Arturo Fernández, actor asturiano de cine y teatro, ha fallecido en Madrid a la edad de 90 años, según ha anunciado su esposa. Pese a estar aquejado por una larga lista de problemas de salud, Fernández se había mantenido en activo hasta abril de este año, ofreciendo funciones de la comedia Alta seducción.
Nacido en Gijón en 1929 o 1930, según las fuentes que se consulten, e hijo de un militante anarquista que conoció el exilio durante el franquismo, Arturo Fernández se labró primero un nombre como actor de teatro (codeándose con figuras de la talla de Conchita Montes) mientras interpretaba pequeños papeles en películas de cineastas como Rafael Gil.
En 1958, obtuvo su primer rol protagonista en una película extraordinaria: Distrito quinto, obra maestra del noir español firmada por Julio Coll. Al año siguiente, además de repetir con Coll en la también magistral Un vaso de whisky, trabajaría junto a Concha Velasco y Katya Loritz en la exitosa comedia Las chicas de la cruz roja.
En los años posteriores, Fernández se especializaría en roles de caradura elegante con un punto tierno, como prueba uno de sus papeles más conocidos en este registro: La tonta del bote (1970), que coprotagonizó junto a Lina Morgan.
Tras unos años interviniendo en filmes de calidad discutible y reservando lo mejor de su talento para el teatro (trajo a España obras de Tennessee Williams, entre otros), su popularidad resurgió gracias a su trabajo junto a Paco Rabal en Truhanes (Miguel Hermoso, 1983). En 1993, el director y los dos actores convertirían el filme en una serie televisiva, también de gran éxito, en la que daban rienda suelta a los arquetipos del delincuente de clase obrera (Rabal) y el timador refinado (Fernández).
Pero, para una generación de españoles, Arturo Fernández será siempre el protagonista de La casa de los líos, show que protagonizó en 1996 y 2000 en Antena 3 junto a la gran Lola Herrera. Haciéndose cargo de un personaje similar al de Truhanes, Fernández inoculó en el habla popular una mezcla de modismos asturianos y lenguaje presuntamente refinado, haciendo que la palabra "chatina" fuera de uso común más allá de Covadonga.
Arturo Fernández tuvo tres hijos con la catalana María Isabel Sensat, de la que se separó en 1979. Los tres le sobreviven.
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