Lo que Matrix predijo de 2019

Las teorías filosóficas que guarda Matrix son riquísimas y muy estimulantes. Las Wachowski van desde enseñanzas budistas: “No es lo mismo conocer el camino, que andar el camino”; hasta el mesianismo cristiano representado por el propio Neo o el gnosticismo que persigue la tripulación de Morfeo. Por supuesto todo el rato estamos hablando de la caverna de Platón (elegir o no elegir la maldita pastilla roja), Alicia en el país de las maravillas y el Mundo de Oz.

Matrix es religión, filosofía, ciencia, ciberpunk, música electrónica dance, cine de acción, tiempo bala, cuero, ordenadores, IA, amor, revolución, ecología y sexo. 

Son demasiadas cosas y ni 20 años dan para un análisis completo de todo lo que ofrece esta película que cambió el cine en 1999. Tanto es así que, hoy, en el 2019 aún coletean unas cuantas influencias de la película ya no solo en el arte cinematográfico, sino en la vida. De hecho podemos dividir las predicciones de esta película en dos grupos: LA REALIDAD y el CINE (LO NO REAL).

QUE NO NOS GUSTA LA REALIDAD

La odiamos y por eso pasamos el día constantemente entre estímulos que van desde las plataformas de VOD, los stories de Instagram, los podcast, YouTube, los Memes, Twitter, Spotify, la cerveza artesanal, el MDMA… Todas estas cosas que nos hacen felices porque nos alejan de esa realidad que nos aburre o nos frustra o nos pone tristes.

Todas estas cosas que nos distraen día a día y por las que invertimos tiempo y mucho esfuerzo serían nuestro Matrix. Mientras que en la realidad tenemos que ir a trabajar, hablar con gente que no nos cae bien y hacer lo que se supone que debemos de hacer (ser padres, ascender en el trabajo, ganar un montón de dinero, irnos de vacaciones todos los años). Somos los elegidos, los Neos de la vida corriente que al menos, eso sí, no tienen que comer una especie cosa asquerosa parecido a vómito de bebé, vestir andrajos y ver la tele codificada.

La realidad es incómoda, pero debemos dejar de ser Cifra para convertirnos más en Morfeo… Porque nuestro problema con la realidad es que no dejamos espacio para nosotros mismos, no nos callamos nunca, no buscamos en nuestro propio silencio lo más importante: Quienes somos o quienes queremos ser. Si lo hiciéramos disfrutariamos muchísimo de la realidad, seríamos conscientes de nosotros mismos como individuos y también seríamos dueños de nuestro destino. Sin oráculo ni cursos rápidos de pilotar aviones. Y esta sí que sería la auténtica revolución.

EL DESGLOSE DE GÉNERO

Cuando a finales del siglo XX la transición de género era casi un tema tabú las hermanas Wachowski, que entonces eran los hermanos Wachowski, nos volaron la mente sin nosotros darnos cuenta.

Thomas Anderson tiene una doble vida. Hay algo que le obsesiona, algo que sabe que anda mal en el mundo pero no consigue descifrarlo… “una astilla en tu mente”. La matriz es el género binario. Los agentes, por su puesto, representan la transfobia. Y la píldora roja, claro, que no es otra cosa que una metáfora de la terapia hormonal.

Y luego, claro… Todo este párrafo del final:

“Sé que tenéis miedo. Nos teméis a nosotros. Teméis el cambio. Yo no conozco el futuro. No he venido para deciros cómo acabará todo esto. Al contrario, he venido a deciros cómo va a comenzar. Voy a colgar el teléfono y luego voy a enseñarles a todos lo que vosotros no queréis que vean. Les enseñaré un mundo sin vosotros. Un mundo sin reglas y sin controles, sin límites de fronteras. Un mundo donde cualquier cosa sea posible. Lo que hagamos después es una decisión que dejo en vuestras manos”.

