Los otros Drácula: cuidado, que muerden

Nos hincó el diente en... Brácula. Condemor II (A. Sáenz de Heredia, 1997)

Secuela demente del acontecimiento que sacudió el cine español de los 90, el western Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera. Aquí el malagueño es confundido con el príncipe de las tinieblas y no te digo trigo por no llamarte Rodrigo. Si sale Chiquito es buena. Punto redondo.

Nos hincó el diente en... Drácula chupa (Philip Marshak, 1978)

Jamie Gillis, Annette Haven, John Leslie, Paul Thomas, Kay Parker y hasta John Holmes. Todos los grandes del momento participaron en esta pornoparodia que se distribuyó mucho sin sus escenas explícitas porque también funcionaba dignamente como terror de baratijo.

Nos hincó el diente en... Amor al primer mordisco (Stan Dragoti, 1979)

George Hamilton, con su figurería característica, interpreta al conde transilvano tras el rastro de su amada, que ahora vive en Nueva York y está ennoviada con el nieto de Van Helsing. Una comedia algo olvidada pero de escandaloso éxito en su día.

Nos hincó el diente en... El pobrecito Draculín (Juan Fortuny, 1977)

El argentino Joe Rígoli, entonces muy famoso en España por sus apariciones televisivas, protagonizó este desastre absoluto donde el hijo del conde da pie a unas chuflas con señoras ligeras de ropa, unos chistes de mariquitas yuna vergüenza ajena sobrenatural.

Nos hincó el diente en... El jovencito Drácula (Carles Benpar, 1977)

Una comedia de tono enrarecido que juega al humor discursivo y a la astracanada intelectualoide. Explotación descarada de El jovencito Frankenstein, el melocotonazo de Mel Brooks, de manos de uno de los autores más particulares del cine español, que aquí dirige y protagoniza.

Nos hincó el diente en... Dracula: Pages from a Virgin's Diary (Guy Maddin, 2002)

Sofisticada versión danzada, muda y en blanco y negro salvo en el verde del dinero y el rojo de la sangre, donde el vampiro es un japonés al frente del Royal Winnipeg Ballet. Aunque se alzó con el gran premio del Festival de Sitges, nunca se estrenó en España.

Nos hincó el diente en... Deafula (Peter Wechsberg, 1975)

El Drácula más extraño de la historia del cine y un título todavía por descubrir. Un hombre sospecha que su madre pudo haber sido mordida por el conde transilvano estando embarazada. Su rareza estriba en que es, atención, la primera –y quizá la única– película filmada sólo en lenguaje de signos.

Nos hincó el diente en... Sangre para Drácula (Paul Morrissey, 1974)

Udo Kier, uno de los últimos baluartes del cine excéntrico, es aquí el vampiro a la busca de víctimas vírgenes en plena resaca hippie. Tras el éxito de Carne para Frankenstein, Andy Warhol produjo en Italia esta versión politizada, filosófica y sexy, con De Sica en el reparto y cameo de Polanski.

Nos hincó el diente en... Drácula (John Badham, 1979)

Con Frank Langella como cabeza de cartel, y aunque algo envarada en muchos aspectos, se trata de una de las versiones del clásico más valoradas por el espectador academicista, que aprecia su aire de distinción y su aroma victoriano.

Nos hincó el diente en... El conde Drácula (Jesús Franco, 1970)

La versión del tío Jess contó con Christopher Lee como el conde y coproducción con Alemania e Italia. Atmosférica, oscilante y todavía hoy discutida como no podía ser de otra manera. En su seno engendró otro clásico, el Vampir Cuadecuc de Pere Portabella, una fascinante película dentro de otra película.

Nos hincó el diente en... Drácula (George Melford, 1931)

Con Carlos Villarías, andaluz en Hollywood. Rodada en paralelo, por el turno de noche, en los mismos decorados en que de día se filmaba la versión de Tod Browning, esta curiosidad pensada para la distribución en los países de habla hispana logró superar en pulcritud técnica a la “original”.

Nos hincó el diente en... Drácula negro (William Crain, 1972)

Más conocida por su imbatible título original: Blacula. Un príncipe africano del XVIII solicita la ayuda de Drácula para combatir el tráfico de esclavos. Y pasa lo que pasa. Años después, su ataúd llega a Los Ángeles y empieza el festival. Tuvo secuela y abrió la veda del terror modulado como blaxploitation.

Nos hincó el diente en... Nosferatu el vampiro (F. W. Murnau, 1922)

Como se sabe, una de las mejores adaptaciones de Drácula no es tal. Tras fracasar en la compra de los derechos, el alemán F. W. Murnau tomó el argumento de Stoker por la patilla, le aplicó algunas variaciones y dio a luz a Nosferatu el vampiro. La viuda del escritor lo demandó con éxito y un tribunal decretó la destrucción de la película, de la que, por suerte, se salvaron las copias en manos de coleccionistas. La caracterización de Max Schreck pasó a la historia y años después lo emuló Klaus Kinski en la estupenda versión-homenaje de Werner Herzog, Nosferatu, el vampiro de la noche (1979), así como en la desbaratada Nosferatu en Venecia (1988), dirigida por un puñado de directores italianos en relevo que facturaron un sindiós sólo para amantes de la serie Z. En el año 2000, Elias Mehrige filmó la apreciable La sombra del vampiro, donde aliado con Willem Dafoe fantaseó con el rodaje de Murnau y la idea de que Max Schreck pudo haber sido un vampiro auténtico...