Jugar a cabrilla o aguantar con las manos sobre un coche: documentales sobre competiciones extrañísimas

No son deportes reales, pero sostienen intensas competiciones difíciles de creer. Menos mal que estas películas nos demuestran que existen de verdad.
Jugar a cabrilla o aguantar con las manos sobre un coche: documentales sobre competiciones extrañísimas
Jugar a cabrilla o aguantar con las manos sobre un coche: documentales sobre competiciones extrañísimas
Jugar a cabrilla o aguantar con las manos sobre un coche: documentales sobre competiciones extrañísimas

Que una de las películas más famosas de Sylvester Stallone gire en torno a un campeonato de pulso entre camioneros (Yo, el Halcón, 1987) ya nos da una idea de que la competición es un combustible espléndido para contar historias. En la ficción, y también en la realidad. Por eso el ser humano se las ha apañado para montar ligas, competiciones y campeonatos de prácticamente cualquier actividad, por rebuscada (o boba) que sea.

Estos documentales cumplen la labor de demostrar que, efectivamente, tal competición existe. Muchos te resultarán difíciles de creer, pero algo es seguro: te gustaría que todos estuvieran narrados por Ibai Llanos.

Jugar a cabrilla

La actividad también conocida como hacer una ranita consiste en lanzar una piedra o guijarro contra una superficie de agua y lograr que rebote varias veces antes de sumergirse. Ojo con infravalorarlo, porque hay pruebas de que en la Antigua Grecia la gente ya pasaba así el rato. Obviamente, nuestra era actual le ha buscado el rasgo de competición épica y el documental Sink or Skim, un episodio del serial Our Lives de la BBC ha llevado a cotas delirantes de epicidad el enfrentamiento entre los dos mayores campeones mundiales de este pasatiempo en la isla de Easdale, en Escocia.

Deletrear

Las competiciones infantiles de deletreo son una de esas incomprensibles aportaciones de EE UU a la cultura universal que Spellbound (2002), documental de Jeffrey Blitz que llegó a estar nominado al Oscar, retrata en toda su crudeza siguiendo el duro entrenamiento de una serie de atletas del alfabeto.

Hablar en público

En la Universidad de Saint-Denis, al nordeste de París, cada año celebran el concurso de Mejor Orador del 93 (por el número administrativo del departamento) entre alumnos de todos los cursos. El documental A viva voz (2016), de Stéphane de Freitas y Ladj Ly (sí, el director de Los miserables), recoge el duro proceso de entrenamiento de los participantes. Si creías que los de MasterChef Junior sufren, no sabes nada.

Jugar al Donkey Kong

¿Batman contra Superman? ¡Paparruchas! Ningún enfrentamiento es más legendario que el de dos jugadores extremos de Donkey Kong que luchan por obtener el mayor récord del arcade. Lo cuenta de manera excelsa The King of Kong (2007), el primer largo de Seth Gordon, quien después se pasó a la ficción con Cómo acabar con tu jefe o Baywatch: Los vigilantes de la playa.

Llenar bolsas de la compra

Rapidez, precisión y corazón son las claves para triunfar en la Competición Nacional de Bolsas de la Compra de Las Vegas que, por desgracia, David Foster Wallace nunca cubrió. Al menos nos queda este documental dirigido por Alex D. da Silva Justine Jacob: Ready, Set, Bag! (2008), también conocido como Paper or Plastic?

Poner las manos sobre un coche

Los maratones de baile de la Gran Depresión que retrató Horace McCoy no son nada comparados con esta tronada prueba de resistencia: aguantar con las manos encima de un coche hasta desfallecer. Queda retratada en el documental Hands on a Hardbody (1997), de S. R. Blindler.

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