Los momentos más gay de 'Star Trek'

Zachary Quinto, el Spock de J. J. Abrams, acaba de salir del armario. Algo que viene como anillo al dedo a una franquicia con muchísimo 'cancaneo' oculto. Por CINEMANÍA
Los momentos más gay de 'Star Trek'
Los momentos más gay de 'Star Trek'
Los momentos más gay de 'Star Trek'

A estas alturas, ya no es un secreto: Spock es gay. Es decir, Zachary Quinto. El actor que da vida al vulcaniano de las enormes cejas en los remakes de Star Trek firmados por J. J. Abrams declaró ayer públicamente su homosexualidad en una entrevista para The New York Magazine. Quinto, de 34 años y con Margin Call a punto de estrenarse en España, había intervenido en campañas pro derechos gays como It Gets Better o la obra de teatro The Laramie Project, pero reconoce que fue su intervención en otra pieza escénica, Ángeles en América, la que le impulsó a afirmar su sexualidad públicamente.

Una revelación fascinante, como dirían en Vulcano, porque pese a los muchos tabúes políticos y sociales que ha roto (el primer beso interracial de la historia de la TV, protagonizado por Kirk y Uhura) y pese a contar con actores gays como George Takei (Sulu), Star Trek siempre ha mostrado una notable ausencia de personajes homosexuales... Pero no de momentos gays. Con la excusa de biologías alienígenas, accidentes dimensionales y otras peculiaridades del espacio exterior, la franquicia de la Federación nos ha ofrecido instantes de transparente lectura homófila. ¿No te lo crees? Descúbrelos con nosotros.

La ‘sospechosa’ amistad de Kirk y Spock (serie original)star_trek_gay_kirk_spock

Abrimos este informe con algo que no está para nada confirmado. Es más: sólo se susurra en los corrillos trekkie más ocultos. Y es que, entre bronca y bronca, el capitán Kirk (William Shatner) y su oficial científico vulcaniano (el recién jubilado Leonard Nimoy) cultivaron una amistad de lo más insinuante. Tanto, que aunque Gene Roddenberry, creador de la saga, no quiso incluir en la primera serie referencias a la homosexualidad (ver más adelante), muchas fans escribieron tórridos relatos implicando a ambos en actos sexuales y sentimentales de diversa índole, que se publicaron a través de fanzines. Y sí: hablamos de material producido sólo por mujeres, para mujeres. El cual, por supuesto, no tiene ninguna relevancia en la continuidad oficial de Star Trek. Pero cuando el río suena…

El capítulo censurado (La nueva generación)

Aunque su amigo George Takei afirma que Roddenberry no era homófobo, y que la ausencia de gays y lesbianas en Star Trek se debía a presiones de los productores, el creador de la saga reconoció con el tiempo que en su actitud inicial había muchos prejuicios. Por ello, además de prometer la aparición de parejas del mismo sexo en Star Trek: La nueva generación, aceptó que uno de sus episodios contuviese una transparente alusión al sida, una enfermedad a la que muchos se referían aún como “la peste gay”. Pero, aunque el guionista David Gerrold reemplazase al VIH por sanguijuelas romulanas (que quedan más galácticas, dónde va a parar), el productor ejecutivo Rick Berman se olió la tostada y el episodio nunca llegó a rodarse... Hasta que un grupo de fans lo llevó a la realidad, como parte de la serie amateur Star Trek: The New Voyages. Puedes verlo arriba.

Amor unisexual (La nueva generación)star_trek_gay_beso

¿Qué pasaría en una cultura en la que todos los individuos son del mismo sexo? Pues que el amor heterosexual estaría tan discriminado como la homosexualidad en la Tierra. El primer oficial Riker (Jonathan Frakes) tuvo ocasión de comprobar esto cuando, en el capítulo La exiliada (5ª temporada), se enamoró de un J’nai: una raza tan, pero tan evolucionada que se considera por encima de las cosas de la carne, y cuyos miembros ‘desviados’ son sometidos a una drástica reeducación para privarles de sus impulsos. ¿Te suena de algo? Para guardar las formas, el papel del/la enamorado/a de Riker fue encarnado por la actriz Melinda Culea, pero todos entendimos de qué iba aquello…

