Léa Seydoux siempre vuelve

Este fin de semana Léa Seydoux vuelve a nuestras carteleras con Solo el fin del mundo, lo último de Xavier Dolan, y nosotros, como siempre, la recibimos con los brazos abiertos.

Léa nació en 1985 dentro de una familia dedicada al cine. Su abuelo era el jefe de Pathé. Su tío abuelo, el de Gaumont. Su tío produjo joyas del cine como On connaît la chanson y fue uno de los principales valedores del fracasado Dune de Jodorowsky. Y para colmo, Léa se crió rodeada de estrellas del cine y de la música ¿Cómo no iba a terminar siendo actriz?

Pues lo curioso es que el mono de la interpretación tardó bastantes años en picarle y no debutó hasta los 20, en vídeo musical de Raphaël Haroche. Aquí la tienes:

El mundo del espectáculo se le empezó a abrir de par en par. Intervino en películas como Mes copines o De la guerre y en 2009 ganó el premio a actriz revelación en Cannes, así como fue nominada al César por La Belle Personne.

El mismo año pudimos verla un momentito en el Malditos Bastardos de Tarantino, dando vida a una de las chicas del principio.

Tras esa aparición, trabajó con Woody Allen y tuvo un papel en Misión Imposible - Protocolo fantasma, para después regresar a Francia, donde rodó películas como Roses à crédit, Adiós a la reina, Sister o por supuesto, La vida de Adèle, que ganó la Palma de Oro y en la que, por primera vez en la historia de Cannes, las actrices acompañaron al director a recoger el premio.

Y es que desde hace años, Léa compagina el cine de autor y europeo con los grandes éxitos de Hollywood. Así tan pronto la veíamos junto al agente Ethan Hunt como levantaba al aire la Palma de Oro, y por eso, no hace nada que la veíamos en Spectre para ahora disfrutar de ella en la nueva película de Xavier Dolan.

Deberíamos saberlo ya, pero Léa Seydoux siempre vuelve.