Los secretos del 'twinning', o cómo conseguir que un actor interprete a gemelos

Pantallas partidas, dobles de cuerpo y magia digital son las claves para desdoblar a una estrella en una película. Tom Hardy ha sido el último en hacerlo con 'Legend'.
Los secretos del 'twinning', o cómo conseguir que un actor interprete a gemelos
Los secretos del 'twinning', o cómo conseguir que un actor interprete a gemelos
Los secretos del 'twinning', o cómo conseguir que un actor interprete a gemelos

Para los actores es un gran desafío interpretativo y para los expertos en efectos especiales un reto por el que vale la pena agudizar el ingenio. Un desafío doble, nunca mejor dicho porque hablamos del efecto visual de la duplicación en pantalla de un solo actor o actriz, ya sea encarnando al mismo tiempo a gemelos y gemelas o incluso a diferentes clones de sí mismos. En la jerga profesional se conoce a este efecto como twinning y aunque vuelve a la actualidad con motivo del estreno de Legend, donde Tom Hardy se desdobla en pantalla poniendo rostro a los míticos hermanos mellizos Reginald y Ronald Kray, es casi tan antiguo como el cine.

Los experimentos para ver doble o triple se desarrollaron enseguida y a medida que el cine iba estableciéndose.Georges Méliès ya utilizó trucajes varios como la doble exposición para interpretar dos papeles distintos compartiendo plano –Un homme de têtes (1898), Le portrait mystérieux (1899) o L’ homme orchestre (1900)– y Lois Weber hizo uso de la pantalla partida en Suspense (1913) para mostrar a varias personas hablando a la vez por teléfono. Pero le debemos a la mítica y dulce Mary Pickford uno de los primeros ejemplos de la pantalla partida, el split screen, como técnica para que un actor pueda interpretar a dos personajes en la misma escena. La película se llama Stella Maris (Marshall Neilan, 1918) y en ésta Pickford interpreta a Stella y a Unity, una southern belle discapacitada y una pobre huérfana, gracias al buen hacer del director de fotografía Walter Stradling y a su uso de la pantalla partida.

A grades rasgos, el split screen consiste en filmar en una o varias tomas a uno u otro de los personajes interpretados por el actor/actriz en uno de los lados de la pantalla, y viceversa. Para finalizar el proceso, se proyectan las dos escenas por separado en otra nueva película con el objetivo de conformar la secuencia completa, y para evitar que el espectador pueda ver la línea que separa ambas tomas, se utilizan elementos del decorado que ayuden a lograr esa simetría casi perfecta y lo más invisible posible a ojos del público. Una técnica eficaz que ha funcionado a la perfección hasta la irrupción del cine digital.

Sea como fuere, Stella Maris con Mary Pickford es también de los primeros filmes que pone en escena uno de los dos tipos de historias sobre gemelos más habituales en el cine, la que nos explica el encuentro de un príncipe y un mendigo y sus polarizados destinos. El otro tipo de película con gemelos como protagonistas es el de los hermanos separados al nacer que se reencuentran con el tiempo. Es el caso de la película Dos pares de mellizos (Harry Lachman, 1936) donde Stan Laurel y Oliver Hardy, también conocidos como el Gordo y el Flaco y fotografiados aquí por Rudolph Maté, acababan metidos en un embrollo monumental, como era típico de la pareja, cuando su par de gemelos idénticos desembarca en la ciudad provocando, obvio, todo tipo de equívocos.

También es el caso de la cinta más famosa con el arte del twinning como corazón de la película: Tú a Boston y yo a California (David Swift, 1961). Durante los años dorados de Hollywood veríamos desdoblamientos de grandes estrellas como Betty Hutton en el musical Here Comes The Waves (Mark Sandrich, 1944) gracias al director de fotografía Charles Lang; a Olivia de Havilland en el noir A través del espejo (Robert Siodmark, 1946), con Milton Krasner (Perversidad, de Fritz Lang; Rey de Reyes, de Nicholas Ray) como responsable de la fotografía; o a Bette Davis en el melodrama Una vida robada (Curtis Berhanrdt, 1946) gracias al trabajo de Ernest Haller (Rebelde sin causa, Nicholas Ray); pero no fue hasta el largometraje familiar protagonizado por una Hayley Mills duplicada cuando el split screen como técnica para poner en escena al mismo actor interpretando dos personajes distintos alcanzó su máximo poderío.

