La pantalla volcánica

Mientras esperamos a que el Eyjafjalla se canse de escupir ceniza y salga por fin nuestro próximo vuelo a Hollywood, hemos confeccionado esta lista de erupciones cinematográficas
La pantalla volcánica
La pantalla volcánica
La pantalla volcánica

VOLCANO (M. Jackson, 1997)

Zona catastrófica: Las películas de catástrofes no suelen caracterizarse por su sutileza al escoger sus títulos, pero lo de este filme noventero es de antología. Ante una película titulada "Volcán", uno sólo puede esperarse una montaña de fuego de dimensiones épicas, y eso es lo que vamos a tener... Y, por si fuera poco, en mitad del casco urbano de Los Angeles.

Damnificados: Sólo hace falta mirarle para saber que la coriácea piel de Tommy Lee Jones, dura como la tierra de Texas, podría resistir un baño en roca fundida. Las expectativas de supervivencia de la geóloga Anne Heche son más reducidas.

Extensión de la amenaza: Aparte de dejar a Quentin Tarantino hecho unos zorros (todos sus videoclubs favoritos serían vaporizados), un caso como éste en el mundo real se ventilaría de un plumazo a la mayoría de los profesionales del cine de EE UU. Tal vez por eso, Volcano prescindió de las pretensiones de seriedad de su competidora Dante's Peak para abrazar los postulados de la serie B de alto presupuesto.

JOE CONTRA EL VOLCÁN (J. P. Shanley, 1990)

Zona catastrófica: Waponi Pu, una encantadora isla tropical, vive bajo la perpetua amenaza de un volcán que amenaza erupción. La única forma de apaciguarlo, o eso se supone, es arrojar a una víctima cráter abajo...

Damnificados: Tras haberle visto tantas veces encarnando el optimismo del american way of life, Tom Hanks es en Joe contra el volcán un auténtico cenizo. Cuando, al descubrir que sus días de vida están contados, acepta convertirse en la víctima de la montaña de fuego, el espectador no se sorprende mucho.

Extensión de la amenaza: Elevada, elevadísima. La película, un enorme fracaso comercial en su momento, supuso el primer encuentro (entre ríos de lava) de Hanks con Meg Ryan, su futura partenaire en Tienes un e-mail y Algo para recordar.

VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA (H. Levin, 1959)

Zona catastrófica: Mira tú por donde, la segunda parada de nuestro itinerario nos lleva... A Islandia, donde el cráter del extinto volcán Sneffels alberga una ruta hacia el núcleo planetario. Por el mismo precio, el viaje incluye una segunda etapa en el monte Etna, bajo el sol de Sicilia.

Damnificados: Obstinado como sólo un héroe de Julio Verne puede serlo, el profesor Lidenbrock (James Mason) arrastrará al pánfilo de su secretario (Pat Boone) y a la estupenda Arlene Dähl a un viaje con poco magma, pero con muchos dinosaurios y muchísimas setas gigantes. El guía Hans (Peter Ronson) se las verá y deseará para devolverles con vida a la superficie.

Extensión de la amenaza: Siguiendo el ejemplo del Eyjafjalla, el Sneffels es un volcán con mucha paciencia: más de cien años tras la publicación de la novela (1864), aún le sobran fuerzas para tragarse a Adam Sandler y sus sobrinos en un remake (2008) con poca potencia explosiva.

2012 (R. Emmerich, 2009)

Zona catastrófica: Según los expertos, las profecías mayas eran supersticiones sin fundamento y la física teórica exagera con todo eso de la antimateria. Si un buen día, la Tierra aparece cubierta de cráteres en erupción por una mezcla de ambos factores, los expertos se arrepentirán de no haber visto más programas de Cuarto milenio en vez de leer libracos.

Damnificados: Tratándose nada menos que del Fin del Mundo, está claro que la Humanidad entera es la gran perdedora de la historia. El caso de Jackson Curtis (John Cusack) es relativo: nada más verle en la gran pantalla, uno sabe que un personaje tan automáticamente entrañable no puede morir.

Magnitud de la amenaza: En un principio, la cosa pinta chunga, pero piénsalo: un cataclismo que barre del mapa a tu cuñado, tus suegros y tu jefe, dejándote a tí a bordo de un Arca de Noé posmoderna repleta de millonarios sibaritas y sus séquitos... Si eres de nuestra misma opinión, los próximos dos años se te van a hacer muy largos esperando la catástrofe.

UN PUEBLO LLAMADO DANTE'S PEAK (R. Donaldson, 1997)

Zona catastrófica: Si alguna vez te describen un pueblo como "la mejor zona residencial de EE UU", no te fíes: seguro que le ocurre como a la coqueta población que da título a esta película, y está edificado sobre un volcán durmiente. Cuando a éste le de por despertarse, los chalets adosados echarán chispas.

Damnificados: Los habitantes de Dante's Peak están de enhorabuena: esta producción, uno de los primeros proyectos de Dreamworks, cuenta con dos expertos de envergadura. Pierce Brosnan (vulcanólogo) puede convencer educadamente al volcán de que desista en su actitud antes de propinarle un golpe mortal made in 007. Por su parte, la recia alcaldesa Linda Hamilton sólo tiene que poner cara de Sarah Connor para que la lava vuelva a las profundidades gimoteando.

Extensión de la amenaza: Más que el volcán propiamente dicho, aquí el peligro viene por parte de los constructores, promotores inmobiliarios y demás fuerzas vivas de la zona, empeñadas en ocultar la verdad geológica. Al final, el ladrillo es más peligroso que el magma.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento