Los greatest hits visuales de Brian de Palma (el mejor dotado del Nuevo Hollywood)

Del club de los barbudos formado por Spielberg, Scorsese, Coppola y Lucas, De Palma es el que más lejos ha llegado con la cámara
Los greatest hits visuales de Brian de Palma (el mejor dotado del Nuevo Hollywood)
Los greatest hits visuales de Brian de Palma (el mejor dotado del Nuevo Hollywood)
Los greatest hits visuales de Brian de Palma (el mejor dotado del Nuevo Hollywood)

Jennifer Salt era la hija del guionista Waldo Salt, el hombre que escribió Cowboy de medianoche y que fue uno de los supervivientes de la lista negra. Salt era amiga de Brian de Palma y había hecho varias películas con él. En la primavera de 1970 la actriz estaba en Los Ángeles. Y un día de entre todos aquellos en los que hubo un éxodo de cineastas hacia la ciudad de la luz, se encontraban ella y De Palma en la playa. Salt dijo: “Voy a venir a vivir aquí” y Brian contestó: “Yo también. Venga, vamos a tomar esta ciudad por asalto”. Así presenta Peter Biskind a Brian de Palma en su biblia del Nuevo Hollywood, Moteros tranquilos, toros salvajes. El escritor culmina el breve relato de este recuerdo de Salt con una frase de la propia actriz: “Éramos jóvenes y nos creíamos que íbamos a conquistar Hollywood”. 

Claro que lo conquistaron… Él y el resto de barbudos cambiaron el cine para siempre y renovaron la industria impulsándola hacia otra edad dorada. Pero esta es otra historia…

Brian de Palma lleva 60 años haciendo cine y ya se puede decir que es uno de los directores más atrevidos que han existido con el manejo de la cámara. Su estilo es exagerado, incluso desatado o violento. Todo en su cine radica en una profunda obsesión por Hitchcock que en ocasiones (en muchas) ha jugado en su contra, pero siempre, en cada una de sus películas ha conseguido un hallazgo visual y extravagante para el disfrute del espectador.

Brian de Palma es único y estos greatest hits visuales que exponemos a continuación son un ejemplo de su envergadura como artista.

LA PANTALLA PARTIDA EN ‘EL FANTASMA EN EL PARAÍSO’ 

Antes de El Fantasma en el paraíso, Brian de Palma ya había utilizado la pantalla partida, y de hecho seguiría utilizando este recurso en el resto de su filmografía. Es una forma maravillosa de narrar dos cosas a la vez dando el doble de información al espectador para poder juguetear con sus expectativas y, por supuesto, con el suspense.

El mismo ha reconocido su obsesión por este recurso: “Con la pantalla dividida el público tiene la oportunidad de juntar dos imágenes simultáneamente y algo sucede en su cabeza… Les está dando una yuxtaposición”. 

Sin embargo es en esta escena de El Fantasma en el paraíso cuando llega a la excelencia como narrador usando la pantalla partida. En esta secuencia De Palma hace el mejor homenaje posible a Hitchcock llevando el suspense hasta su forma más pura. El espectador sabe que hay una bomba en el coche mientras el resto de personajes son completamente ajenos, la bomba se acerca irremediablemente a ellos…

EL FINAL DE ‘CARRIE’

Cámara lenta, pantalla partida, zoom, foco caleidoscópico, colores saturadísimos, primeros planos con rostros atravesados por las emociones… Este explosivo final de una de sus películas más famosas es, en su puesta en escena, la esencia misma (y más caótica) de las cualidades narrativas de Brian de Palma. 

LA ESCENA DEL MUSEO EN ‘VESTIDA PARA MATAR’

La geografía de los espacios es otro de los elementos que mejor maneja este director. Y hace gala de ello en varios de sus filmes.

En Vestida para matar hay una escena muy complicada de planificar donde el perseguidor y el perseguido se intercalan los roles en varias ocasiones jugando al gato y el ratón de una manera enfermiza y (de nuevo) heredada de Hitchcock en un museo. El suspense de esta escena lo construye De Palma únicamente a través del espacio. Pero para que esto funcione prepara al espectador familiarizándole primero con el lugar y después con el quién y el dónde para que nadie se pierda. La partitura de Pino Donaggio es el lazo para esta secuencia casi orgásmica de puro cine.

