'La llegada de un tren a la estación' cobra vida en 4K a 60 fotogramas por segundo

Experimenta una de las primeras películas del cine con la misma sensación de asombro que los espectadores contemporáneos de los hermanos Lumière.
'La llegada de un tren a la estación' cobra vida en 4K a 60 fotogramas por segundo
'La llegada de un tren a la estación' cobra vida en 4K a 60 fotogramas por segundo
'La llegada de un tren a la estación' cobra vida en 4K a 60 fotogramas por segundo

Una de las anécdotas más populares (y desmentidas) de los primeros años de existencia del cine es la que cuenta cómo los asistentes a una de las proyecciones del ingenio de los hermanos Lumière salieron corriendo despavoridos cuando vieron La llegada de un tren a la estación de La Ciotat (1895), una de las primeras películas de la historia.

Asombrados ante el realismo de las imágenes en movimiento, los espectadores creían que una locomotora auténtica estaba irrumpiendo en la sala y se los iba a llevar por delante.

No importa la de veces que se desmienta que la estampida se produjera realmente, su mito ha seguido propagándose.

La fuerza simbólica de la anécdota es perfecta para mostrar la fascinación que causaba el invento del cinematógrafo y su potencial a la hora de generar reacciones emocionales en el público. Por supuesto, no es la única ocasión en la que el cine nos inclina a creer en la leyenda por delante de la verdad.

No obstante, es habitual que cuando los espectadores actuales ven La llegada de un tren a la estación bromeen con la ingenuidad de aquellas personas finiseculares con bombín. Gracias al experimento realizado por un usuario de YouTube, ahora podemos estar un poco más cerca de vivir la sensación de veracidad que experimentaron según cuenta el mito.

Denis Shiryaev ha utilizado distintas herramientas de redes neuronales artificiales para crear una versión 4K a 60 fotogramas por segundo de la película.

Al reescalar masivamente la imagen (a 4096 píxeles) y reencuadrarla en panorámico, aplicarle hiperdefinición a todos sus elementos y aumentar el número de fotogramas por segundo consigue que el efecto sobre nuestra percepción sea radicalmente nuevo. Como si viéramos una escena de finales del siglo XIX grabada con un smartphone ayer por la tarde. No solo se nota en cómo avanza la locomotora a medida que el tren se acerca a la estación, nunca has visto tan fluido y real el movimiento de las personas que aguardan en el andén.

Esta es la versión original del filme que se ha manipulado, por si quieres compararlas.

Incluso, yendo un poco más lejos, Shiryaev también ha realizado una versión coloreada del filme que aplica una gama básica de colores sobre la imagen.

Recordemos que uno de los propósitos de los Lumière con La llegada de un tren a la estación fue acercarse a las imágenes tridimensionales. Louis Lumière llegó a rodar un remake con una cámara estereoscópica, que se proyectó junto a otros cortometrajes en 3D en la Academia de las Ciencias Francesas en 1934.

Eso sí, a pesar de lo curiosos que resultan estos experimentos, debemos hacer hincapié en la necesidad de conservación del material fílmico original, así como su preservación y visualización tal y como fue concebido.

Nada sería más terrible que la existencia de esta tecnología, similar a la empleada por Peter Jackson en su recuperación de metraje de la Primera Guerra Mundial, desencadenara una nueva oleada de "actualizaciones coloreadas" de clásicos del cine, como en su momento impulsó Ted Turner con fatídicos resultados.

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