Las mejores películas de Peter O'Toole

A punto de cumplir 80 años, el actor de 'Lawrence de Arabia' anuncia que se retira para siempre de la interpretación. Le rendimos homenaje con esta selección de títulos. Por CINEMANÍA
Las mejores películas de Peter O'Toole
Las mejores películas de Peter O'Toole
Las mejores películas de Peter O'Toole

"Ya es hora de que me retire de los escenarios y los platós, pues no me queda corazón para ello", afirma Peter O'Toole. Y la verdad es que le entendemos. A sus 80 años, tras unos comienzos en el cine que fueron algo tardíos (y más aún para los estándares de hoy: tenía 30 años cuando protagonizó por primera vez un largo), y tras una carrera cuya brillantez ha quedado muchas veces marchitada por el exceso y la mala vida, que la Academia de Hollywood te nomine ocho veces para darte sólo un premio honorífico tiene que cansar. Así como el hecho de que tus dos últimas décadas frente a la cámara hayan sido, siendo corteses, más bien discretas. Pero que nadie se confunda, porque la despedida de este irlandés tan sensible como correoso, según toque, se merece un homenaje a la altura de su talento. CINEMANÍA se lo rinde con esta selección de películas.

Lawrence de Arabia (1962)

¿Por qué nos gusta? Fue su primer papel protagonista, y le valió una nominación al Oscar. ¿Hace falta decir más? Pues sí: que David Lean se la jugó en esta película, prescindiendo del triunfalismo colonial británico y retratando a su héroe como un personaje atormentado, traicionado por todos y cuyo pavor a la (homo)sexualidad quedaba patente pese a no ser mencionado nunca. Y que O'Toole salió triunfante de semejante ordalía entre beduínos: para la historia queda su paseo en chilaba sobre los vagones de un tren dinamitado.

Lord Jim (1965)

¿Por qué nos gusta? Sabemos que algunos preferirán Beckett, la película que O'Toole protagonizó junto a Richard Burton el año anterior. Pero la dejamos fuera de la lista porque era un drama histórico algo acartonado, y porque nuestro hombre revisitó su historia años después con resultados deslumbrantes (sigue leyendo para saber cómo). En su lugar, recordamos esta adaptación de uno de los relatos más trágicos de Joseph Conrad, el escritor cuya obra habría de inspirar Alien y Apocalypse Now, y en la cual Peter demostró que los héroes atormentados eran su fuerte.

¿Qué tal, Pussycat? (1965)

¿Por qué nos gusta? Seguramente cansado de tanta profundidad psicológica, Peter O'Toole protagonizó casi de seguido dos comedias con mucho mérito: en Cómo robar un millón y... le vimos formando pareja con la mismísima Audrey Hepburn. Pero es que, en esta alocada historia de seducción múltiple, compartió encuadres con Woody Allen, Peter Sellers, Romy Schneider, Ursula Andress y la mismísima Françoise Hardy. Además de lucir un vestuario de lo más impactante, pura elegancia del 'Swinging London'.

La noche de los generales (1967)

¿Por qué nos gusta? Nuestro héroe vuelve por sus fueros más desmelenados en esta película, una mezcla de género bélico y thriller policíaco en la que dio vida a uno de sus personajes más inolvidables y espeluznantes. Porque el general Tanz no es sólo un líder nazi que comete atrocidades sin cuento durante la Segunda Guerra Mundial, sino que además es un asesino en serie al cual persiguen un agente de la Resistencia (Philippe Noiret) y un oficial de su propio ejército (Omar Sharif). Ahí queda eso.

El león en invierno (1968)

¿Por qué nos gusta? Los 60, verdadera década de gloria para Peter O'Toole, acabaron con una explosión de talento. Para empezar, tenemos este peliculón en el que volvemos a verle como el rey inglés Enrique II, al que ya dio vida en Beckett, y que aquí aparece como un sesentón con malas pulgas pese a que el actor no había cumplido aún los 40. Para colmo, su esposa (que le odia) es Katharine Hepburn, y sus hijos (que le odian aún más) son Anthony Hopkins y Nigel Terry. Sumemos a eso unos diálogos que son puro veneno, y tendremos un filme inolvidable.

Adiós, Mr. Chips (1969)

¿Por qué nos gusta? Puede que esta no sea la mejor versión de esta historia, filmada por primera vez en 1939 con Robert Donat de protagonista. Pero la película, en la que O'Toole interpreta a un despistado profesor más británico que el té de las 5, sigue siendo muy entrañable, y tiene el encanto añadido de verle formando pareja con la cantante Petula Clark. Además, le reportó otra nominación al Oscar (que, para variar, cayó en saco roto).

La clase dirigente (1972)

¿Por qué nos gusta? La menos conocida en España de las grandes películas de Peter O'Toole es también una de las más divertidas. Para probarlo, expliquemos su premisa: tras la muerte (en circunstancias comprometidas) de un aristócrata, el título pasa por herencia a su único pariente. El cual resulta tener costumbres, como la de afirmar que es Jesucristo y dormir colgado de una cruz, que le vuelven poco apto para la Cámara de los Lores. A partir de este punto, todo se vuelve más descacharrante, y más amargo, con cada escena, en la mejor tradición de las comedias de la Ealing.

Masada (serie, 1981)

¿Por qué nos gusta? En el año 96 de nuestra era, tras un lustro de asedio, los 960 israelitas (hombres, mujeres y niños) sitiados por los romanos en la fortaleza de Masada prefirieron matarse entre ellos antes que rendirse. Rodada en el auténtico emplazamiento de la historia, esta serie se llevó dos premios Emmy (y fue nominada a tres Globos de Oro) gracias a un guión estupendo y una producción impecable, cosas que aún eran raras de ver en televisión. En su papel del general Flavio Silva, O'Toole lleva todo el peso de la historia.

Mi año favorito (1982)

¿Por qué nos gusta? La penúltima nominación al Oscar de Peter O'Toole (la última le llegó en 2007, por Venus) se debió a la última película realmente grande que ha protagonizado, papeles secundarios aparte. Basada entre el encuentro entre un joven Mel Brooks, que produjo la película, y un Errol Flynn muy maduro y muy alcoholizado, Mi año favorito es un relato sobre los primeros años de la televisión donde los productores son tan peligrosos como los gángsters. O puede que más.

Ratatouille (2007)

¿Por qué nos gusta? Habían pasado muchos años, y casi habíamos perdido la esperanza de ver a O'Toole en un papel memorable de verdad. Es verdad que habíamos visto Venus (a día de hoy, ¿alguien se acuerda de ella?), y que se lució como el rey Príamo de Troya, enfrentándose además con Brad Pitt en una escena para el recuerdo. Pero su mejor interpretación en más de una década llegó a través de una película de Pixar, en la que prestó su voz a Anton Ego, el crítico gastronómico más feroz de París. El respeto con el que la casa del flexo trató a nuestro hombre no se notó sólo en unos diálogos de antología, sino también en el hecho de que es él quien pronuncia la última palabra de la película. Literalmente.

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