Escena de Una vida robada (1946), con Bette Davis dando fuego a Bette Davis.

Ya en El prisionero de Zenda (John Cromwell, 1937) encontramos uno de las innovaciones más tempranas del split screen, en una escena en la que los gemelos no sólo comparten plano sino hasta interactúan en un momento en que los dos personajes interpretados por Ronald Colman se dan la mano. Para lograrlo, tal y como le contó David O. Selznick al historiador Ronald Haver en la biografía David O. Selznick's Hollywood (1980), se cubrió una parte de la lente con placas semiopacas que tapaban la cabeza y hombros del doble de Colman y se filmó una primera toma. Tras esa escena, se rebobinó la película en la misma cámara y se filmó encima una segunda toma con las placas cubriendo el resto del plano a excepción de la zona de la cabeza y hombros del doble. Colman se cambió de vestuario y se quedó quieto en la posición donde en la anterior toma estaba su doble para que filmaran su cabeza y sus hombros encajando en el cuerpo de su doble.

Pero la importancia de Tú a Boston y yo a California en la historia del twinning es capital, dado que se trataba de una película en la que en buena parte de su metraje aparecían juntas las gemelas protagonistas interpretadas por Hayley Mills. Según explican desde Disney, cada una de las escenas donde aparecían las hermanas se rodaba dos veces con apenas veinte minutos de diferencia entre toma y toma. En ocasiones se utilizaron dobles, algo habitual para conseguir la máxima verosimilitud en la puesta en escena, pero Mills se entregó a fondo a la hora de interpretar a Susan y Sharon y hacer creíble que no estábamos viendo a la misma actriz, sino a dos gemelas. Es cierto que el remake protagonizado por Lindsay Lohan en 1998 tenía encanto, pero era difícil superar a un original que marcó a más de una generación.

Así se hizo el split screen de Tú a Boston y yo a California (1961).

Tras ese hito, habría que esperar más de 25 años para que una película volviera a llevar aún más lejos la técnica del twinning. Gracias al canadiense David Cronenberg y a su Inseparables (1988) pudimos disfrutar de Jeremy Irons en el papel dual de una pareja de gemelos ginecólogos que intercambian identidad cuando una de las pacientes se enamora de uno de ellos. La película se apoyaba sobre todo en la estupenda interpretación de Irons, que para enfrentarse por separado a los dos personajes –el dominante Elliot y el introvertido Beverly– contaba los primeros días de rodaje con camerinos separados para cada uno de los hermanos. De cara a ayudar al equipo técnico, el actor utilizaba el lenguaje corporal para señalar a sus compañeros cuál de los dos hermanos interpretaba en cada momento, apoyando su cuerpo en los talones de los pies o bien en las puntas, entre otros métodos.

La brillante interpretación de Irons, sin embargo, hubiera quedado deslucida sin el trabajo del director de fotografía Peter Suschitzky, desde entonces habitual en la filmografía de Cronenberg, y del experto en efectos visuales Lee Wilson (Videodrome). Gracias a las incipientes nuevas tecnologías, Wilson desarrolló un sistema informático que le permitió a Cronenberg poder filmar largos travellings con los dos gemelos compartiendo plano, superando las limitaciones del split screen clásico. Para darnos cuenta del paso que supuso Inseparables en la historia del twinning, es recomendable comparar su propuesta visual con la de Ensalada de gemelas, estrenada ese mismo año y con Bette Midler y Lily Tomlin en el reparto. La distancia entre una y otra película es, obviamente, abrumadora.

Jeremy Irons contra Jeremy Irons en Inseparables (1998).

Tanto impresionó el empaque visual de Inseparables que Wilson fue llamado en España vía Agustín Díaz Yanes para que duplicara a Victoria Abril en la película de Eduardo Campoy Demasiado corazón (1992), aunque no era la primera vez que el cine patrio se atrevía a desdoblar a nuestras estrellas: Concha Velasco se transformó en hermanas trillizas en la película Festival de Benidorm (Rafael J. Salvia, 1961) mediante el split screen, mientras que en Vaya par de gemelos (Pedro Lazaga, 1977) Paco Martínez Soria se convertía al mismo tiempo en el hermano paleto y en el listo, también gracias a la pantalla partida, en un filme que homenajeaba su ciudad natal, Tarazona.

Paco Martínez Soria contra Paco Martinez Soriaen Vaya par de gemelos (1977).

