30 años después, quién nos diría que la misma lolita de la película Boda blanca (Jean-Claude Brisseau, 1989) se encontraría ante uno de los mejores papeles de su carrera cinematográfica. La actriz y cantante Vanessa Paradis protagoniza el nuevo giallo del francés Yann González Knife+Heart (Un couteau dans le coeur, en su título original). Un asesino en serie, la industria del porno y muchos guiños LGBT protagonizan el nuevo título galo, que ahora está disponible en Filmin.
Paradis da vida en el film a Anne Parèze, una cineasta de porno gay y obsesionada con su ex-novia Loïs McKenna (Kate Moran). Su vida comenzará a sufrir un revés, cuando los actores de sus películas (y amigos cercanos) comiencen a aparecer muertos de una manera despiadada, y así descubra que un asesino en serie va tras la huellas de todos.
Pronto la trama dejará de tener importancia en sí misma para mostrarnos a una mujer liberada, pero con un fuerte carácter y muchos problemas en su vida (alcoholismo incluido). Personajes abandonados y en situaciones comprometidas, que nos recuerda al cine quinqui e independiente de autores como el desaparecido Eloy de la Iglesia, y que el cine francés experimenta en los últimos años con títulos como Savage, film con el que comparte al actor Félix Maritaud. Y lo cierto es que Knife+Heart hace guiños a diferentes ramas artísticas españolas, con referencias a las mismas (canción tecno de la Malagueña incluida).
El mundo es de los valientes
Gonzalez se atreve con una propuesta valiente, que parte ya desde su principio con la proyección de una cinta de porno gay. Una declaración de intereses. El film no se deja por el camino ninguna letra del colectivo LGBT, dando visibilidad a las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, en su forma de relacionarse con el amor y el sexo. Para ello, el francés hace alarde de una estética bañada en neones y con un fuerte onirismo, que nos narra una tragedia a través del mundo de los sueños y sus vaivenes: la vida en grises o a todo color. Un film que no tiene miedo a mostrar un retrato cercano al cine intimista de autores como el canadiense Xavier Dolan (Laurence Anyways), unido a las maravillosas locuras visuales y argumentales de realizadores como el británico Peter Strickland (In Fabric).
Lo cierto es que Paradis siempre se ha visto envuelta en proyectos arriesgados, que han hecho que su filmografía sea muy interesante. A pesar de lo cual, a sus 47 años la intérprete se encuentra en uno de sus mejores momentos. No podemos olvidar joyas presentes entre sus papeles en títulos como La chica del puente o Café de flore. Sin olvidarnos su proyecto fallido como protagonista del título de Terry Gilliam El hombre que mató a Don Quijote, en el que aparecía bajo los molinos de viento junto a Johnny Depp. Unos papeles que finalmente recaerían en Adam Driver y Joana Ribeiro, como los jóvenes Don Quijote y Dulcinea. Paradis aún tiene mucho que regalarnos, y lo sigue demostrando cada día.
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