Los fetichismos de Tarantino, al descubierto en internet

SÓLO PARA ADULTOS Un ligue del genio de la gran mandíbula divulga unos 'e-mails' en los que lo cuenta todo (pero absolutamente todo) sobre sus costumbres amorosas. ¿Tomará el Señor Lobo cartas en el asunto? Por CINEMANÍA
Los fetichismos de Tarantino, al descubierto en internet
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Los fetichismos de Tarantino, al descubierto en internet

Que a Quentin Tarantino le gustan los pies es un hecho bien sabido. En todas sus películas, el actor y director nunca se ha privado de mostrar cómo pierde el oremus por los apéndices inferiores de una chica guapa. Pero últimamente Hollywood se está enterando demasiado bien de esta pasión tan peculiar, y todo ello gracias a una de las cosas que más puede temer una celebrity: las confesiones indiscretas de un ligue de una noche. Resulta que, durante una fiesta en Los Ángeles, Quentin conoció a una chica llamada Beejoli Shah, con la que acabó teniendo palabras mayores de tipo íntimo. Al día siguiente, la chica envió un relato de la experiencia a unos cuantos amigos por correo electrónico, explicando con pelos y señales que no había quedado nada satisfecha. Pero nada.

Hasta ahora, la cosa parece más o menos inocua. Pero es que Beejoli trabaja para una agencia de management de Hollywood, y los contactos a los que envió su correo estaban todos más o menos relacionados con la industria del cine. El resultado: el mensaje de marras circulaba por internet a las pocas horas, haciendo las delicias de los medios de comunicación. Cuando la historia comenzó a divulgarse, Shah fue despedida de su trabajo.

¿Es realmente tan tremenda la confesión de Beejoli Shah? ¿Puede desvelarnos algo que no hayamos visto ya en Abierto hasta el amanecer, o que no se intuyera en Pulp Fiction o Death Proof? Pues, la verdad, sí. A continuación os ofrecemos unos fragmentos del e-mail de marras, traducidos al castellano: podéis leer el original (en inglés) en FilmDrunk, y decidir así quién es el que queda como el mayor estúpido, si el cineasta o su rollete indiscreto. Mucho ojo: el contenido de la transcripción es muy explícito, y sólo para adultos.

"Una hora después [de llegar a la fiesta], descubro que el tipo que está echando zumo de naranja en mi vaso es QT [Quentin Tarantino] en persona. Me doy cuenta de que tengo que ir a por todas, y le digo, en toda mi gloria de friki: 'Seguro que todo el mundo te dice esto, pero me encantó Reservoir Dogs".

"Quentin: Así que te encantó Reservoir Dogs, ¿eh? ¿Cuáles de mis otras películas te gustan?

Yo: Oh, vaya. Ya sabes... Me gustó mucho Kill Bill.

Quentin: ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿La 1, o la 2?

Yo: Un poquito las dos, la verdad. Tampoco me matan.

Quentin: Nadie me había dicho algo así sobre unas películas tan influyentes".

"Sí: es una historia real. Estoy enrollándome con el puto Quentin Tarantino en una cocina abarrotada de gente. No puedo parar de reírme, porque mis amigas no paran de hacerme señas por encima de su cabeza. A estas alturas, lo hago todo por el bien de la Historia".

[A estas alturas, Beejoli y Quentin ya se han hecho las fotos de cabina que podéis ver al final de esta noticia, y han ido a casa de este último -en el coche de Jamie Foxx, nada menos- y llevan un buen rato charlando. Es el momento de pasar a mayores.]

"Tras una larga conversación sobre cine, Quentin dice que si nos vamos a la cama, y ese es el momento en el que empiezo a asustarme. El rollo está empezando a perder su emoción, porque que te cubran de sudor no es nada atractivo, y estamos entrando en el momento de la verdad en el que hay que decidir si meterla o no".

"Nos besuqueamos un rato más, porque QT tiene el pene más feo que he visto en mi vida. Corto, grueso, parecido a un muñón. El carajo de todos los carajos. (...) Unos instantes antes de que empiece a hiperventilar pensando en que ese apéndice corporal tan feo pueda empalarme el Britney, él se inclina y dice 'Oye...'. Conozco ese 'Oye...': es el de 'Oye, ¿me pongo el condón?'. Mientras busco formas de salir de esta, escucho la pregunta más rara que me han hecho en mi vida: 'Oye, ¿puedo chuparte los pies mientras me la pelo?".

"Y así comienzan los 10 minutos más raros de mi vida: un director ganador del Oscar enrollándose con mis pies mientras se da placer a sí mismo".

"Adjunto las fotos que nos hicimos en una fotomatón, para aquellos que piensen que tengo una imaginación demasiado vívida. Y sí: él parece el monstruo de Frankenstein".

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