La vuelta al mundo en 10 robos de cine

De Madrid, París y Oslo al desierto de Irak, pasando por Hong Kong, ningún lugar del globo se libra de estos atracos perfectos.
La vuelta al mundo en 10 robos de cine
La vuelta al mundo en 10 robos de cine
La vuelta al mundo en 10 robos de cine

¿Cuántos atracos de altos vuelos se cometen cada día en todo el mundo? En este informe encontrarás 10 películas cuyo eje es un latrocinio, desarrolladas cada una en un país diferente. Vamos, lo que se dice viajes de 'trabajo', en todos los sentidos.

Ocean's Eleven (S. Soderbergh, 2001)

Destino: Las Vegas (EE UU)

Nuestros guías: ¿A quién no le gustaría emprender un tour criminal por la ciudad de los casinos en compañía de George Clooney, Matt Damon, Brad Pitt y Julia Roberts? Estas son algunas de las estrellas reclutadas por Soderbergh (quien, por entonces, ni se pensaba convertirse en novelista tuitero) para remakear la muy fallida película que Dean Martin y Frank Sinatra protagonizaron en 1960, vaciando la caja de caudales del mafioso Andy García.

La Pantera Rosa (Blake Edwards, 1963)

Destino: Cortina D'Ampezzo (Italia)

Nuestros guías: Dados su clase y su estilo, David Niven, Claudia Cardinale y Capucine son los acompañantes ideales para aventurarse por una de las más exclusivas mecas del esquí, situada en los Alpes italianos y con unos resorts de lujo no aptos para todos los bolsillos. De modo que, si hay de por medio un diamante de los grandecitos, pues mejor que mejor: con algo hay que costearse el forfait. Si temes que Peter Sellers te estropee el viaje con sus tropiezos, no te preocupes, porque en este filme el inspector Clousseau es sólo un personaje secundario.

Topkapi (Jules Dassin, 1964)

Destino: Estambul (Turquía)

Nuestros guías: Tras servir como harén en los años del Imperio Otomano, el palacio de Topkapi es ahora un museo donde se guardan los tesoros de los sultanes. Y ahí, precisamente, es donde la mujer fatal Melina Mercouri y el timador Peter Ustinov quieren dar el golpe de sus vidas, con la cámara de Dassin (un experto en las cosas del afanar, véase su Rififí) siguiéndoles a prudente distancia. Lujosa y humorística, esta película es un buen ejemplo de thriller minucioso y con vistas al estrecho del Bósforo.

Tres reyes (D. O. Russell, 1999)

Destino: El desierto de Irak

Nuestros guías: Recién terminada esa guerra que todos sabemos, con el país hecho un solar y lleno de facciones dinamiteras, Irak no parecía un lugar muy adecuado para el turismo... Salvo si, como Mark Wahlberg, George Clooney y Ice Cube, eras un militroncho estadounidense dispuesto a apropiarte del oro robado por Saddam Hussein en la invasión de Kuwait. El paisaje es un tanto monótono, lo admitimos, pero la compañía es inmejorable.

City on Fire (Ringo Lam, 1987)

Destino: Hong Kong

Nuestros guías: Chow Yun Fat (Tigre y dragón) es, en este clásico del cine policíaco asiático, un policía infiltrado en una banda que prepara el robo de unos diamantes en una joyería. ¿Que el argumento te recuerda mucho al de Reservoir Dogs, dices? Pues no es una casualidad: como buen experto en importaciones y exportaciones, Quentin Tarantino conoce muy bien el submundo de la ex colonia británica, y esta película fue una influencia capital en su debut. Aquí, eso sí, nadie nos cuenta de qué va Like a Virgin.

Banda aparte (Jean-Luc Godard, 1964)

Destino: París (Francia)

Nuestros guías: Con la siempre tremenda Anna Karina como vértice superior, un triángulo criminal y amoroso de adolescentes se une para robar una considerable suma de dinero. Pero, dirigiendo la película quien la dirige, los tres antihéroes están más ocupados en batir el récord de velocidad al cruzar el museo del Louvre o en bailar de forma muy sixties que en planificar un atraco como es debido. Nosotros no nos vamos a quejar, porque aquí lo que importa es el turismo. "La secuela, la rodaremos en tecnicolor", afirma la voz del director al final del filme: vale, Jean-Luc, muy bueno lo tuyo.

Nueve reinas (Fabián Bielinski, 2000)

Destino: Buenos Aires (Argentina)

Nuestros guías: Puede que Ricardo Darín y Gastón Pauls no sean los personajes más honestos de la historia del cine, pero lo que es a labia, nadie les gana. Porque, si consideramos el timo de altos vuelos como una forma superior del robo, este par de estafadores porteños son los primeros en su especialidad, y por tanto su plan para separar a una valiosa colección de sellos de su dueño (quien, para más INRI, es un financiero español) entra perfectamente en nuestro itinerario. Además, un miembro de la pareja tiene a un familiar trabajando en un hotel de lujo, con lo que dispondrás de descuentos en el alojamiento.

Headhunters (Morten Tyldum, 2011)

Destino: Oslo (Noruega)

Nuestros guías: ¿Creías que en los paises nórdicos sólo hay personajes atribulados al estilo de Bergman y chicas duras como Lisbeth Salander? Pues no: en este filme noruego, al menos, también queda sitio para agentes de seguros sin escrúpulos (Askel Hennie) que planean robos de arte en sus ratos libres. El último golpe de este 'brillante' maestro criminal provoca un pequeño problema, porque el propietario del valioso cuadro de turno es Nikolaj Coster-Waldau. Y, claro, el protagonista no ha visto Juego de tronos, no sabe cómo se las gasta Jaime Lannister, y pasa lo que pasa.

Un pez llamado Wanda (Charles Crichton, 1988)

Destino: Londres (Inglaterra)

Nuestros guías: ¿Alguien se imagina un latrocinio de diamantes planeado y ejecutado por los Monty Python? Dicha posibilidad nunca se materializó con el equipo al completo, pero aquí sí que contamos con los ex miembros de la banda Michael Palin y John Cleese (quien, además, escribe el guión) como exponentes de lo mejor que Gran Bretaña tiene que ofrecer. Kevin Kline y una Jamie Lee Curtis muy políglota aparecen, además, como importaciones de EE UU.

El robo más grande jamás contado (Daniel Monzón, 2011)

Destino: Madrid (España)

Nuestros guías: Efectivamente, el cine español también tiene películas de robos perfectos. Y, como Atraco a las tres se nos queda un poco pasada de fecha, nosotros nos quedamos con el tercer filme del director de Celda 211, una comedia muy afilada en la que Antonio Resines y Manuel Manquiña planean sustraer el Guernica de Picasso del Museo Reina Sofía. Con delincuentes así, menuda imagen le estaremos dando al turismo...

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