Uno de los muchos placeres que nos deparó Érase una vez en Hollywood residía en poder contemplar a un icono como Brad Pitt en combate, e intercambiando guantazos con nada menos que Bruce Lee (Mike Moh, en realidad). Pitt ahora mismo se encuentra en un momento dulce de su carrera, tras ganar el Globo de Oro y el SAG por su papel de Cliff Booth y habiendo grandes posibilidades de que repita victoria en los Oscar, y a su paso por las sucesivas entregas de premios está teniendo oportunidad de echar la vista atrás.
Y de pensar, consecuentemente, en las decisiones que le condujeron adonde está. Recientemente acudió al Santa Barbara International Film Festival donde ganó el Maltin Modern Master Award, y según recoge Digital Spy fue el momento en que le pidieron que revelase un papel que hubiera rechazado. Pitt se mostró renuente a hacerlo, pero acabó contestando: "Te diré uno, solo uno, porque creo que el papel nunca fue mío. Fue otro quien lo aceptó y lo hizo, y es lo que creo. Pero sí, rechacé Matrix. Tomé la pastilla roja".
Parece que antes de Érase una vez en Hollywood tuvimos la opción de ver a Pitt practicando kung fu, pero el actor sólo acabó siendo uno de los candidatos para interpretar a Neo que barajaron las Wachoswki. Hace tiempo, el productor Lorenzo Di Bonaventura revelaba que se habían planteado muchos nombres para la película de 1999, entre los que se encontraban Will Smith, Leonardo DiCaprio e incluso Sandra Bullock. Y lo cierto es que es un ejercicio curioso plantearse cómo habría sido la película con un protagonista distinto a Keanu Reeves ahora que Matrix 4 está a la vuelta de la esquina.
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