La verdad sobre el día que Brandon Lee murió tras recibir un disparo en el set de rodaje de 'El Cuervo'

La verdad sobre el día que Brandon Lee murió tras recibir un disparo en el set de rodaje
La verdad sobre el día que Brandon Lee murió tras recibir un disparo en el set de rodaje
La verdad sobre el día que Brandon Lee murió tras recibir un disparo en el set de rodaje

30 de marzo de 1993. Un martes cualquiera en Wilmington, Carolina del Norte. Esa noche, como otras tantas, se rodaba una nueva secuencia de El Cuervo, la película dirigida por Alex Proyas basada en un cómic underground del mismo nombre. La escena, aparentemente sencilla desde el punto de vista técnico, tendría lugar en un apartamento abierto tipo loft y supondría el asesinato del héroe del largometraje, Eric Draven, a manos de una pandilla de vándalos a los que lleva de vuelta a casa poco antes de descubrir que su prometida ha sido atacada (tranquilos, al cabo de un año el alma de Draven volverá a la Tierra en forma de cuervo y buscando venganza).

Todo parecía controlado. Casi a última hora, el director decidió que uno de los cuatro matones portaría un revólver Magnum calibre 44 con el que apuntaría a Draven cuando este entrase por la puerta principal sujetando una bolsa de supermercado —trucada para fingir la explosión de un disparo—. Proyas dio instrucciones para que se disparase una única bala de fogueo —como nunca se usan balas reales en los rodajes, las pistolas se cargan con munición de fogueo (un tipo de pólvora) que crea el efecto de disparo— y se dejase al mismo tiempo en la bolsa un buscapiés que liberaría (falsa) sangre sobre el actor, mientras este caía al suelo. Ese actor era Brandon Lee, el hijo de 28 años de la legendaria estrella de las artes marciales Bruce Lee —fallecido a los 32 años, a consecuencia de un edema cerebral—.

La verdad sobre el día que Brandon Lee murió tras recibir un disparo en el set de rodaje

Tras ser disparado (desde una distancia de unos cinco metros), Lee cayó hacia atrás por el impulso de la explosión y no hacia delante, como todos habían planeado en un principio. Pasó un tiempo hasta que el resto de los allí presentes se dieron cuenta de que algo había ido (muy) mal. En concreto, hasta que el director dijo ‘corten’ y el actor, incapaz de moverse, levantó el brazo para pedir ayuda. Fue entonces cuando los testigos vieron que Lee sangraba profusamente por su costado derecho. El impacto de la bala en el abdomen de Lee le causó una grave hemorragia interna.

Cuando el equipo reaccionó, llamaron a una ambulancia y el actor fue trasladado rápidamente al hospital más cercano, en este caso el New Hanover Regional Medical Center (al que se desplazaron rápidamente desde Los Ángeles su prometida Eliza Hutton y su madre Linda Lee Cadwell). Allí, fue operado de urgencia durante más de seis horas, antes de ser declarado muerto a las 1:04 de la mañana del 31 de marzo. La causa: la bala de gran calibre localizada en el estómago de Lee le había causado una grave hemorragia interna que impidió la coagulación de su sangre.

El mortal accidente fue la gota que colmó el vaso de un rodaje que parecía maldito desde el principio. A las demoras y los rumores de descontento por parte del elenco, se sumaron varias complicaciones más, según algunos miembros del equipo. El 1 de febrero, durante el primer día de rodaje, un carpintero sufrió una electrocución —después de que su grúa golpease líneas eléctricas— que le produjo graves quemaduras, y un publicista tuvo un accidente de tráfico. El 13 de marzo una tormenta, que barrió Carolina del Norte, destruyó varios de los decorados exteriores e hizo enfermar a buena parte del equipo. Y, para más inri, se formaron carámbanos de hielo colgando de las máquinas de lluvia artificial que se estaban usando para mantener el aguacero constante de la película.

