La televisión es nutritiva

Los 'protas' de 'La venganza de Ira Vamp' y 'Campamento Flipy' no son las primeras estrellas de la TV ibérica en asomarse a la gran pantalla. Ni tampoco las últimas... TEXTOS: Rubén Lardín
La televisión es nutritiva
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La televisión es nutritiva

TIP Y COLL

Luis Sánchez Polack y José Luis Coll, el dúo humorístico más preciado de la televisión del siglo XX hasta que los relevasen Faemino y Cansado, aparecieron como pareja de hecho en Las chicas de

la Cruz Roja (Rafael J. Salvia, 1958), El día de los enamorados (Fernando Palacios, 1959), Pepito Piscinas (Luís María Delgado, 1978) y otras muchas películas, haciendo siempre lo que mejor

hacían: poner al personal contento con sus gags dialécticos de bombín y chistera.

LAS TRILLIZAS DE ORO

Un fenómeno previo al de las hermanas Olsen, María Laura, María Emilia y María Eugenia Fernández Rousse empezaron como estrellas infantiles de la canción y lograron fama como presentadoras en

programas de variedades, después de que Julio Iglesias se las llevase de gira intercontinental. Participaron en películas de títulos tan sugerentes como Un elefante color ilusión (Derlis M. Beccaglia, 1970), El tío disparate (Palito Ortega, 1978) o Las vacaciones del amor (Fernando Siro, 1981).

LAS HERMANAS HURTADO

Paloma, Teresa y Fernanda hicieron trío cómico en programas como La casa de los Martínez o Aplauso, aunque no sería hasta que Chicho las fichase para el Un, dos, tres que tocarían el cielo español. Su incursión fílmica se llamó En busca del huevo perdido (Javier Aguirre, 1982), una película como una regadera donde interpretan a tres granjeras que sueñan con triunfar en la tele.

TORREBRUNO

Uno de los personajes más carismáticos de nuestra televisión fue el italiano Rocco Walter Torrebruno Orgini, responsable de canciones como Tigres y leones y triunfador en la franja infantil con programas como La guagua, La locomotora oSabadabadá. La estrambótica comedia Rocky Carambola (Javier Aguirre, 1981), ambientada en el mundo del circo, y el cortometraje Mamá, de Pablo Berger (Torremolinos 73) constituyen su legado cinematográfico.

PEPE DA ROSA

Se hizo famoso en la tele haciendo parodias y chascarrillos, aunque gran parte de su éxito se rastrea en las casetes de gasolinera con hits como Los lagartos de V o Los cuatro detectives. En Le llamaban J.R. (Francisco Lara Polop, 1982) parasitaba con modales gruesos el fenómeno Dallas [del que dimos cuenta en nuestro especial Seriales] y tuvo secuela en J.R. contraataca (1983). También pudo vérsele en El Cid Cabreador (Angelino Fons, 1983), que protagonizaba el domador de vedettes Ángel Cristo.

EUGENIO

Aunque lo suyo era el espectáculo de pequeño formato en vivo, en aquellos tiempos sólo existía lo que aparecía en televisión, y a través del aparato se tuvo que dar a conocer a la nación nuestro cómico más apesadumbrado. Luego protagonizó Un genio en apuros (Lluís Josep Comerón, 1983), película hecha a la medida de su talento excéntrico que no logró alzar el vuelo.

ANTONIO OZORES

Recientemente fallecido [este especial fue nuestro homenaje], y con una carrera cinematográfica a sus espaldas, su personaje característico de farfolla cristalizó del todo en sus intervenciones en el Un, dos, tres, donde terminaba sus indescifrables locuciones con la coletilla ¡No, hija, no!, que en 1987 daría título a una película cansina y con argumento de sainete postRumasa y preMercado Común, dirigida por su hermano Mariano.

