Jonah Hill: ¿cuestión de peso?

Tras quedarse hecho una sílfide para 'Moneyball', el actor reaparece con su físico orondo en 'El canguro'. ¿Están condicionando su carrera los kilos de más o de menos? Por YAGO GARCÍA
Jonah Hill: ¿cuestión de peso?
Jonah Hill: ¿cuestión de peso?
Jonah Hill: ¿cuestión de peso?

Le había costado mucho, pero en 2012 Jonah Hill pudo quitarse de encima ese mote que le perseguía desde hace cinco años. Estamos hablando, claro, del de "el gordito de Supersalidos"... Y no nos estamos refiriendo a su nominación al Oscar por Moneyball: rompiendo las reglas. Aludimos al hecho de que, tras el estreno de la película, los fans del actor californiano (como nosotros, sin ir más lejos) nos quedamos boquiabiertos viéndole presentarla con una figura que no desentonaba al lado del mismo Brad Pitt. Hace un par de semanas, Infiltrados en clase probó que del orondo y entrañable actor de Cyrus, Paso de ti o Todo sobre mi desmadre no quedaba (casi) ni rastro. Y, sin embargo...

Resulta que este viernes, El canguro llega a los cines mostrándonos a un Hill de físico redondeado. Más que nunca, diríamos. ¿A qué se debe esto? ¿Ganó Jonah de repente los 20 kilos que había perdido tras rodar Moneyball? Pues no: la explicación es mucho más sencilla, y tiene más que ver con la política de los estudios y las distribuidoras que con el metabolismo del actor. Resulta que pese a llegar aquí en 2012 y tener fecha de 2011, El canguro se rodó en 2010. Antes de que Hill emprendiese un maratoniano régimen que, por consejo de Brad Pitt, le llevó a consultar a un nutricionista, a abrazar la comida japonesa con fervor de converso y a hacer ejercicio como si le fuese la vida en ello.

La cuestión no es sólo si el físico de Hill puede afectar a nuestra percepción de él como actor, claro. Él mismo ha reconocido que sus redondeces tenían su origen, además de en su complexión, en un estilo de vida condicionado por su temprano salto a la fama. "Cuando hice mis primeras películas tenía 17 años, era un crío, y no hacía más que fumar porros y beber cerveza", comentó a principios de este año. Según declaró más adelante, Hill se tomó la preocupación por su peso como una decisión que le convertiría "en un hombre de verdad", además de contribuir a mejorar una salud que ya empezaba a resentirse. Y, añadimos, que le granjearía la posibilidad de conseguir papeles fuera de su alcance.

Pensemos en esto, porque es más serio de lo que parece: en Infiltrados en clase, el personaje de Hill nos era presentado como un antiguo pringadillo de instituto, pero si el actor aún conservase los kilos de más, ¿se habrían planteado los productores ponerle junto a un pibón como Channing Tatum? ¿Habríamos tenido que aguantar chistes de gordos durante todo el metraje? Parece que sí. Como ocurriera con John Candy (un actor al que la mala salud le costó una muerte temprana), Hill parecía abocado a esos papeles de 'gordito simpático' que pueden limitar tanto la carrera de un intérprete. Cuando trabaja con el clan de Judd Apatow y Seth Rogen (Lío embarazoso, Hazme reír), Hill parece más o menos a salvo de ese estereotipo. Lejos de esa compañía (Naturaleza a lo bestia) parece que no.

Podríamos decir que, gracias a no ser un sex symbol, Jonah Hill puede librarse de los chistes que suscitó, por ejemplo, el sobrepeso de Marlon Brando en su madurez. Pero parece que no es ese el caso: en marzo, cuando Infiltrados en clase se estrenó en EE UU, los comentarios sobre su presencia en la premiere se centraron en la papada que había vuelto a crecerle, y en la barriga que pendía de nuevo sobre su cintura. Suponiendo que volviéramos a verle como antes, ¿cómo condicionará eso a su futuro en el cine?

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En el caso de que ver de nuevo a un Hill gordo (una palabra que no tiene por qué ser peyorativa) le reste posibilidades para obtener buenos roles, lo sentiríamos mucho. Estamos ante un buen comediante, y ante un buen actor. Pero pensemos en esto, para terminar: mientras que Hill ha tenido papeles protagonistas pese a un físico poco estilizado, ¿a cuántas actrices con kilos de más hemos visto en roles similares, aparte de Kathy Bates u otras pocas como ella? En Hollywood, un actor puede permitirse el lujo de adelgazar, engordar y volver a adelgazar sin que eso les perjudique en exceso, pero en el caso de una actriz estos asuntos ni se plantean. Considerémoslo.

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