En 2012 Lana Wachowski salió públicamente a la luz como una mujer trans, Lilly hizo lo mismo cuatro años después.

QUE VERÍAMOS EL MUNDO CODIFICADO

¿Qué es mirar twitter en el metro a toda leche ingiriendo la actualidad fragmentada por nosotros mismos?

¿Qué es pasar los stories de IG rápido para poder saciar nuestra curiosidad por el otro y de paso darnos un momento de satisfacción fácil interactuando con alguién al que en el fondo no queremos tanto?

¿Qué es dar 20 match en Tinder seguidos en el sofá mientras ingerimos la última serie de Netflix que lo peta?

QUE COMERÍAMOS BAZOFIA

El cambio climático amenaza con destruir la agricultura. Pero no hace falta que eso pase para que inventemos esa clase de caldo que se parece al trigo rico…

Ya existe algo parecido a esa bazofia que comen en el mundo real de Matrix, esa “proteína unicelular combinada con aminoácidos, vitaminas y minerales sintético”... Todo lo que necesita tu cuerpo.  En 2019 ya tienes los batidos de reemplazo de comidas, hay de varios sabores y de varias marcas y puede reemplazar cualquier comida si eres una tipa o tipo ocupado.

QUE NOS PIRRARÍAMOS POR EL CINE DE SUPERHÉROES

Matrix refundó el cine de superhéroes o al menos le dijo a Hollywood cómo debía poner a los superhéroes en las películas. Lo hizo señalando el camino que pasaba por varias paradas:

Evitar los atuendos ridículos.

Encontrar el lenguaje perfecto para que estos superhéroes se burlaran de la física.

Lo de los atentos solo duró durante la primera saga de los X-Men, pero el lenguaje es un legado que aún hoy perdura. Las directoras lo hicieron apoyándose en la idea central de la película, que los personajes existen dentro de una simulación por ordenador en la que (si son conscientes de ella) pueden realizar hazañas milagrosas.

CÓMO SERÍAN LA ESCENAS DE LUCHA

“Matrix transformó la industria”... palabra de Chad Stahleski.

Chad fue el doble de Keanu Reeves en Matrix y ahora el director de la última gran saga de acción, John Wick. Sin Matrix no existiría John Wick. Antes de 1999 las escenas de lucha eran secundarias a las persecuciones, las explosiones o los tiroteos… De repente, el cuerpo a cuerpo se convirtió en protagonista absoluto del género gracias a unas coreografías con las que hoy los espectadores pueden seguir flipando en 4K.

EL RECURSO DEL TIEMPO BALA

Matrix inventó el tiempo bala, y si no fue así da igual porque así saldrá en los libros de historia. Después claro, vendrían mil películas que calcarían la escena de las columnas:

Videojuegos como Max Payne o hoy mismo, Red Dead Redemption II, hacen gala de esta técnica para disfrutar de la acción. Y aunque ya cada vez es menos vista, no podemos negar, que cambió nuestra manera de percibir y disfrutar del cine de acción… ¿Quién no ha imitado a Neo esquivando las balas (aunque no lo suficiente)?

KEANU REEVES COMO PRIMER HÉROE DEL S. XXI

Con Neo el concepto de estrella de acción poco probable se puso de moda y hasta ahora. Adiós a los Sylvester Stallone o a los Wesley Snipes… Gracias a Keanu Reeves las estrellas de acción podían ser gente no musculada en exceso, actores y actrices que no tenían caras de tipos duros pero vaya si lo eran:

Matt Damon en El ultimatum de Bourn. Vale que el tipo está fuerte pero cara de héroe de acción no tiene… Ni siquiera actitud. Y van ya cuatro películas…

Uma Thruman en Kill Bill y Kill Bill vo.2 destrozando a los 88 maníacos probablemente no existiría sin Keanu Reeves dando cera en la sala de las columnas.

¿Un Spiderman como Andrew Garfield o Tom Holland sería posible sin la existencia de Neo?