EL DÚO SACAPUNTAS

El listón de la comedia nunca pudo estar más abajo que en Quiero ser torero (1987), una cochambre infernal dirigida por Miliki en algún formato de vídeo semiprofesional, con ‘El Pulga’ y ‘El Linterna’ en paisaje agreste repitiendo el "¿Cómo estaba la plaza?" y el "Veintidó, veintidó, veintidó". La oligofrenia en forma de cine.

MARTES Y TRECE

El estrellato les vino a partir de las galas televisivas de Nochevieja, donde ejercían  un sentido del humor muy por encima de la media y, lo que es más importante, sociológicamente avispado . Era justo probar con ellos en el cine, y así compondrían una filmografía compuesta por Martes y trece: ni te cases ni te embarques (Javier Aguirre, 1982), La loca historia de los tres mosqueteros (Mariano Ozores, 1983), Aquí huele a muerto (1989) y El robobo de la jojoya (1991), ambas dirigidas por Álvaro Sáenz de Heredia.

LOS CHICOS DEL PRIMER 'GRAN HERMANO'

Llevar al cine el formato reality parecía una jugada estrambótica, pero al fin y al cabo la telerrealidad se guía por uno de los principios fundamentales de la comedia de siempre: chotearse de la miseria ajena. El gran marciano (2000), dirigida por el hoy ponderado Antonio Hernández, sigue siendo la mejor película de ciencia-ficción española y un retrato de la estupidez humana en tiempo real.

‘LOS TRIUNFITOS’

Mucho antes de dirigir [REC], Balagueró y Plaza firmaron juntos OT. La película (2002), donde se dedicaron a seguir la gira de los engendros surgidos de la primera entrega deOperación Triunfo. Bisbal, Chenoa, Bustamante, Manu Tenorio y otros terroristas del canto, a tope en la carretera.

CRUZ Y RAYA

Triunfaron juntos en nuestra tele tan poco exigente, pero abordaron el cine por separado: José Mota en los Torrentes y Juan Muñoz en ¡Ja me maaten! (2000) y Ekipo Ja (2007), presuntas comedias

arrítmicas dirigidas por ellos mismos que, al menos en el caso de la primera, la comunidad gitana debería vengar a cuchilladas.

CHIQUITO DE LA CALZADA

El estreno del western Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera (1996) se recuerda como uno de los acontecimientos intergeneracionales más importantes de su década, con señoras de edad triscando en síncopa por los pasillos y adolescentes bramando neologismos desde la platea. Su secuela Brácula, Condemor II (1997) subió el nivel con niveles de surrealidad importante, y cerró el lote Papá Piquillo (1998), con el fistro cantando jondo en una trama melodramática. El responsable de esta trilogía chiquitistaní no podía ser otro que el mentado Álvaro Sáenz de Heredia, ahora de vuelta con La venganza de Ira Vamp y, antes, director de otros clásicos disparatados como Policía (1987), con Ana Obregón y Emilio Aragón.

LOS FRIQUIS DE CÁRDENAS

Javier Cárdenas, de la saga de los Arús, lleva media vida elevando a estrellas del desconsuelo al tonto del pueblo, al chinao, al raro o al que se quedó en la parra. Carlos Jesús, Tristan Baker, Pozí, Carmen de Mairena, la bruja Lola, Arlekín, Paco Porras... Apurando el chicle de su éxito en Crónicas marcianas, en 2004 reunió a un buen puñado de idos y firmó F.B.I. (Frikis Buscan Incordiar), un cretinismo en forma de película que allanaba la vejación. Muy mal, nen,muy mal.

'MUCHACHADA NUI'

El mejor programa de la década no ha sido llevado al cine, pero sus artífices han refrescado la comedia española más allá de la televisión: Joaquín Reyes en Tensión sexual no resuelta  (Miguel Ángel Lamata, 2010), Carlos Areces en Spanish Movie (Javier Ruíz Caldera, 2009) o Julián López destacando en Pagafantas (Borja Cobeaga, 2009) o Que se mueran los feos (Nacho G. Velilla, 2010).

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