Ejemplos de películas y de actores que han hecho del twinning una de sus señas está bien nutrida la historia del cine. Desde que Jean-Claude Van Damme se duplicara en Doble impacto (1991) lo hemos una vez más interpretando a gemelos en pantalla (Al límite del riesgo, de Ringo Lam) y otras tantas replicado en distintos personajes (Timecop, Replicant, The Order), influyendo a iconos como Jackie Chan, cuyo Twin Dragons (1992) está claramente inspirado en Doble impacto.

Jean-Claude Van Damme contra Jean Claude Van Damme en Doble impacto (1991).

 

Michael J. Fox en Regreso al futuro II (Robert Zemeckis, 1989); Michael Keaton en Mis dobles, mi mujer y yo (Harold Ramis, 1996); Nicolas Cage interpretando al guionista Charlie Kaufman en Adaptation (El ladrón de orquídeas) (Spike Jonze, 2002); Sam Rockwell en Moon (Duncan Jones, 2009); o Edward Norton en Hojas de hierba (Tim Blake Nelson, 2010) son otros tantos actores del cine reciente  con roles duales o clonados, todos creados a través de la técnica del split screen, ayudados, en algunos casos, por la informática. Pero el gran salto del twinning hacia el siglo XXI llegó de la mano de David Fincher en La red social (2010) con la creación de los gemelos Winklevoss interpretados por Armie Hammer y Josh Pence, pero ambos con el rostro de Hammer, enteramente mediante tecnología digital.

Los Winklevoss estaban encarnados, así pues, por esta pareja de actores, pero en posproducción la cabeza de Hammer se insertó digitalmente en el cuerpo de Pence, de manera similar a cuando Fincher incorporó la cabeza del Brad Pitt adulto en el cuerpo de un niño en El curioso caso de Benjamin Button (2008). Pence, en efecto y quizá muy a su pesar, se ha convertido en el tipo de la película sobre Facebook al que le han quitado el rostro.

Armie Hammer contra Armie Hammer en La red social (2010).

En Legend la técnica que Brian Helgeland ha empleado para duplicar a Tom Hardy es bastante parecida a la de Fincher en La red social. En las escenas en que los gemelos Kray comparten plano se utilizó al doble de acción de Hardy, Jacob Tomuri, que ya aparecía en Mad Max: Furia en la carretera (George Miller, 2015), como doble de cuerpo mientras que en una segunda toma de esas mismas escenas se filmaba sólo a Tom Hardy en primer plano para tener imágenes del rostro del otro gemelo. “Hay muchos trucos que se utilizan, el 70 por ciento de éstos apenas han variado de los que duplicaron a Hayley Mills en Tú a Boston y yo a California”, cuenta Helgeland en una entrevista en Entertainment Weekly sobre el estado del twinning hoy en día y sobre qué técnicas han utilizado en la película. En esa misma entrevista, de hecho, Dick Pope, el director de fotografía de la película, explica que la técnica del split screen y o el motion control, así como del retoque digital para duplicar a Hardy, ayudaron a crear la ilusión de los dos Hardy, pero también subraya la importancia capital de Tomuri a la hora de poder poner en pantalla a los Kray.

Hardy, en ese sentido, es de una honestidad brutal: “Jacob interpretaba a los dos hermanos cada vez que estos estaba juntos. No de la misma manera en que yo encarnaba a los gemelos, era más bien Jacob y yo interpretando a la vez a los dos hermanos al mismo tiempo”. Tal era la fisicidad en el set de rodaje entre Hardy y Tomuri que en la escena de la pelea cuerpo a cuerpo entre los dos hermanos, tanto uno como otro recibieron sendos excesos de energía: “Cuando íbamos a rodar la pelea de los gemelos en el club, Tom se acercó y me preguntó: ¿Cuántas tomas vas a hacer?”, explica Helgeland sobre esa secuencia. “Estábamos casi llegando a las tres cuartas partes del período de rodaje y nunca antes me había preguntado el número de tomas que iba a hacer, nunca. Así que le pregunté yo entonces: ¿Por qué quieres saberlo? Y me respondió: Porque Jacob y yo vamos a pegarnos de verdad, y quiero saberlo para poder ir relajándome". Lo de Hardy en Legend más que un tour de force actoral es, según se desprende de sus palabras, un verdadero cuerpo a cuerpo.

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