Así superó Margaret Qualley el fetichismo de Tarantino por los pies

La actriz de 'The Leftovers' interpreta a una de las integrantes de la familia Manson y sus pies protagonizan uno de los momentos icónicos de 'Érase una vez en Hollywood'.
Así superó Margaret Qualley el fetichismo de Tarantino por los pies
Así superó Margaret Qualley el fetichismo de Tarantino por los pies
Así superó Margaret Qualley el fetichismo de Tarantino por los pies

Como bien saben Uma Thurman, Bridget Fonda, Diane Kruger, Rosario Dawson o prácticamente todo el reparto femenino de Death Proof, el director Quentin Tarantino tiene un agudo fetichismo por los pies femeninos. De hecho, ese elemento se ha convertido en una seña de identidad tan reconocible de sus películas como sus diálogos, el uso de la música o la violencia. Por supuesto, Érase una vez en Hollywood no es una excepción a esa regla y son los pies de Margaret Qualley los que se llevan el merecido protagonismo podal en esta ocasión.

En una de las escenas más memorables de Érase una vez en Hollywood, que ya aparece planteada en el tráiler, el personaje que interpreta la actriz de The Leftovers, una de las jóvenes hippies integrantes de la familia Manson, va en el coche con Brad Pitt y planta sus pies desnudos sobre el salpicadero del vehículo. Tarantino filma ese momento desde fuera del coche, con un primer plano de las plantas de los pies pegadas al parabrisas desde dentro.

El caso es que Qualley no estaba muy segura de ese plano buscado por el cineasta. "Le dije a Quentin que era una mala idea, que mis pies no son bonitos", cuenta en una entrevista para IndieWire. "He estado llevando medias puntas durante mucho tiempo como para que los dedos de mis pies sean presentables para que el mundo los vea".

Así que el cineasta tuvo que convencer a la actriz. "Quentin [Tarantino], Brad [Pitt] y yo tuvimos un largo debate sobre el asunto. Ellos me decían que no pasaba nada, que mis pies estaban bien, y yo contestaba que no, mirad lo mal que están", recuerda Qualley. "Soy consciente de que tiendo a infravalorarme bastante habitualmente, pero estoy del todo convencida de que estos pies no son bonitos. Ya sé que me critico mucho pero no es el caso".

Al final Margaret Qualley accedió a rodar la escena en cuestión y afirma que no se arrepiente. "Solía mortificarme mucho con mis pies", confiesa. "Pero puede que ahora finalmente sea capaz de pasar página".

Así superó Margaret Qualley el fetichismo de Tarantino por los pies

Érase una vez en Hollywood se estrena el 15 de agosto.

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