Pongamos que eres director de cine, algo que ya de por sí es duro. Y no sólo eso, sino que también vives en España y, para colmo, acabas de rodar una película de terror con medios espartanos y financiación indie. A partir de ahí, tienes dos opciones: o tratas de introducir el filme en los canales convencionales de distribución, o te resignas a proyecciones en cinetecas y festivales esperando que caiga algo. Enfrentados a esta tesitura, Samuel Gutiérrez y su equipo decidieron tirar por el camino de enmedio: La sangre de Wendy, primer largometraje de este director leonés, está proyectándose este fin de semana en Madrid acompañada por un espectáculo en directo.
Sentado en la terraza de una cafetería, y rodeado por las actrices Marién Muñoz (hecha una dominatrix, fusta en ristre) y Lucía Alonso (con un medido look de lolita gótica), además del actor vallisoletano Pablo Viña (un todoterreno con 29 títulos en su filmografía), Gutiérrez nos explica qué le llevó a organizar La Sangre de Wendy Horror Picture Show: "No hemos ido a la distribución convencional porque no hemos querido", dice. "Tal y como está montado el negocio en España, eso consiste en pagar a un tipo a cambio del derecho de que tu película se estrene: yo he tenido amigos que han puesto 30.000 euros en negocios así, y no han recuperado ni uno". "Es un camino difícil de seguir para una producción pequeña", concluye Gutiérrez, a quien tampoco le hace demasiada gracia la moda del 'cine low cost'.
Así las cosas, con una inspiración confesa e indisimulada en The Rocky Horror Picture Show ("Fui a verlo varias veces cuando lo representaban en la calle Fuencarral"), el director y sus colaboradores concibieron "en tres semanas" un montaje que puede verse este fin de semana en el cine Artistic Metropol (Cigarreras, 6) de Madrid, a cuatro pasos de la Puerta de Toledo. Ahora bien: mientras que en las proyecciones del clásico de 1975 (recordemos, el que lanzó las carreras de Susan Sarandon y de un Tim Curry con corsé y ligueros) es habitual que el público acabe cubierto por materiales de todo tipo, desde papel higiénico hasta arroz o agua, La sangre de Wendy Horror Picture Show serán mucho más higiénicas. "Lo hemos aligerado bastante", reconoce Samuel Gutiérrez. "Yo soy muy partidario de las vísceras y la sangre, pero dejémoslo en que aquí el público se mojará metafóricamente". Ahora bien: ¿qué es lo más importante en el espectáculo, las risas o los sustos? "Escribiendo el guión, yo me tronchaba de la risa, y he visto a gente carcajeándose hasta en las partes más presuntamente serias: hubo un actor que se enfadó mucho...".
En todo caso, esta no es la primera vez que La sangre de Wendy llega a la pantalla grande: tras estrenarse en Madrid en Abril, el filme ha llegado a otras ciudades españolas, e incluso ha tenido una pequeña distribución en China que le granjeó ser prohibida en la provincia de Shenzhen ("Por ofensas a la moral pública", apunta Marién Muñoz). Ahora que su espectáculo está en marcha, explican sus responsables, "nos gustaría alargar la experiencia y moverla por el circuito de teatros: esto es un poco el episodio piloto". Concluida la charla, Samuel se calza una máscara de Ghostface (el asesino de la saga Scream) y explica educadamente a las clientas de la mesa de al lado que, al día siguiente, podrán asistir a una experiencia poco común en una sala de cine. Y en una sala de cine española, ni te contamos...
La sangre de Wendy Horror Picture Show se celebra en la sala Artistic Metropol (Cigarreras 6, Madrid) el sábado 7 y el domingo 8 de junio a las 20.00 horas. Entrada: 6 euros
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