"He venido a mascar chicle y a patear culos, y se me ha acabado el chicle". Con esta frase, Roderick George Toombs, conocido como 'Rowdy' Roddy Piper en el mundo de la lucha libre, se ganó un lugar en la historia del cine. El atleta y actor canadiense, que falleció ayer en Los Ángeles a los 61 años, protagonizó en 1988 la mítica Están vivos de John Carpenter, película en la que el cineasta prescindió de su entonces habitual Kurt Russell en favor de un intérprete sin muchos registros, pero ideal (según explicó) para interpretar a "un tipo corriente, de clase obrera, que supiese lo que era ser pobre". De esta manera, Piper le prestó su rostro a un personaje con el elocuente nombre de John Nada, encabezando una sátira social contra los mass media y su manipulación que todavía puede escocer. Y también aprovechó su experiencia en el pressing catch para una de las escenas más audaces de la historia del cine de acción: una pelea de seis minutos, sin cortes e improvisada, con el coprotagonista Keith David.
Cuando apareció en Están vivos, Piper ya era una celebridad con experiencia en los platós. Incubada desde mediados de los 70, su fama en el mundo del catch le enfrentó durante los 80 a leyendas del gremio contra Hulk Hogan, y le hizo ganar experiencia en las cosas de la interpretación mediante esos combates tan escenificados a los que se presentaba luciendo un kilt de tartán y anunciado por música de gaitas (de ahí que se le conociese como 'El Gaitero'), aprovechando así su linaje escocés para ofrecer un personaje agresivo y fanfarrón. Su debut como actor tuvo lugar en 1986, dando vida a un luchador (cómo no) en Body Slam, y desde entonces compaginó su presencia en el ring con filmes de serie B y series de televisión (Colgados en Filadelfia), además de una carrera como actor de voz que le llevó a intervenir en Hora de aventuras el año pasado.
Llegado el siglo XXI, y pese a su avanzada edad, Piper siguió participando en combates, aunque su disposición a hablar sin tapujos sobre los aspectos menos limpios del pressing catch le valió algún disgusto que otro en forma de expulsión. En 2007 se le diagnosticó un linfoma de Hodgkin, algo que no le impidió seguir trabajando: tras un largo tratamiento, afirmó haberse curado en 2014. Su muerte, a causa de un infarto de miocardio, ha provocado muestras de duelo de ex compañeros y colegas luchadores, entre las que destaca un emotivo mensaje en Instagram de Dwayne Johnson.
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