'Marte necesita madres': el ocaso de Robert Zemeckis

Pese a ocupar actualmente el quinto puesto de la taquilla en EE UU, Marte necesita madres no tendrá distribución en España. La película, un filme de animación motion capture producido por el creador de Forrest Gump y Regreso al futuro Robert Zemeckis, queda excluído de nuestra cartelera "por razones comerciales", según fuentes de la distribuidora Disney.

Lo cierto es que el resultado comercial de Marte necesita madres no está siendo positivo (casi siete millones de dólares acumulados hasta ahora contra 150 de presupuesto), y que la película experimenta una acogida menos que tibia entre el público estadounidense. Sólo el 39 por ciento de los críticos consultados por la 'todopoderosa' Rotten Tomatoes le ha dispensado una valoración positiva, mientras que los usuarios de Metacritic le proporcionan sólo un 49 por ciento de nota media. En conjunto, nos recuerdan nuestros compañeros de Versión muy original, se le considera ya el undécimo peor estreno de la historia.

Ni la trama de Marte necesita madres (una invasión extraterrestre dedicada a secuestrar amas de casa) ni su apartado visual prometen excesivamente. Pero estos sucesos nos llevan a plantearnos otra pregunta: ¿Qué ha pasado con Robert Zemeckis? Estamos hablando, lectores, de un director cuyos primeros éxitos (el filme de aventuras Tras el corazón verde y la trilogía de Marty McFly) le auguraban un futuro estelar, bajo el ala de Steven Spielberg...

Tras los relativos fracasos comerciales de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y La muerte os sienta tan bien (dos títulos convertidos en filmes de culto con los años), Zemeckis se proclamó como aspirante al trono hollywoodiense en 1994 con Forrest Gump. Además de propulsar a Tom Hanks definitivamente hacia el estrellato, la odisea del entrañable simplón proporcionó casi 700 millones de dólares en taquilla, y obtuvo seis Oscar (entre ellos, mejor director y mejor película).

Sin embargo, el declive del director comenzó pronto: tras la tibia acogida dispensada a Contact en 1997, la formidable Náufrago (2000) y el fiasco Lo que la verdad esconde (2000, con Harrison Ford como un villano nada convincente), Polar Express dejó claro que la estrella de Zemeckis era fugaz. El guión resultaba flojo, el ritmo brillaba por su ausencia y el filme, un experimento revolucionario de animación digital, quedó como uno de los grandes fiascos de 2004 .

Desde entonces, Zemeckis parece tan enamorado de la tecnología como privado de inspiración: pese a las desnudeces pixeladas de Angelina Jolie y el guión de Neil Gaiman, Beowulf recaudó menos de 200 millones de dólares, cubriendo apenas su presupuesto. Cuento de navidad, su siguiente experimento, consiguió beneficios (323 millones de dólares), pero a costa de dejar indiferente a la crítica.

Ahora, por si el estado de Marte necesita madres no fuese bastante, Zemeckis se lleva otro mazazo: su proyectado remake de Yellow Submarine, el filme de animación protagonizado por los Beatles, era cancelado por Disney. Por ahora, el cineasta no ha hecho declaraciones al respecto, y sigue ocupado al frente del Centro Robert Zemeckis para las Artes Digitales, un monumental complejo de enseñanza e investigación que inauguró en 2001 junto a sus amigos Spielberg y George Lucas. Puede que el motion capture revolucione definitivamente el cine (James Cameron y el propio Spielberg parecen confiar en ello), pero es probable que su máximo impulsor no pueda beneficiarse de ello.