Keanu Reeves pasó una década sin trabajar con Fox por culpa de rechazar 'Speed 2'

Si algo aprendimos (o creímos aprender) de John Wick es que Keanu Reeves no era un tipo al que vacilarías. Ni al que le matarías el perro. Ni al que le harías un comentario desdeñoso sobre su traje, porque nadie viste de traje tan bien como Keanu. Y por eso descubrir cosas de un pasado en el que fue mangoneado por Hollywood es una desilusión tan enorme para todos.

En un perfil realizado por GQ Magazine, el actor ha revelado unos detalles muy jugosos de sus primeros años de carrera, cuando el éxito monumental de Speed terminó de abrirle las puertas de la industria. El film de Jan De Bont había ganado tanto dinero que los ejecutivos de 20th Century Fox estaban obsesionados con realizar una secuela, pero Keanu no acababa de verlo y prefirió marcharse a Winnipeg para hacer de Hamlet en una representación local. Speed 2 seguiría adelante con Sandra Bullock, pero Fox no olvidaría el desplante del intérprete.

Así, y aunque en los años siguientes Keanu Reeves protagonizara un fenómeno de taquilla de la talla de la trilogía de Matrix, el estudio se negó a volver a trabajar con él, encerrándole en la temida movie jail y no dejándole salir hasta 11 años después. En 2008 nuestro Keanu volvió a Fox para protagonizar Ultimátum a la Tierra, pero su vínculo con el público ya no era el mismo y decidió desde entonces dedicarse al cine indie.

Hasta llegar a Lionsgate, y convertirse en el legendario John Wick. Cuya última película, por cierto, se llama Chapter 3: Parabellum, y se estrena este 31 de mayo.