Un alien en el cuerpo de una mujer (La nueva generación)star_trek_gay_huesped

Viajar allí donde ningún ser humano ha llegado jamás tiene sus riesgos. Entre ellos, el de tener trato íntimo con seres de biología exótica. Que se lo digan a la doctora Crusher (Gates McFadden): en el episodio de la cuarta temporada El huésped, la cirujana del Enterprise descubre que su novio alienígena es un Trill, suerte de gusano inteligente que habita cuerpos ajenos. Las circunstancias imponen un trasplante de cuerpo, cosa que se soluciona temporalmente usando a Riker como huésped (sí, otra vez él). Pero los Trill no pueden habitar cuerpos humanos, con lo que el churri de Crusher debe ser implantado en otro individuo… Que resulta ser una mujer. Heterosexual convencida, la doctora renuncia a la relación, y los fans gay de la serie se pillan un cabreo enorme.

Un dios cósmico me tira los tejos (La nueva generación)

El ente transdimensional conocido como Q (John De Lance) no sólo se las hizo pasar canutas a los héroes de Star Trek: La nueva generación. También cuestionó, y mucho, la sexualidad del capitán Picard (Patrick Stewart). Presa, sin duda, de un irresistible fetiche por los calvos sexys, Q llegó a trastear en los sueños de su objeto de deseo: en el episodio El tapiz (6ª temporada), la divinidad cósmica se apareció en el subconsciente de un Picard gravemente enfermo, compartiendo su cama y soltándole lindezas como “En otro universo, podríamos haber sido más que amigos”. Y el que quiera entender, que entienda.

Whoopi Goldberg se pone chula (La nueva generación)star_trek_gay_whoopi_goldberg

La anécdota es menor, pero merece ser contada. ¿Recuerdas cuando Data (Brent Spiner) se hace una ‘hija’ robot en el episodio La progenie para aliviar su soledad? Si es así, también recordarás que es la tremenda Guinan (Whoopi Goldberg) quien le explica los ‘misterios de la vida’ a la joven androide, usando la frase “Cuando dos personas se quieren…”. Pues en el guión original, las palabras de la barman humanoide eran “Cuando un hombre y una mujer se quieren”. Goldberg, defensora acérrima de los derechos gays, presionó para cambiar los diálogos y adaptarlos a una visión más abierta del sexo.

Intercambio de fluidos (Espacio Profundo 9)star_trek_gay_dax_lenara

Atención, lectores: estamos hablando del primer beso gay de la historia de Star Trek. Lésbico, para ser más exactos, y motivado (como en El huésped) por la exótica fisiología de los Trill. Resulta que las leyes de esta especie simbiótica prohíben a sus miembros volver a relacionarse con su familia y amigos tras la muerte de sus cuerpos huéspedes, para evitar traumas innecesarios. Con lo que, cuando la Trill Jadzia (Jerry Farrell) se encuentra con su viuda (literalmente), el desbarajuste emocional es mayúsculo. La pareja cerrará cuentas pendientes con un impresionante morreo antes de partir peras para siempre. Snif…

¡Por fin podemos hablar del sida! (Enterprise)star_trek_gay_sida

Puede que se deba a que Kate Mulgrew, capitana de nuestra astronave favorita en esta serie, sea una lesbiana confesa y orgullosa. O, sencillamente, a que los tiempos habían cambiado. Pero lo cierto es que, más de una década después del veto a Blood and Fire, una entrega de la franquicia Star Trek incluía un trasunto alienígena a la temida enfermedad. Por hurgar en mentes ajenas sin tomar precauciones, la andrógina vulcaniana T’Pol (Jolene Blalock) se veía aquejada del Síndrome de Pa’Nar, una enfermedad nerviosa a cuyas víctimas se considera poco menos que parias. Lástima que, a aquellas alturas, el sida no supusiera ya el estigma social que fue en los 80 y los 90… Y que Enterprise sea la serie con la marca Star Trek menos apreciada por los aficionados.

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