Los géneros cinematográficos según Quentin Tarantino

A sus 58 lustrosos y cinéfilos años, Quentin Tarantino ha tocado prácticamente todas las variedades posibles del cine.
Los géneros cinematográficos según Quentin Tarantino
Los géneros cinematográficos según Quentin Tarantino
Los géneros cinematográficos según Quentin Tarantino

Todavía no había tocado el terror, pero en la escena de Spahn Ranch el director de Pulp Fiction construye una confusa y aterradora atmósfera que le empuja a firmar un pasaje único hasta ahora en toda su filmografía. Quentin Tarantino es un intelectual, una absoluta enciclopedia cinematográfica y además sabe dirigir y tiene gracia, así que entrar en otro género no es ningún misterio, aunque él mismo reconoce que esta escena en concreto le ha salido mejor de lo esperado.

Hoy, cuando el director que puso Hollywood a temblar en los 90 cumple 58 años (felizmente casado y padre de un hijo: quién lo iba a decir), es necesario repasar todos los géneros cinematográficos que Quentin Tarantino ha hecho suyos a lo largo de tres décadas.

ACCIÓN 

Cuando Tarantino presentó Kill Bill vol.1 en Madrid dijo algo que marcó a todo el fanboy: “Para mi el cine de acción es el cine por excelencia”.

En esta escena de Kill Bill la acción es abrumadora. Los movimientos de cámara, los primeros planos, los encuadres, el ritmo de montaje en el que a pesar de un tempo frenético el espectador no se pierde ni un corte, ni una patada, ni una gota de sudor o de sangre derramada.

Tarantino demuestra tener un talento innato para manejar una coreografía tan compleja como el baile de Beatrix y los 88 maníacos. De hecho, la entrevista de Tarantino ese Junio de hace 15 años seguía así:

“Mi objetivo con Kill Bill era rodar las mejores tomas de acción del cine. Si lo he conseguido o no, será decisión del público. Pero no quería hacer una película de acción que estuviera bien, quería hacer una película de acción que fuera una obra maestra”.

THRILLER

Es el género que llevó a Tarantino a ganar una Palma de Oro y a convertirse en el enfant terrible de Hollywood. Ejemplos de cómo el director domina este lenguaje hay decenas pero sin duda toda la secuencia que comienza con Bruce Willis preguntado por el reloj que su padre y después Christopher Walken llevaron en el culo durante la guerra de Vietnam es sublime.

Bruce Willis, al que persiguen los tipos más peligrosos de la ciudad o del país, se tiene que cruzar calles y calles hasta su casa (donde claramente habrán comenzado a buscar) en una escena tras otra donde la tensión se puede tocar.

Y entonces Tarantino comienza a regalarnos giros argumentales que Alfred Hitchcock hubiera disfrutado de lo lindo: Vicent Vega saliendo del baño y siendo disparado a bocajarro, el atropello de Wallace, la tienda, la violación y por último esa frase lapidaria de Bruce Willis cuando su chica le pregunta quién es Zed.

“Zed está muerto, nena. Así está”

COMEDIA

De repente Brad Pitt nos hace reír tanto como en aquel capítulo de Friends en el que estaba tan pasado como divertido. La tensión de esta escena de Malditos Bastardos también ayuda a que el espectador suelte la risa floja con las muecas de Pitt haciéndose pasar por italiano delante de un Christoph Waltz en estado de gracia, resabido, tendencioso e inquieto.

WESTERN

El Western es una de las obsesiones de Tarantino. En varias entrevistas ha declarado que una de las primeras cosas que hace para decidir si ir o no en serio con alguna mujer es ponerle Río Bravo.

Cualquier escena de Kill Bill vol. 1 es puro western pero lo suyo es ir a los títulos en los que Tarantino ha querido reconstruir uno de sus géneros favoritos siguiendo las mismas reglas del juego.

Cada plano de ese primer encuentro entre John Ruth y Marquis Warren es puro western, además western del clásico, del que rodaba John Ford, el que se basaba en rodar las caras de sus actores. De John Wayne hasta Samuel L. Jackson. En Los odiosos ocho el paisaje es uno de los protagonistas, por supuesto, un montón de nieve para un neowestern que comienza homenajeando La Diligencia.

SPAGHETTI WESTERN 

Y cómo no, el spaguetti western. El género de Leone que regaló a la humanidad esa película titulada El bueno, el feo y el malo, también una de las películas favoritas de Quentin Tarantino.

En Django Desencadenado Tarantino eleva el spaguetti western llevándolo a la máxima expresión del entretenimiento moderno, con las reglas básicas del género sumadas a mucha más sangre y con ese hip hop sublime titulado The Payback que, sorprendentemente, eleva el lirismo de la escena como aquellas piezas de Ennio Morricone.

