Los 80, ¿la edad de oro del cine en TV?

¿Ciclos de películas clásicas en 'prime time'? Existieron, y Miguel Herrero te lo cuenta en su libro 'Los 80 responden otra vez'.
Los 80, ¿la edad de oro del cine en TV?
Los 80, ¿la edad de oro del cine en TV?
Los 80, ¿la edad de oro del cine en TV?

Recordada con espanto por muchos que la vivieron, y mitificada por otros tantos que nacieron tras su fin, la década de 1980 siguen siendo carne de revival por muchas razones, entre ellas su televisión.Y eso aunque en España sólo hubiera dos emisoras (públicas ambas) en activo, que se dice pronto. Sí, fueron los años de La bola de cristal, Luz de luna, Falcon Crest y los especiales de nochevieja de Martes y Trece, pero también una época en la que la pequeña pantalla nos mostró el cine de una forma inconcebible ahora. ¿En qué nos basamos para decir esto? Pues en nuestra charla con Miguel Herrero, presentador televisivo él mismo (en la TV autonómica de Castilla La Mancha) y autor de Los 80 responden otra vez (Diábolo Ediciones), un libro de recuerdos ochenteros que le da mucha, mucha importancia a cómo se veían las películas en el medio catódico.

Contenidos aparte, Los 80 responden otra vez tiene un cariz muy ochentero (y también dosmilero), para empezar porque es una secuela de Revisitando los 80, volumen tras cuya conclusión el autor se quedó con ganas de abordar "muchos temas que se quedaron por tratar, como el festival de Eurovisión, el de la OTI o las revistas televisivas": publicaciones como Teleindiscreta, Supertele o Clan TV, siempre llenas de cotilleos y de merchandising, tienen un lugar de honor en sus páginas. Por otra parte, Miguel Herrero está orgulloso de haber tirado de hemeroteca (la documentación gráfica del volumen es superlativa) y de entrevistas con presentadores y periodistas como José Luis Fradejas o Mayra Gómez Kemp, que participó en la presentación de la primera entrega. En todo caso, y en lo que al cine se refiere: ¿qué hacía que la relación entre el cine y la tele ochentera fuese tan especial? Para empezar, recuerda el libro, la existencia de magazines sobre cine como De película o Fila 7, emitidos en prime time o, al menos, no relegados al horario de madrugada. Para seguir, una programación en la que el cine clásico ocupaba un lugar de honor. Pero no adelantemos acontecimientos...

Como recuerda Miguel Herrero, un chaval de los 80 podía adquiriri una cultura fílmica muy apañada a través de su televisor. "Eso lo dice hasta Almodóvar: Televisión Española educó al público", señala el autor. Y prosigue recordando que la emisora estatal "tenía muy buen criterio a la hora de clasificar las películas por franjas horarias: la del sábado tarde estaba pensada para los espectadores jóvenes, con películas de aventuras y westerns, Sábado cine -el sábado por la noche- era para los grandes estrenos y los martes y los jueves se dejaban para cosas 'serias', con programas como Sesión de noche, que emitían ciclos dedicados a actores y directores". Eso por no hablar de espacios como La clave (donde una película servía de eje al debate político moderado por José Luis Balbín) y Cine de medianoche, dedicado a los filmes polémicos o subidos de tono (según recuerda Herrero en su volumen, Pedro Almodóvar se mosqueó cuando su Pepi, Luci, Bom... fue emitida en un horario tan poco decoroso) o a Filmoteca TV y el sempiterno Cine Club con sus películas en versión original. Aunque, emitiéndose estos espacios de madrugada, el espectador se veía obligado a trasnochar... O a programar el VHS.

Ahora bien: no nos pongamos nostálgicos de más. Los 80 responden otra vez recuerda que la emisión de según qué filmes, como Padre, padrone, podía costarle un follón a la dirección del Ente Público. Y, además, si uno podía deleitarse con un ciclo dedicado a Elia Kazan el martes por la tarde, o con otros tantos dedicados a Charles Chaplin o Roger Corman el domingo, no era sólo por un particular interés cultural, sino tambien económico. "TVE no tenía dinero para títulos recientes", explica Miguel Herrero, recordando que en una época en la que el vídeo doméstico sólo balbuceaba, comprar los derechos de emisión de una película famosa suponía un desembolso enorme. Un ejemplo: "Cuando Lo que el viento se llevó se emitió en televisión por primera vez [el 27 de junio de 1986], batió récords de audiencia", algo que también ocurrió con Casablanca. Por otra parte, Herrero también reconoce que muchos de esos títulos serían ahora "material para ciclos de madrugada". Y, de hecho, lo son.

En Los 80 responden otra vez también hay sitio para anécdotas delirantes, como aquel día de 1984 en el que TVE emitió una película en 3D. Se trataba de Fort Ti (1953), del viejo pirata William Castle, y su inclusión en la parrilla hizo que se vendieran un millón y medio de gafas estereoscópicas de cartulina y celofán (igualito que ahora con Transformers: La era de la extinción, vamos). También para efemérides, como la gala de los Oscar de 1987, la primera retransmitida íntegramente por televisión en España. Y, claro, también hay espacio para reseñar el fin de una época en diciembre de 1989. No sólo por la cosa cronológica, explica Miguel Herrero: "Ese mes empieza a emitirse Cristal, la telenovela venezolana que se convierte en un fenómeno social. Y, en enero de 1990, empiezan a emitir las televisiones privadas, con lo que comienzan los programas de tele-realidad como ¿Quién sabe dónde? y el cine pierde mucho protagonismo".

En todo caso, Miguel Herrero no descansa: ahora está preparando un libro sobre la televisión en los 90, en el que suponemos que el programa de Paco Lobatón, el Mississippi de Pepe Navarro y las Mamachicho se llevarán su buena cuota de páginas. Por otra parte, tras haber escuchado su análisis sobre la relación del cine y la TV en los ochenta, a nosotros nos queda la duda sobre si es mejor ver películas con cuentagotas, pero seleccionadas con criterio, o recibir una oferta donde la cantidad prima sobre la calidad. ¿Qué piensas tú?

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