Las 10 películas más violentas de 2012

Será porque ya llevamos muchos años en este vicio, o porque ni Venganza: Conexión Estambul ni Los mercenarios 2 han logrado satisfacer nuestra hambre de hemoglobina. El caso es que, privados de los martillazos de Ryan Gosling en Drive, de la maquinaria carnicera de Puzzle (Saw 3D) y del rocanrol de José Coronado en No habrá paz para los malvados, pensábamos que elaborar nuestro informe sobre las películas más violentas de 2012 nos iba a resultar difícil. Craso error: como comprobaréis a continuación, la cartelera de este año que ahora acaba ha rebosado con carnicería y masacre, incluyendo los ya tradicionales disparos a bocajarro y la brutalidad de la supervivencia en crudo junto a otras torturas orientales de las que hacen pupa. Ojo: seleccionando estos filmes no hemos atendido a sus fechas de lanzamiento internacionales, sino a las de sus respectivos estrenos en España.

¿Por qué nos ha impactado? Un lector aficionado al cine asiático nos señalaba, en nuestra lista correspondiente a 2011, que haríamos bien poniéndonos a cubierto cuando esta salvajada de Hong-jin Na llegase a nuestro país. Para empezar, The Yellow Sea nos sumerge hasta el cuello en la realidad de una comunidad marginada (la de los coreanos residentes en el norte de China), para después hacernos sentir las consecuencias de ese estado de cosas a golpe, nunca mejor dicho, de violencia desaforada. Si las andanzas del protagonista, un taxista ludópata metido a hitman, o de los mafiosos que le persiguen, no te revuelven el estómago, un trabajo de cámara digno de una batidora lo hará.

¿Por qué nos ha impactado? Dicen que esta película de Pete Travis ha recaudado mucho menos de lo previsto, y que sus proyectadas secuelas tienen todos los números para no aparecer nunca. Una lástima, porque el filme no sólo ha conseguido hacerle justicia a un cómic muy legendario, sino también hacernos olvidar (en lo posible) la pésima cinta protagonizada por Stallone. Tan parca en palabras y pródiga en balazos como su protagonista Karl Urban, Dredd presenta además el mejor uso del 3D a la hora de hacernos sentir la violencia. Nunca antes la expresión "in your face" había tenido tanto sentido.

¿Por qué nos ha impactado? Porque es Liam Neeson. Y no sólo eso: es Liam Neeson contra una manada de lobos grises. Puede que, como señalábamos al comienzo de este informe, Venganza: Conexión Estambul nos haya dejado fríos, pero el gélido paisaje presentado por Joe Carnahan (menudo cambio, pasar de El Equipo A a esto) obró el paradójico milagro de calentarnos las venas con una historia de supervivencia y mordiscos. "Una vez más, la refriega / El último buen combate en el que lucharé / Vivir y morir en este día / Vivir y morir en este día...": si este poema te ha puesto los pelos de punta, es que has visto la película.

¿Por qué nos ha impactado? Decididamente orientada hacia la sátira y el cachondeo, la sátira de los zombies-poseídos y las cámaras de vídeo nos prueba una vez más que, a los cineastas españoles, la violencia que mejor se les da es la cotidiana y costumbrista, como de broncazo en escalera de vecinos... O de parientes borrachos que la arman en una boda. Aunque las taquillas se hayan portado regular con la película de Paco Plaza, el director puede estar tranquilo: la estampa de una Leticia Dolera blanca, radiante y aniquilando muertos vivientes nos acompañará hasta la tumba, así como su forma de conjugar el romance y el gore.

¿Por qué nos ha impactado? A la luz de recientes acontecimientos, la historia de este filme (basado en una novela de la autora Lionel Shriver) parece todavía más dolorosa, más cruel... Y, por desgracia, más real. Y no nos referimos sólo a la psicopatía juvenil de Ezra Miller, sino también a la labor de acoso y derribo con la que una comunidad ultrajada machaca a la pobre Tilda Swinton, la mamá del pequeño monstruo. Cuando Las ventajas de ser un marginado nos presente a Miller en un papel mucho más simpático, ¿seremos capaces de olvidar el miedo que nos da aquí?

