No habrá paz para los copiones: 10 blockbusters acusados de plagio

El caso de Alison Brie, acusada de plagio por su película Horse Girl, ha reavivado uno de los eternos temas candentes de Hollywood: las demandas por plagio. Diríase que, cuando una película logra el éxito en taquilla, se abate sobre ella una horda de abogados dispuestos a demostrar que su concepto ha sido robado de otra obra de arte. Todo ello por la noble causa de obtener una indemnización de muchas cifras o, mejor aún, un acuerdo extrajudicial de esos que tapan bocas y hacen llover millones.

Algunas de estas demandas son tan absurdas que dan hasta risa. Pero otras (lleguen o no ante el juez) resultan bastante razonables… o, al menos, merecen ser recordadas. Por eso nosotros las hemos reunido para escarmiento general. Estudiantes de Derecho, tomad nota.

Novelista, guionista, editor y crítico, Harlan Ellison pasaba por ser el hombre más irascible del mundillo de la ciencia-ficción. De modo que, cuando se estrenó la película de James Cameron, echó espumarajos por la boca al ver lo mucho que se parecía su argumento a Soldier y Demon with a Glass Hand, dos episodios que había escrito para la serie Más allá del límite. ¿Tenían razón sus acusaciones? Pues algo sí, porque Cameron (a quien se le había escapado una referencia a las obras del escritor durante una entrevista) tuvo que pagarle una generosa indemnización y poner su nombre en los créditos de la cinta.

¿Sabías que nuestra realidad es una ilusión controlada por poderes oscuros? ¿Y que solo un valiente grupo de guerrilleros tecnológicos lucha por librarnos de la esclavitud? Pues las hermanas Wachowski sí… y el guionista de cómics Grant Morrison, también. Aunque nunca ha recurrido a los tribunales, el escritor escocés ha hablado varias veces del evidente parecido entre Matrix y Los invisibles, su obra más larga y ambiciosa. "La verdad es que [las Wachowski] le dieron ejemplares de Los invisibles a los diseñadores de Matrix para que la película se pareciera lo más posible a mis libros. Es un hecho documentado", señala.

El aclamadísimo filme de Guillermo del Toro, Oscar a mejor película en 2018, tuvo su correspondiente demanda por plagio cuando los herederos del dramaturgo Paul Zindel acusaron al cineasta mexicano, a su coguionista Vanessa Taylor y al productor Daniel Kraus de copiar el argumento de Let Me Hear You Whisper. Pero, dado que la obra en cuestión trata sobre el romance entre una humana y un delfín, en lugar de entre una humana y una criatura anfibia de probable origen sobrenatural, los jueces consideraron que las leyes de copyright no eran aplicables.

La cosa nunca ha legado a los tribunales, pero las voces que apuntan al parecido entre este éxito de Disney y Kimba, el león blanco (un clásico del manga y el anime creado por Osamu Tezuka en 1950) empezaron a sonar en 1994, cuando Mufasa y familia llegaron a los cines. En Japón, donde Tezuka es conocido como 'el dios del manga', su larga suma de parecidos razonables no cayó nada bien, Matthew Broderick (que puso voz a Simba en la versión inglesa) afirmó haber pensado que se trataba de un remake y hasta Los Simpson se permitieron hacer un chascarrillo al respecto en 1995, cuando Fox aún era Fox.

¿Qué puede dar más apuro que una demanda por plagio? Una demanda por plagio formulada por alguien que ha trabajado en tu película. Que se lo pregunten a Luc Besson, quien se sentó en el banquillo allá por 1997 a instancias de Jean 'Moebius' Giraud, el genio del cómic francés a quien había contratado como diseñador de producción para este filme. Moebius y su coleguita Alejandro Jodorowsky (¡cielos!) apuntaron al parecido de El quinto elemento con El Incal, influyente serie de cómics que ambos habían pergeñado entre 1980 y 1988. Pero los poderes cósmicos de la justicia francesa no estuvieron de su parte.

¿Qué pueden tener en común un lóbrego y multipremiado cómic sobre el Holocausto y una cinta de animación producida por Steven Spielberg? Respuesta: los ratones. Al igual que Art Spiegelman en Maus (el primer tebeo que ganó el Pulitzer), esta película usaba la metáfora 'roedores vs. gatos' para representar el sufrimiento del pueblo judío. Y no lo decimos solo nosotros: el propio Spiegelman se agarró un cabreo importante en 1986, hasta el punto de adelantar la edición completa de su obra más famosa para así llamar la atención sobre el caso.

Parásitos

Pues sí: la película de Bong Joon-ho, primer filme de habla no inglesa en ganar el premio gordo en los Oscar, también ha tenido su correspondiente acusación de plagio. En este caso, los acusadores son los productores del filme indio Minsara Kanna (1999) quienes afirman que el coreano se apropió del argumento de su película. Ahora bien: dado que el presunto original, según la sinopsis de rigor, es una comedia romántica, mientras que Parásitos es más bien todo lo contrario, sospechamos que la cosa no tendrá futuro si llega a juicio.

Los productores de Parts: The Clonus Horror, una película de terror de serie B en 1979, acusaron a Michael Bay y DreamWorks de haberles rapiñado el argumento para este filme, una película de ciencia-ficción y trasplantes forzosos protagonizada por Ewan McGregor y Scarlett Johansson. Contrariamente a lo esperable, el director de Transformers no respondió a la demanda bombardeando el juzgado, sino mediante el consabido acuerdo extrajudicial. Cuando quedó claro que la cosa iba a acabar en el juzgado, tanto Bay como la compañía de Spielberg, Katzenberg y Geffen desembolsaron una generosa cantidad, y todos tan amigos.

¡Hombre, otra vez James Cameron por aquí! Pues sí, y además coronándose como el rey absoluto de la especialidad en esto de las acusaciones de plagio. Bien porque los autores originales protestaron o demandaron, bien porque la prensa lo hizo notar, su megahit de 2009 ha sido acusado de rapiñar referencias tanto artísticas (las ilustraciones del dibujante Roger Dean, que llevó al director a juicio) hasta literarias (la novela El nombre del mundo es bosque, de la gran Ursula K. Le Guin), pasando por la historia de Pocahontas y la película de animación Ferngully (1992). Eso, por mencionar solo unas pocas de sus presuntas 'fuentes de inspiración'.

¿Un tanto antigua de más? Es posible, pero la historia de cómo Akira Kurosawa le puso las peras al cuarto a Sergio Leone (y, de rebote, a Clint Eastwood) nunca pasará de moda. Porque, cuando el 'Emperador' del cine japonés constató que Por un puñado de dólares (el filme, recordemos, que dio a luz al spaghetti western) era un plagio con todas las letras de su Yojimbo, escribió un telegrama al cineasta italiano que rezaba: "Su película es muy buena, pero es mi película". Ah, y también avisó a sus abogados, con lo que el 15% de la recaudación mundial del filme fue para su cuenta de ahorros.