Los técnicos de efectos visuales protestan por el gag de 'Cats' en los Oscar

Saber reírse de uno mismo, y de sus patinazos artísticos, es una virtud. Eso debieron pensar Rebel Wilson y James Corden cuando aceptaron cachondearse de Cats en los Oscar 2020. Ambos intérpretes, que aparecen en la película de Tom Hooper, subieron al estrado disfrazado de felinos (gordos) para presentar el premio a los mejores efectos visuales. Y, en vez de ronronear, se cachondearon a lo grande del filme y de sus tan comentada CGI. Un gag que hizo reír a mucha gente… pero no a los técnicos de efectos visuales.

En un comunicado (vía Entertainment Weekly), la Visual Effects Society ha protestado ante la Academia de Hollywood por el gag de Corden y Wilson. "Los productores [de los Oscar] decidieron convertir en un chiste los efectos visuales, y sugirieron que los malos efectos tenían la culpa de los malos resultados de Cats", afirma esta organización profesional con más de 3.700 miembros. Y prosigue: "Los mejores efectos visuales del mundo no compensan una historia mal contada". 

Más adelante, el comunicado califica de "decepcionante" el hecho de que la Academia "convierta a los efectos visuales en el blanco de una broma". "Nuestros artistas, técnicos e innovadores merecen respeto por sus importantes aportaciones al cine, y no deberían aparecer como un chivo expiatorio demasiado fácil que sirve para hacer reír a la gente", remacha el texto.

Tras subir a la tarima, embutidos en sus disfraces peludos, James Corden y Rebel Wilson soltaron una de las frases más lapidarias de la gala: "Como intérpretes de Cats, entendemos la importancia de unos buenos efectos visuales". El uso de CGI para convertir en gatos antropomórficos a los actores y actrices de la película provocó bromas de todo tipo desde el lanzamiento del primer tráiler, y ahora promete arrasar en los Razzie 2020. Pero ¿puede cargársele con la culpa de que la película fuese un desastre?