María León: "La cultura es uno de los mejores flotadores que puede haber ante cualquier crisis"

Hay mucha gente que se refiere a María León (Sevilla, 1984) como la Leona de María. Y lo cierto es que, a pesar de ser una buena felina, la actriz reconoce que ha llevado bastante bien estos meses de ‘enjaulamiento’.

“Tengo que reconocer que he sido muy afortunada. [El confinamiento] Me pilló en mi casa, en Madrid, y tenía ganas de disfrutar de ella, ya que por trabajo llevaba tiempo sin poder hacerlo. He intentado hacer deporte y escucharme. Más que preocuparme, he intentado ocuparme”, comenta la sevillana, quien estos días estrena La lista de los deseos, una road movie dirigida por Álvaro Díaz Lorenzo y coprotagonizada por Silvia Alonso y Victoria Abril.

La hermana de Paco León, rostro habitual en series de televisión y ganadora de un Goya como actriz revelación por La voz dormida, encarna en este filme a una mujer a la que se le viene el mundo encima cuando le comunican que tiene cáncer de pecho. Un entretenido relato a medio camino entre la comedia optimista y el drama lacrimógeno. “La historia [que se cuenta en la película] es como la vida misma”, apostilla León a CINEMANÍA.

Tu personaje en La lista de los deseos es una chica enferma que se propone cumplir todos sus sueños pospuestos. ¿Qué deseo pendiente sigues postergando tú indefinidamente?

¡Ay, yo espero que muchísimos! Tener deseos es sinónimo de tener ilusión. Siempre pediría, por ejemplo, que mi familia estuviera cerca de mí. Desearía no dejar nunca de desear cosas.

El sol debió de picar durante aquellas semanas de rodaje en Sevilla, Tarifa y Marruecos. ¿Sudaste mucho haciendo la peli?

¡No te puedes creer el calor que pasamos! Sobre todo, Victoria Abril y yo, que teníamos que llevar a veces, sobre nuestro propio pelo y con un plástico encima, una calota [calva de látex], para mostrar el proceso de cáncer en el que estábamos. Imagínate llevando eso, en Cádiz, con cuarenta grados y rodando metidas en una caravana. Pero estábamos [filmando] en sitios muy impresionantes y cada vez que terminábamos nos íbamos directas al agua a bañarnos. Hubo momentos agridulces todo el tiempo, como en la vida misma, pero nos encantó rodar. Lo gozamos.

Victoria Abril ha comentado en alguna que otra ocasión que se siente olvidada por los directores españoles. ¿Tú también piensas que aquí somos muy de modas temporales y patadas en el culo?

No, yo creo que es mucho el talento que hay, por suerte. Estamos en un país donde hay grandes actrices de todas las edades y colores, y cada vez hay más directores y directoras con muchísimo talento y variedad. Lo que tenemos es que contar con la oportunidad de hacer más películas y que así haya más trabajo. Me gustaría pensar que no es una cuestión de dar una patada en el culo, sino que se trata de cada momento. Victoria [Abril] ha tenido la suerte de trabajar con los directores más grandes de este país y de hacer muchas películas aquí. Yo creo que hay tiempo y momento para todos. Aunque a Victoria nunca deberíamos ‘soltarla’, porque sigue existiendo y ahí está su talento.

De niña soñabas con ser mujer bala. ¿Qué opinaba Carmina Barrios del asunto?

Mi madre dice que yo fui una bala desde que nací. Dice que a los nueve meses ya empecé a andar y hacía playback de canciones de flamenco. ¡Y no dejaba de esconderme! He sido una bala desde mi nacimiento.

Lo que también ha ido como una bala es tu ascenso. ¿Cómo has vivido estos casi diez años que llevas encadenando un rodaje tras otro?

Muy bien. Este es un trabajo de fondo, no es algo donde tú llegues a alguna parte, a algún puerto. Es como la vida en general, donde parece que vamos a alguna parte y no vamos a ninguna. Me siento muy afortunada por haber estado manteniéndome, haciendo mi trabajo y ocupándome de eso. Y que el ritmo no pare. Ahora estoy haciendo teatro, y cuando no sea teatro espero poder volver al cine, y si no a la televisión. Aquí es más difícil mantenerse que llegar.

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Si la gran meca del cine te dijera ven, ¿lo dejarías todo?

No, yo nunca dejaría nada por nada. Si [Hollywood] me dice ven, le diré que muchas gracias por la invitación y que iré, pero sin dejar nada. Yo todavía tengo muchas cosas por hacer aquí.

El día que recogiste la Concha de Plata de San Sebastián quisiste hacerlo sin ropa interior para sentirte más cerca del suelo. ¿Has vuelto a repetir la fórmula alguna vez más?

La verdad es que no la he vuelto a repetir. Ojalá que algún día tenga los nervios y el desconcierto que tuve en ese momento tan grande, para volver a quitarme la ropa interior.

Cada Nochevieja, le enseñas el culo a la Luna y le pides un deseo. ¿Alguno que no te haya cumplido todavía?

No, los que pido me los cumple. Hay muchos que no he pedido todavía, pero espero poder pedirlos.

Dices que andar cantando y bailando a todas horas te hace ahorrarte mucho en psicólogos. ¿En qué te gusta derrochar lo que ahorras por ese otro lado?

En comer con los amigos. No hay una cosa que disfrute más que esa. Me parece que comer es una celebración absoluta. No te creas que soy yo muy complicada.

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Las salas de cine están reabriendo estos días, aunque sea con afluencia moderada. ¿Cómo ves el percal?

Yo estoy totalmente sorprendida y con muchísima expectación, porque no tengo idea ni siquiera de cómo va a ser mañana la rueda de prensa. Como es la primera película que se estrena así, estoy fascinada. Espero que la gente vaya a los cines con ilusión, que esto imponga un ritmo maravilloso, que todos podamos disfrutar de la magia del cine y que nos adaptemos a estos tiempos de nueva normalidad.

Eso, y que no se deje de apoyar al sector cultural.

Sí, porque creo que se ha visto que la cultura es uno de los mejores flotadores que puede haber ante cualquier crisis. Estoy segura de que pronto nos hará navegar de nuevo a todos.