Más allá del 1.5x y del 2x. Esta es la galería del terror del consumo de vídeo

Hace unos meses estallaba la polémica. A través de Twitter, la periodista Marina Such (@MissMacGuffin), lanzaba esta aterradora pregunta:

Entre la pregunta y las respuestas se abría un grieta en Internet que amenazaba con tragarse los gustos de mucho espectador. Efectivamente, hay personas que -cuando consumen series piratas- necesitan ver las series a mayor velocidad para así "no aburrirse" ¿También lo estás descubriendo ahora?

Ante semejante Caja de Pandora caben todo tipo de reflexiones, desde necesitar que aparezca un psicólogo a hablar de si esto evidencia la presencia de trastornos de ansiedad generalizados, a estudiar cómo esto altera e invalida la forma en que la series están escritas y rodadas o a plantearnos lo poco que se valoran los capítulos de las series cuando estos son pirateados.

En cualquier caso y mientras cada uno abre la reflexión que crea más necesaria, lo que sí queremos hacer es recordar otras barbaridades, tan o más importantes que estas, a las que hemos asistido desde hace décadas y que muchas son tan antiguas como el rebobinado:

Cuando las televisiones eran "cuadradas" y las pantallas de cine "panorámicas", se llegó a una terrible costumbre que todavía perdura en alguna copia que se emite por televisión y que consistía en eliminar las "bandas negras". Así, bajo el nombre de Pan&Scan se desarrolló esta técnica consistente en recortar las películas por los bordes, dejando que el espectador solamente viera una zona de la imagen y pudiendo llenar la pantalla por completo.

Incluso, si en el mismo plano hablaban dos personajes que estaban cada uno en una punta, había ocasiones en las que se inventaban un movimiento de cámara para poder ir de uno a otro.

Esto degeneraba en películas en las que veíamos "narices hablando" o a situaciones imposibles, como en algunas ediciones españolas de 2001: Una odisea del espacio, en las que todo el bloque de El amanecer del hombre (que no tiene un solo desplazamiento de cámara) estaba lleno de travellings.

La mayoría de las veces, esta técnica se intercalaba con el Pan&Scan, especialmente en las secuencias de créditos, en las que no se podían cortar los bordes del plano sin merendarse letras de los nombres de los actores. Sin embargo, más de un desalmado también emitió así alguna película, haciendo que en algún lugar del mundo, un todavía infante Christopher Nolan sufriera un microinfarto.

¿En qué consistía? Pues en deformar la imagen para que entrara en la pantalla del televisor sin necesidad de bordes negros, alargando las figuras de los actores, que parecían tener más que ver con el alienígena de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal que con un ser humano. Luego, claro, existía el mito de que la tele engordaba.

Uno de los grandes enemigos de la cinefilia actual. Llamado Motion Plus, Motionflow, Trumotion o simplemente, eso que los creadores de Stranger Things te ruegan que quites de tu televisión porque destroza su serie, es esa opción que muchas pantallas tienen activada por defecto y que se inventa más frames que aquellos a los que fue rodada la película o serie.

¿El resultado de tan terrible invento? Que Barry Lyndon termina teniendo la misma textura que un capítulo de Farmacia de Guardia. De hecho, más de uno lo ha terminado llamando "efecto telenovela".

Excusas las hay de todo tipo, desde el que dice que no puede leer y ver la serie a la vez, al que cuenta que si todo es ficción ¿qué más da que también sea mentira la voz?, y puede ser un tema tan polémico que casi mejor entrar y salir corriendo de aquí, pero los que no están acostumbrados notarán al momento la aberración que supone sustituir la voz de un actor por la de otro que habla en tu mismo idioma.

Dicen, incluso, que hay espectadores que se atreven a ver las películas así y luego opinan de la interpretación de los actores.

Y para despedirnos, todo un clásico de las cosas que pueden pasar cuando salen peor que mal: