La secuela de 'Cincuenta sombras de Grey' choca contra E.L. James

Cuando estás ante una película que durante su primera semana de estreno ha recaudado cerca de 312 millones de dólares en todo el mundo, tiene el estatus de fenómeno de taquilla mundial y está basada en el primer volumen de una trilogía de novelas que han vendido más de cien millones de ejemplares, la puesta en marcha de las secuelas es casi un reflejo automático. Pero en el caso de Universal Pictures y Focus Features la producción de la continuación de Cincuenta sombras de Grey no va a ser un camino de rosas precisamente. Por supuesto, disponen de los derechos para llevar al cine Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas, pero al adquirirlos brindaron a su autora, E. L. James, un inmenso poder de decisión en cuanto a las adaptaciones que la escritora se está tomando muy en serio.

Variety cuenta que James ha exigido tener control absoluto sobre el guión de Cincuenta sombras más oscuras, lo que ha retrasado el inicio de la producción hasta poder llegar a un acuerdo. El libreto de Cincuenta sombras de Grey fue escrito por la autora en colaboración con Kelly Marcel (Al encuentro de Mr. Banks) y después fue revisado –sin acreditar– por Patrick Marber (Closer, Diario de un escándalo). Pero en esta ocasión James se niega a trabajar de nuevo con Marcel y quiere encargarse ella sola de la adaptación, contra los deseos del estudio.

Del mismo modo, es muy poco probable que Sam Taylor-Johnson vuelva para encargarse de la realización de la secuela. La directora y James, quien se implicó con obstinación en la toma de decisiones del máximo de aspectos del filme (desde el cásting de los personajes hasta su vestuario y peleó por tener, literalmente, la última palabra en la película), chocaron de forma constante durante el rodaje de Cincuenta sombras de Grey, lo que hace muy dudoso el regreso de Taylor-Johnson, sobre todo en una situación donde la escritora está reclamando aún más cotas de poder.

Por no hablar del pequeño detalle de que la vuelta de Jamie Dornan y Dakota Johnson como Christian Grey y Anastasia Steele tampoco es una certeza. Los muchos rumores sobre la tensa producción de Cincuenta sombras de Grey y la falta de entendimiento durante el rodaje también salpicó a la relación entre los actores y su escasa química en pantalla. Lo lógico es pensar que Universal los amarró a sus personajes con contratos por varias películas, pero aun así parece que Cincuenta sombras más oscuras tiene prácticamente todo en el aire. Bueno, todo no. Que E. L. James es quien domina el cotarro está bien claro.