Monica Belucci, la Reina de Europa

Este fin de semana y gracias a Emir Kusturica y su nueva película, tenemos de regreso a Monica Belucci.

Empezó siendo una de las modelos más famosas del mundo, un trabajo en el que empezó para pagarse los estudios pero que la llevaron a trasladar a Milán desde su Umbría natal y a viajar por medio mundo.

En los primeros años 90, harta de la moda y bastante cansada de escuchar comentarios acerca de su peso, dio el salto definitivo al cine, primero con apariciones cortas como en el Drácula de Coppola, en el que era una de las novias del Conde transilvano, y después en papeles de más envergadura, como en Flash-Back (El apartamento), por el que fue nominada al César a Mejor Actriz Revelación (ganó Laurence Côte por Los Ladrones) .

A partir de entonces se convirtió en uno de los rostros más conocidos de toda Europa, trabajando con cineastas como Tornatore (en Malena) o Gaspar Noé (Irreversible).

En los primeros 2000, intentaría la aventura en Hollywood apareciendo en Matrix Reloaded, La Pasión de Cristo o Shoot 'Em Up.

Desde entonces, Monica Belucci ha compaginado trabajos en una y otra industria, saltando de películas como El aprendiz de brujo a trabajos en el antiguo continente como Rose, c'est Paris o yendo de su aparición en Spectra a regresar al cine europeo para protagonizar En la vía láctea, la cinta de Emir Kusturica que llega hoy a los cines.