EL GIRO DE CÁMARA  (Y LA LENTE ESPECIAL) EN ‘IMPACTO’

Impacto tiene el final más triste y cínico de toda la filmografía de Brian de Palma. John Travolta es un ingeniero de sonido de películas de serie b, la última película en la que trabaja necesita un grito de mujer a la altura de un asesinato en la ducha (otra vez Hitchcock). De manera completamente fortuita se ve inmerso en una conspiración política que acaba con la vida de un gobernador mientra graba sonidos cerca de un puente. La película se desarrolla a dos niveles, la intriga de su argumento y el discurso de cine sobre cine a través de los sonidos y las imágenes… Al final cuando el personaje de Travolta intenta salvar a la chica en el día de la independencia… No llega a tiempo. Muere en sus brazos. Sin embargo, si consigue grabar su último grito antes de ser atrapada y asesinada por el malo de la película. Al final, completamente hundido, el ingeniero de sonido que no ha conseguido resolver la conspiración usará el grito para la película mala de serie b.

Pero no es ese final la escena más atrevida de Brian de Palma en esta película. Ni tampoco el abuso de los split-field dipter, esas dobles lentes que con las que el director consigue una profundidad de campo casi surrealista cuando John Travolta graba el sonido de una rana en la orilla del río desde un puente y nosotros, los espectadores, vemos ambos elementos con la misma nitidez y en el mismo plano a pesar de estar lejísimos.

No, la escena más atrevida de De Palma en esta película es aquella en la que alguien (los malos) borran todas las películas de Travolta y este, desesperado, rebusca en toda su oficina mientras el director da vueltas y vueltas con la cámara en ese pequeño espacio. Una escena que juega con la paciencia y los nervios del espectador que siente exactamente lo mismo que el protagonista de la película en ese momento.

EL VIDEOCLIP ‘RELAX’ EN ‘DOBLE CUERPO’

El único director capaz de volarnos la cabeza poniendo una versión pxicosexual de un videoclip de manera casi íntegra en mitad de una película llevando al espectador y también al protagonista a otra dimensión narrativa sin que la confusión convierta dicha escena en algo completamente ridículo es el maldito Brian de Palma.

EL TIROTEO EN LAS ESCALERAS DE ‘LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS’

Es, quizá, la película más famosa de Brian de Palma… Y la escena del tiroteo en las escaleras con las mil referencias cinematográficas es, también quizá, una de las escenas sobre las que más se ha escrito en toda la historia.

Brian de Palma lleva a la excelencia casi todos sus recursos narrativos al servicio del que posiblemente sea uno de los más bellos homenajes a la narrativa y arte cinematográfico. Sigue siendo tan disfrutable como en el momento de su estreno y vista, fuera de contexto, es una pieza clave en el arte del montaje.

LAS ESCALERAS ELÉCTRICAS EN ‘ATRAPADO POR SU PASADO’

Atrapado por su pasado es la mejor película de Brian de Palma y a la vez es la menos Brian de Palma de todas sus películas.

Pero sí que hay en ella una persecución de 10 minutos en la estación Gran Central que es indudablemente una de las grandes piezas del cine de los 90. Entre esos 10 minutos de metraje hay una pieza donde Al Pacino esquiva a los matones a través de varias subidas y bajadas por escaleras eléctricas. De Palma vuelve a demostrar una vez más su absoluto dominio del espacio en el que rueda y la ubicación que debe tener la cámara para que el espectador se atragante de tensión.

El propio Brian de Palma ha reconocido alguna vez que jamás conseguirá volver a rodar algo parecido.

EL PLANO SECUENCIA EN ‘OJOS DE SERPIENTE’

Una toma de 13 minutos donde De Palma en un falso (pero creíble) plano secuencia carga la secuencia de distintos encuentros de Santoro con personajes detrás del escenario o alrededor del ring en el que va a ocurrir la tragedia… Llamadas telefónicas, peleas y una culminación caótica donde Santoro sale de su elemento empujando al director a romper la toma.

Es uno de los mejores planos secuencia de la historia del cine. No porque esté rodado mejor que otros, no por que sea más complicado que otros, ni siquiera es un plano secuencia real, hay tres cortes casi imperceptibles… Es uno de los mejores planos secuencia porque es el absolutamente necesario para darle un sentido narrativo a una película que crece dando círculos sobre dicha secuencia como una versión moderna de Rashomon.

Esta es, sin duda, la última gran obra de un cineasta irregular pero tremendamente estimulante.

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