ellos Ethan Hawke, le adoran, pero su pobre sentido de la disciplina le acarreará conflictos con la dirección del cole privado donde trabaja. La cosa se resolverá con un montón de chavales coreando "¡Oh, capitán, mi capitán!" subidos a los pupitres.

Centro de enseñanza: Rebelión en las aulas (J. Clavell, 1967)

Currículum: Si venías del Caribe y tu piel era negra, enseñar en un instituto inglés de Formación Profesional durante los 60 no era ninguna bicoca, como nos enseñó esta película. Afortunadamente, el señor Thackeray es un sujeto práctico, así que seducirá a sus alumnos enseñándoles cosas realmente útiles: desde reparar un motor a preparar una ensalada. Finalmente, su relación acabará siendo tan empalagosa como una canción de Lulu.

Centro de enseñanza: Escuela de rock (R. Linklater, 2003)

Currículum: Es probable que no haya abierto un libro en su vida, y no tiene ni repajolera idea de educación infantil. Sin embargo, tras unos comienzos vacilantes, Dewey se convierte en el profe de música ideal para una clase de pijos prepúberes. El hecho de que se haya colado en su cole suplantando a un amigo suyo tampoco tiene tanta importancia, ¿verdad?

Centro de enseñanza: la saga Harry Potter (2001-2011)

Currículum: El claustro del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería rebosa de indivíduos carismáticos, tanto por la parte positiva (David Thewlis, Maggie Smith) como por la negativa (Alan Rickman, Imelda Staunton y un largo etcétera). Pero sólo su director puede alardear de haber puesto en jaque a Voldemort a golpes de varita. Tras diez años siguiendo sus enseñanzas, sólo reprocharíamos a Dumbledore un cierto favoritismo hacia los alumnos con gafas y las alumnas parecidas a Emma Watson.

Centro de enseñanza: Mentes peligrosas (J. N. Smith, 1995)

Currículum: Tiene el cerebro de un computador y las curvas de Catwoman. Y, además, es una veterana de los Marines. Con semejantes méritos, Louanne (autora del libro en el que se basó esta película) es la mujer idonea para meter en cintura a una clase de chonis y juanis estadounidenses, aunque para ello tenga que usar a veces sus conocimientos de artes marciales. Nos cae tan bien, que le perdonamos el tono telefilmero que a veces padece su historia.

Centro de enseñanza: Half Nelson (R. Fleck, 2006)

Currículum: Trabajar en el instituto de un barrio marginal requiere muchos arrestos. Conseguir que tus alumnos te tomen en serio, y que tu tarea de hacerles madurar y pensar tenga algo de éxito ralla lo heróico. Pero hacer todo eso mientras luchas tú mismo con una mastodóntica adicción a la cocaína es, directamente, indescriptible. Tras recibir sus primeros aplausos con El diario de Noa y El creyente, el ex 'chico Disney' Gosling dejó boquiabiertos a los críticos en esta película.

Centro de enseñanza: La clase (L. Cantet, 2008)

Currículum: Como hemos visto, los filmes sobre profesores y alumnos se prestan mucho a la etiqueta de "basado en hechos reales". Pero el caso de este auténtico docente francés, y del director Laurent Cantet, superó el tópico a base de talento: Bégaudeau, que había escrito un libro sobre sus experiencias en un instituto del extrarradio de París, no sólo ayudó a Cantet a adaptar su obra al cine, sino que también protagonizó una película marcada por la improvisación de todo el reparto. El resultado de sus desvelos: una Palma de Oro en Cannes, y una nominación al Oscar.

Centro de enseñanza: Adiós, Mr. Chips (Herbert Ross, 1968)

Currículum: Sus compañeros en una selecta public school inglesa piensan de él que es un pringado, y sus alumnos ni te contamos. Para colmo, Chipping enseña Latín, materia antipática donde las haya. Pero todo cambiará cuando una cantante de cabaret (Petula Clark, nada menos) le descubra el amor, y con él la autoestima. Este filme es un remake musical del título de 1939 protagonizado por Robert Donat, una cinta pionera en el género.

Centro de enseñanza: La lengua de las mariposas (J. L. Cuerda, 1999)

Currículum: Los alumnos de Don Gregorio tienen mucha suerte: de métodos muy avanzados y paciencia infinita, este profesor es un modelo de entrega a su oficio. Diríase, además, que supone la encarnación viviente de los ideales de la II República, con su dedicación y su empeño en acabar con el analfabetismo en una comarca gallega. Lástima que esté a punto de jubilarse, y que el año en el que imparte su último curso sea 1936.

Centro de enseñanza: El Imperio contraataca (I. Kershner, 1980)

Currículum: Puede que sus nociones de gramática algo cuestionables sean, y que, para su academia encontrar, en el neblinoso planeta Dagobah, al quinto pino haya que ir, o más lejos incluso. Pero confiarte no debes, porque, como Luke Skywalker descubre, el tamaño engañoso es, y Yoda rival no tiene a la hora de la Fuerza descubrir a su padawan. Entre los pocos aspectos positivos de las precuelas de Star Wars, verle manejando su sable de luz como un titán se cuenta.