No sorprendemos a nadie diciéndolo, pero allá va: Liam Neeson es muy grande. El actor irlandés no es sólo lo bastante carismático para convertirse en héroe de acción a los 56 años (los que tenía en 2008, cuando se estrenó Venganza), sino que también resulta lo bastante carismático como para enfrentarse a un momento que nos abochornaría a muchos, y quedar como un señor. Por si eso fuera poco, y pese a haber cumplido ya los 60, Neeson es un actor prolífico... Y cada vez más.
Dicen que esta racha de hiperactividad se debe a la pérdida de su mujer Natasha Richardson, fallecida en un accidente de esquí en marzo de 2009, pero amarillismos aparte, lo cierto es que Liam Neeson estrenó tres películas en 2010 (sin contar con sus intervenciones en teatro, ni con sus trabajos como actor de voz), otras dos el año pasado, y que este año acaba de lanzar Ira de Titanes (estreno esta semana) y Battleship, dos cintas que, predecimos, no figurarán entre lo mejor de su carrera. Aunque estamos seguros de que El caballero oscuro: la leyenda renace (donde volverá a darse de tortas con Christian Bale) volverá a dejar su pabellón alto, echamos un vistazos a los últimos filmes de su trayectoria para preguntarnos: ¿le está haciendo bien tanta hiperactividad a Neeson, o haría mejor en tomarse un descanso?
Furia de Titanes (Louis Leterrier, 2010)
La película: Desparrame mitológico que remakea el clásico de Ray Harryhausen, y en el que nos dimos cuenta de que Sam Worthington no iba a ser la superestrella que muchos anunciaban con Avatar. Bueno, es verdad, Terminator Salvation llegó antes…
¿Y Liam, qué tal? Pues aparte del shock de verle como un Zeus barbudo, inseminador y con armadura plateada, tampoco nos impactó tanto como debería. Aunque también tenía su chufla verle en un papel que, en la versión original, corrió a cargo de Laurence Olivier.
El Equipo A (Joe Carnahan, 2010)
La película: Aunque muchos críticos no se dieron cuenta, este filme aprovechaba lo mejor de una serie que, por entrañable que resultase, tampoco era para tanto. Debería haberse llevado el Oscar a la Mejor Escena con Tanque Volador, como mínimo.
¿Y Liam, qué tal? Pues no exageramos al afirmar que su Hannibal Smith quedaba a la par, cuando no superaba, al de George Peppard, por carismático, vacilón y líder nato. Lástima que la promoción hiciese hincapié en un Bradley Cooper un tanto falto de fuste, porque junto a Sharlto Copley (¡ese Murdock!), Neeson era de lo mejor de la película.
Los próximos tres días (Paul Haggis, 2010)
La película: El director de la (¿injustamente?) oscarizada Crash involucra a Russell Crowe en una historia de culpabilidades dudosas y evasiones carcelarias, quedándole un thriller con su gotita de drama familiar. Muy normal todo.
¿Y Liam, qué tal? Respondemos a esa pregunta con otra pregunta: ¿no te dan vahídos al imaginar a Neeson y a Crowe juntos en el mismo encuadre? Tratándose de poco más que un cameo de lujo, y brevísimo, la intervención de nuestro hombre como ex convicto experto en fugas nos dejó apabullados.
Sin identidad (Jaume Collet-Serra, 2011)
La película: Alcanzando el número 1 de la taquilla estadounidense en su estreno, el español Collet-Serra nos da una de las primeras grandes sorpresas de 2011. El filme, una intriga hitchcockiana con héroe suplantado y conspiraciones internacionales, tuvo a Neeson como protagonista absoluto.
¿Y Liam, qué tal? ¡Por fin! Este es el Neeson al que nos gusta ver en pantalla grande, pasando de ser una víctima de las circunstancias a ponerse más badass que en Venganza con un mero guiño. El mérito de Sin identidad, una película con fines muy comerciales y sin demasiada ambición visual, puede ser cuestionable, pero lo cierto es que nuestro irlandés favorito se comía vivos a todos sus compañeros de reparto, salvo tal vez a Bruno Ganz.
Infierno blanco (J. Carnahan, 2011)
La película: Algunas asociaciones ecologistas la pusieron a parir por pintar a los lobos como bestias devoradoras (lo mismo que a Tiburón en su día, ya ves). Pero, lo que es a nosotros, esta aventura en las nieves de Alaska nos hace sentir la llamada de la selva…
¿Y Liam, qué tal? Citamos nuestra propia crítica con el mayor de los descaros: “A los cinco primeros minutos de película, Liam Neeson ya se ha tomado dos chupitos, se ha metido el cañón de un rifle dentro de la boca y ha matado a un lobo”. Aclaramos que, en cinemaníaco, eso quiere decir: “¡Estupendamente!”. Por favor, que Joe Carnahan y él hagan más películas juntos en un futuro, porque su química actor-director parece muy provechosa.
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