Las cartas más bestias de las 'fans' de Burt Reynolds

En 1972, el 'sex symbol' setentero publicó una antología de mensajes enviados por sus admiradoras. En CINEMANÍA hemos podido leerlo... Y hemos pasado mucho miedo.
Las cartas más bestias de las 'fans' de Burt Reynolds
Las cartas más bestias de las 'fans' de Burt Reynolds
Las cartas más bestias de las 'fans' de Burt Reynolds

¿Hasta dónde puede llegar la pasión de un fan por su actor favorito? No lo sabemos, pero tras echar un vistazo al libro Hot Line: The Letters I Read and Write de Burt Reynolds, nos hacemos una idea. Porque en esta antología de cartas, que el sex symbol setentero del bigotón recopiló en 1972, se esconden misivas que harían palidecer al Robert De Niro de Fanático, agraciadas con una entrega que supera los límites de lo obsesivo. A continuación os ofrecemos una selección de estos mensajes, vía FilmDrunk, acompañada por unas cuantas imágenes que os darán una idea de por qué Reynolds desataba tantas pasiones por entonces. Y es que, en los 70, el vello corporal estaba muy de moda.

"Querido Burt,

¡Hola, pedazo sexy de carne de hombre! Tengo 22 años y mido 1'64. Mis medidas son 36-25-36, pero hasta donde yo sé, lo importante no es tanto lo que tienes sino cómo lo mueves. Me pone todo de tí: tu aspecto, tu percha, tu sonrisa sexy y tus ojos sensuales. Y tu bigote, que es como un cepillo para el chichi. Mis metas personales son: 1) conocer a Burt Reynolds, 2) conocer a Burt Reynolds y 3) conocer a Burt Reynolds. Tuya (en todo momento y en todo lugar): Connie L. (Lincoln, Nebraska)".

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"A: Burt Reynolds.

DE: Una chica hambrienta de sexo.

ASUNTO: Ese póster central.

He de decirlo: ¡Me encanta tu moqueta! (...) He mirado durante tanto tiempo esa foto [publicada en Cosmopolitan: podéis verla arriba] que le he puesto nombre a cada pelo de tu vello corporal. ¡Y algunos son muy guapos!

Si algún día acercas ese cuerpazo a San José [Arizona], pregunta por mí. Seguro que se me ocurre alguna forma de pasárnoslo bien. Por lo pronto, podemos ponerle nombre a los pelos que no enseñas en la foto".

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"Querido Burt,

Una vez dijiste que te gustan las cartas que comienzan con un chiste. Bueno, pues aquí va uno: '¿Qué le dice un ombligo al otro?' '¡Mira a ese par de huevones, no paran de empujar ese tronco dentro del matorral!'.

Y, hablando de ombligos, ¿sabes dónde queda el ombligo de una chica? A medio camino entre lo que le da paz y lo que le da gusto.

En los montes Ozarks [la región del Este de EE UU donde transcurre Winter's Bone], es habitual que las madres den de mamar a sus hijos mucho más tiempo del habitual. Un chaval de allí, de unos 14 años, se acerca a su 'viejo' y le dice: 'Papa, dame un poco de tabaco de mascar para quitarme el sabor de boca, que la mama ha vuelto a comer cebollas'.

La señora A: '¿Eres tú la que va diciendo por ahí que mi marido tiene una verruga en la punta del mandao?' La señora B: 'No, sólo he dicho que parece una verruga'.

¿Te he hecho reír?"

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