Una entrevista al New York Times ha servido para que Mark Hamill revele que inicialmente, no quería hacer las nuevas películas de Star Wars.
Según sus palabras, el actor que interpreta a Luke Skywalker estaba asustado ante la idea de regresar a la saga que comenzó a protagonizar en 1977, pensando en que sería imposible repetir la "magia" de lo que se hizo décadas atrás y que encontró en Harrison Ford la excusa perfecta para declinar su participación en las nuevas películas.
"Es muy mayor y muy rico y muy maniático... no va a hacerlo", es lo que el actor recuerda que pensó sobre Harrison Ford y la posibilidad de ser Han Solo de nuevo. Sin embargo, cuando Ford aceptó el papel, Hamill se quedó sin excusa para no firmar "¿Puedes imaginarte que yo fuera el único que se negara? Sería el hombre más odiado por todos los aficionados"
En 1977, Hamill, tras pequeñas apariciones como en el piloto de Con ocho basta, saltó a la fama tras dar vida al protagonista de La Guerra de las Galaxias, un casting al que se presentó por consejo de Robert Englund. Fuera de la saga galáctica, Hamill ha sido muy selectivo con sus apariciones, centrando una gran parte de su carrera en el doblaje y trabajando en películas como Uno rojo división de choque o Mutronics.
Tras su breve aparición en El Despertar de la Fuerza, la nueva cinta de Star Wars, Los últimos Jedi será su regreso a la franquicia (en un papel que algunos ya aseguran que tiene posibilidades en los Oscars).
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