Además, el rodaje de esta fábula gótica fue bastante exigente para todo el reparto, especialmente para Lee, que seis días a la semana tenía que levantarse a las seis de la mañana, trabajar toda la noche en exteriores y con poca ropa, y dormir un rato por la mañana para repetir la operación al cabo de unas horas —y llegó a perder bastante peso en esas semanas—. “He pasado más frío en esta película de lo que lo hice en años. No recuerdo haber salido deliberadamente a la calle cuando hacían unos cinco grados, con lluvia y sin zapatos. Creo que eso se suma a la experiencia del personaje; quiero decir, él está destrozado emocional, física y psíquicamente, y el hecho de que se me impusieran algunas exigencias físicas estrictas, solo ha sido útil para crear ese entorno”, señalaba el actor en su última entrevista —concedida al escritor Ira Teller, en el set de rodaje, el 19 de marzo de 1993, pocos días antes de su muerte—.

Tras lo ocurrido y a falta de ocho días para el final del rodaje, tanto los productores de la película como su director se enfrentaron a un dilema: completarla o abandonar el proyecto. Después del funeral de Lee (que fue enterrado en Seattle el 3 de abril), el elenco y el equipo más próximo al recién fallecido actor pensaron que acabar el filme sería una bonita forma de rendir homenaje a la memoria de su compañero (y a su hercúleo esfuerzo y gran compromiso con el proyecto). Para que la idea llegara a buen puerto, el equipo tuvo que reescribir parte del guion, rodar nuevas tomas de varias secuencias y recurrir a soluciones alternativas digitales que en ese momento respondían a técnicas experimentales.

Para los morbosos que deseen saberlo, las imágenes de los disparos recibidos por Draven se guardaron en un cajón y, por lo tanto, no se incorporaron al metraje final. De hecho, casi nadie las ha visto hasta el día de hoy. Todavía hay quien se cree la leyenda urbana que cuenta que la escena de la muerte de Lee se puede ver realmente en la película… ¿Y quién interpretó entonces el papel de Lee en ese tramo final del rodaje? Los acróbatas Jeff Cadiente y Chad Stahelski, elegidos por su asombroso parecido con Lee. Ellos fueron los encargados de interpretar el fatídico tiroteo, rodado con encuadres cuidados y picardía para evitar los primeros planos faciales.

Todo el mundo alaba la interpretación de Lee. Pero, aunque pueda resultar curioso, el autor del cómic, James O'Barr —que escribió la historieta después de que su novia fuese asesinada a manos de un conductor ebrio—, no estaba convencido de la idoneidad de Lee para el rol principal, ya que temía que la película se convirtiera en un filme de kung fu más. Sin embargo, cambió de opinión inmediatamente cuando conoció al intérprete, impresionado por sus cualidades físicas y su enorme carisma.

El Cuervo, producida por Crowvision, estaba destinada a catapultar al estrellato a Lee, que acababa de rodar el éxito en taquilla Rapid Fire y empezaba a hacerse un hueco dentro del panorama actoral. Por su parte, la película, envuelta en un halo de misterio y morbo, obtuvo buenas críticas y recaudó 115 millones de dólares en todo el mundo —un buen dato, teniendo en cuenta que se sacó adelante con un presupuesto de 15 millones—.

Pero, ¿qué ocurrió realmente entonces aquella fatídica noche? La investigación policial llevada a cabo en los días posteriores determinó que la causa de la muerte de Lee se debió a una negligencia por parte de los responsables del filme. Al parecer, los miembros del equipo se quedaron en un momento dado sin balas falsas y, en lugar de esperar al día siguiente para comprárselas a un distribuidor de armas de fuego con licencia, optaron por fabricarlas con sus propias manos (de forma inapropiada y sin tener ni idea del tema) a partir de munición real.

Durante un test de disparo de las balas de fogueo, la punta de plomo de una bala terminó alojándose en el cañón de la pistola que luego sería utilizada (sin revisión alguna) por el actor Michael Massee, en la escena que acabó inintencionadamente con la vida del joven Lee. El autor del disparo pasó por un duro trance tras el trágico accidente de rodaje. “[Después de aquello] Me tomé un año sabático, me volví a Nueva York y no trabajé ni hice nada. Pasé ese tiempo con amigos cercanos y familiares, para superarlo. Como ocurre con cualquier tragedia. La única diferencia es que esta tragedia ocurrió delante de cámaras que estaban circulando y fue algo muy mediático”, aseguró en una entrevista concedida en 2005 en la que habló, por primera y única vez, de lo ocurrido.

Massee, que nunca quiso ver la película terminada, murió en octubre de 2016, víctima de un cáncer de estómago. La prometida de Brandon, por su parte, solicitó que se endureciesen las regulaciones de seguridad de armas después de su muerte.

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