Jon Hamm: "Sé bailar la 'Macarena' perfectamente"

En 1996, el agente de seguridad Richard Jewell evitó una masacre terrorista en los Juegos Olímpicos de Atlanta. A los pocos días, una filtración en prensa del FBI le acusaba de haber sido él quien colocó el artefacto explosivo para hacerse el héroe.

Su historia apasionó a Jonah Hill y Leonardo DiCaprio que en 2014 adquirieron los derechos para llevarla a la gran pantalla e interpretar los dos papeles protagonistas: el honrado pero bobalicón Jewell, que sueña con ser policía y es el hazmerreír de la sociedad (finalmente interpretado por Paul Walter Hauser) y su abogado (encarnado por Sam Rockwell).

Ahora, Clint Eastwood ha decidido contar su historia con Hill y DiCaprio como productores. El agente que sospecha de Jewell en el filme es Jon Hamm, que en el filme replica el papel que le hizo famoso como Don Draper en las nueve temporadas de Mad Men: el del amoral encantador de serpientes.

Hablamos con él (o lo intentamos) de la ideología de la película, y de los peligros de la prensa (y de ser guapo).

Entraste en el filme a principios de año. ¿Sabes qué nombres se barajaron como Tom Shaw, su personaje?

¿Lo sabes tú? Yo no tengo la más remota idea, la verdad.

Estando de promoción, no voy a preguntarte por lo maravilloso que es rodar con Clint Eastwood…

¡Te lo agradezco!

…pero sí me interesa saber si, para prepara el papel, dado que interpretas a un policía y Clint ha encarnado en numerosas ocasiones a agentes de la ley, viste sus películas antes de rodar…

La verdad es que no. Quiero decir, todos tenemos un recuerdo imborrable de algunos de sus papeles, como Harry el Sucio, por ejemplo. Pero es contraproducente repasar la filmografía de un coloso como Clint, especialmente tratándose de un caso real.

Y, siendo así, ¿has tenido oportunidad de prepararse el papel conociendo a los personajes reales?

No mucho, porque hemos rodado muy deprisa y, además, muchos de los implicados han muerto (ocurre así con Richard Jewell y la periodista Kathy Scruggs). Sí que tuve ocasión de hablar con Bobi Jewell (Kathy Bates), la madre de Richard. Es una persona encantadora y muy cálida.

Rodada en junio, estrenada en enero. Cuando todo va tan rápido, ¿hay posibilidad de disfrutar del oficio?

Por supuesto. He sido muy feliz rodando Richard Jewell. Esa emoción de levantarte por las mañanas y encontrarte con gente tan maravillosa como Kathy Bates o mi amigo Sam Rockwell, con el que llevaba años queriendo trabajar, no te la quita nadie.

En el filme, eres un detective atractivo, inteligente y ligoncete… todo lo contrario que Jewell (Paul Walter Hauser). ¿Cómo se lleva ser el malo de la película?

iYo no diría eso! Diría que soy el antagonista. Un policía que insiste en seguir una pista equivocada.

El filme llega rodeado de polémica, en especial por las declaraciones de tu compañera Olivia Wilde sobre el rol de las mujeres (interpreta a una periodista que utiliza el sexo como fuente de información)…

Eso deberías preguntárselo a Olivia.

¿Tú crees que la película es ideológicamente controvertida?

Creo que la película es apolítica.

¿En serio?

Totalmente. Solo es la historia de un héroe estadounidense que no fue reconocido como tal.

Pero existe un componente de “falso culpable” que se transforma en “ciudadano honrado acosado por las autoridades”…

Es tu opinión. Yo creo que habla de como nuestras certezas (o lo que creemos cierto) a veces son equivocaciones, y lo que nos cuesta admitirlo. Le pasa a mi personaje, Tom: según sus patrones y perfiles, que se han demostrado efectivos casi siempre, Richard Jewell es culpable. Pero no lo es. Y Tom es incapaz de aceptar su error. Es comprensible: su método ha funcionado siempre y ha salvado muchas vidas.

Como celebrity, también sufres el acoso de una prensa a la que el filme critica con fiereza. ¿Compartes ese punto de vista?

Por ponerlo gráficamente, diría que Richard Jewell no habla de las noticias de las webs, sino de los comentarios a esas noticias, de lo tóxicos que podemos ser con nuestras opiniones. Es una tragedia que, en vez de gastar su tiempo en hacer deporte o ir al cine, haya quien prefiera dedicarse a ofender con sus opiniones en las redes sociales.

Como actor, ¿cuál dirías que ha sido la escena más difícil de rodar?

Diría que el enfrentamiento final entre Jewell y Shaw. Porque mi personaje ahí ya es consciente de que se ha equivocado, de que ha metido la pata… y no quiere reconocerlo. Transmitir eso es realmente complicado.

Cuando uno viaja a Atlanta, donde se ruedan numerosas series y películas, la población tarda en criticar los Juegos Olímpicos a los dos segundos de saludarte… Como sureño que eres, ¿crees que es justa esa crítica?

La verdad es que no. Las autoridades hicieron un gran esfuerzo por transformar la ciudad, y en parte, el hecho de que se rueden tantos filmes y series en Atlanta se debe a ellos.

La pregunta clave: ¿qué problemas tienes con la Macarena, que eres incapaz de bailarla en el filme?

¿Por qué me preguntas por una canción mexicana?

Los del Río son de Sevilla, Jon…

Ah, “sevillana”… Entonces debo decirte que es una maravillosa composición musical… ¡Y que me sé el baile perfectamente! ¡Es mi personaje el que no se sabe los pasos!