¿Por qué nos ha impactado? Está claro que Takashi Miike está abonado a nuestra lista de filmes más violentos. Si, el año pasado, 13 asesinos conquistó un lugar en ella a base de inundarnos con litros de sangre, este remake del clásico de Masaki Kobayashi ocupa su lugar la edición de 2012 con mucha más sutileza, pero con méritos igual de sobrados. Y no nos referimos sólo a un final de traca, sino también a cierto infortunado guerrero obligado a rajarse las tripas con una espada de bambú. ¿Te hace daño sólo de leerlo? Pues cuando veas el filme, tendrás que correr a por la sal de frutas.

¿Por qué nos ha impactado? Si es que a quién se le ocurre: puestos a robar un cuadro valiosísimo, el protagonista de este filme noruego tiene que fijarse en aquel que pertenece a un mercenario curtido en Irak. Y no sólo eso, sino que dicho mercenario es Nicolaj Coster-Waldau, es decir, el Jaime Lannister de Juego de tronos. Algo menos brutal que otras películas de nuestro informe, Headhunters se gana su lugar aquí por su forma de mostrarnos dos verdades: ni todos los filmes de intriga llegados de los países nórdicos tienen por qué ir en la estela de Millennium, ni la influencia de Quentin Tarantino tiene que implicar falta de imaginación.

¿Por qué nos ha impactado? "Vergüenza para el negrata que tima a otro negrata". No lo decimos nosotros, lo dicen los Wu-Tang Clan (el grupo del director RZA) en el temazo hip-hop que sirve de prólogo a esta película. Y podemos decir que, en su debut, el cineasta no nos ha timado. Con una ayudita de los amigos Tarantino y Eli Roth, El hombre de los puños de hierro resulta un homenaje de lo más disfrutable al lado más cafre del cine de artes marciales, incluyendo amputaciones, degollaciones, sexo chungo y Russell Crowe partiendo en dos a un señor gordo con unas tijeras. ¡Que no falte de ná!

¿Por qué nos ha impactado? Está claro que, ambientándose en la guerra de los Balcanes, esta película dirigida por Angelina Jolie no iba a ser un festival del humor. Pero podemos asegurar que, aunque su porvenir tras la cámara pueda resultar dudoso, la señora de Pitt estaba en él dispuesta a batir todos los récords del mal rollo. Y casi que lo consigue, a base de masacres de civiles, de unos personajes (masculinos) machistas y chauvinistas hasta el paroxismo y, sobre todo, de mucha violencia sexual. ¿Cómo se quedaría Brad después de ver el filme?

¿Por qué nos ha impactado? Seguramente tras experimentar las andanzas de su esposa en Bosnia, Brad Pitt se quedó como se quedó: con ganas de regresar junto a su viejo conocido Andrew Dominik (El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford), meterse a asesino a sueldo de la Mafia y de reventar cabezas al por mayor en compañía de dos expertos en el tema como Ray Liotta (Uno de los nuestros) y James Gandolfini, el único y original Tony Soprano. Lo que viene a ser una película de gángsters como mandan los cánones, vamos.

¿Por qué nos ha impactado? Al igual que en nuestra entrega de 2011, reservamos el último puesto de nuestra lista para un filme que, en lugar de higadillos al por mayor, reserva sus energías para otro tipo más sutil de violencia: la emocional. Y, en dura comptición con Shame y con Martha Marcy May Marlene, la película que se lleva la palma en el apartado es este trabajo de Yorgos Lanthimos. Del director de la tremebunda Canino esperábamos cualquier cosa, pero es que el tobogán de degradación y locura reservado a la protagonista de este filme (Aggeliki Papoulia) es, sin ambages, escalofriante.

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