'BUDDY MOVIE'

Olvidemos los tiroteos y los espadazos: más allá del tópico que le persigue desde los inicios de su carrera, Tarantino es ante todo un escritor de diálogos, y sus personajes se definen tanto por lo que dicen como por lo que hacen. De ahí que siempre necesiten interlocutores, con los que entablan relaciones tirando a complicadillas.

De esta manera, las relaciones entre antihéroes tarantinianos recrean muchas veces el modelo de la 'película de amigotes', desde Dos hombres y un destino hasta Arma letal. Solo que, en la mayoría de los casos, con resoluciones más complejas que van de lo hilarante a lo trágico.

Para comprobarlo podemos observar a Vincent (John Travolta) Jules (Samuel L. Jackson) en Pulp Fiction o a Ordell (Jackson) y Louis (Robert De Niro) en Jackie Brown, pero seguramente el ejemplo más acabado de estos bromances al estilo Tarantino sea el de Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) Cliff Booth (Brad Pitt) en Érase una vez en Hollywood. Ambos son muy distintos entre sí, ninguno de ellos es buena persona y seguramente el segundo haría bien mandando al primero a hacer puñetas… pero no serían nada el uno sin el otro.

GORE

Hay muchísima sangre salpicada por toda la filmografía de Tarantino. Vincent Vega disparando en el coche y llenando la tapicería de sesos, todas las escenas de acción de Kill Bill, el tramo final de Django Desencadenado… Sin embargo, esta escena de Reservoir Dogs es la que marcó a toda una generación y en cierta forma uno de los momentos más icónicos de su filmografía y del cine de los 90. El señor rubio torturando al son de Stuk in the Middle with you nos enseño dos cosas de Tarantino: Sabe remover estómagos y es una máquina de descubrir temazos.

BLAXPLOITATION

Con Jackie Brown Tarantino dirigió la única de sus películas que no está basada en una idea original suya, si no en una novela de Elmore Leonard, autor que influenció enormemente al director a la hora de escribir sus famosos diálogos.

Toda la película es un homenaje a aquel movimiento cinematográfico de 1970 llamado blaxplotation y que consistía, básicamente, en poner a la comunidad afroamericana como protagonista. Para muchos, Jackie Brown puede ser considerada una película menor de Tarantino, sin embargo, tiene algunas de las mejores escenas de su filmografía…

Una discusión, un poco de violencia,un coche, Samuel L. Jackson con la indumentaria que marcó los 90 y de fondo -y ahí es donde reside el mayor acercamiento a este género- un poquito funkie.

ARTES MARCIALES

El entrenamiento de Pai Mei es un claro homenaje a las películas de artes marciales asiáticas, de hecho el maestro es un personaje que ya existía en la ficción antes de Kill Bill, concretamente en las producciones de la Shaw Brothers.

Tarantino lo utiliza en uno de los flashback más maravillosos (y tensos) del cine moderno, con Uma Thurman enterrada y recordando las ortodoxas maneras del entrenamiento del maestro.

El entrenamiento está lleno de momentos estilísticos forzados, exagerados, zooms imposibles y todo queda de maravilla en esta deconstrucción de un género que nada tiene que ver con el cine de occidente.

ANIME

También se ha atrevido con el Anime, concretamente para otro precioso flashback, el del sangriento y dramático pasado de una de las letales asesinas de Bill, O’Ren.

Esta historia de vengaza es otra película completamente distinta dentro de la gran historia de venganza que es Kill Bill. Este pasaje tiene el tempo de los animes, la estética, los litros de sangre, la música, las voces, cada trazo…

La capacidad del director de Tennessee para adaptarse a tan distintos tonos cinematográficos llega a sus cotas más altas con esta muestra de creatividad y de control donde en una misma cinta caben tantas distintas.

DRAMA ROMÁNTICO

También la filmografía de Tarantino guarda una increíble historia de amor en Malditos Bastardos. La de Shosanna y Marcel. Pero como siempre, Tarantino no puede dejar que un género respire con normalidad y somete a estos dos personajes a uno de esos finales más brutales y, sin embargo, estimulantes de cuántas películas sobre nazis o judíos se recuerdan.

Ella pintándose de rojo para la batalla final en un cine mientras él, detrás del telón preparando el fuego que hará arder a todo el alto mando del ejército Nazi…

SUSPENSE

Y por último la mejor escena de todo el cine de Tarantino. El comienzo de Malditos Bastardos. El suspense es esto…

El espectador sabe que bajo el suelo de ese granjero francés hay una familia entera de judíos escondidos. Mientras se bebe un rico vaso de leche, Hans Landa hace las preguntas adecuadas y con una monstruosa paciencia acaba quebrando el alma de su interlocutor hasta que ocurre la tragedia. Y el espectador sufre tanto como ese granjero porque Tarantino sabe controlar el suspense con tanta maestría como el propio Hitchcock.

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