John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"

De su escritura han nacido 'Charlie y la fábrica de chocolate' o 'Los ángeles de Charlie'. Hablamos con uno de los guionistas que insufla vida a Hollywood.
John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"
John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"
John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"

“Soy tan cobarde que hasta que no tengo un buen guionista no quiero hacer una película”, confesó en más de una ocasión el gran Howard Hawks. Basta con echar un vistazo a Bryan Cranston y sus reflexiones cinematográficas ("Si todas las escenas fueran geniales, la película sería monótona”) en Trumbo para darse cuenta de la relevancia de este "narrador" en el devenir de un proyecto. Dalton Trumbo sabía algo del arte de la escritura de guiones; no en vano, fue uno de los guionistas más famosos de su generación, artífice de filmes oscarizados como Vacaciones en Roma, con Audrey Hepburn y Gregory Peck.

Los años han pasado, pero la figura del guionista, tan fundamental como antaño, sigue pasando desapercibida entre los títulos de créditos de las películas. John August es un claro ejemplo de ello. Aunque su nombre no os suene, seguro que reconocéis la frase "Todo lo que hay en esta sala es comestible. Hasta yo lo soy. Pero eso sería canibalismo, mis niños, y está mal visto en la mayoría de las sociedades". Sí, pertenece a Willy Wonka, pero August fue quien la concebió. Colaborador habitual de Tim Burton, el guionista norteamericano ha trabajado en Charlie y la fábrica de chocolate, La novia cadáver, Big Fish o Frankenweenie.

Además de su alianza con Burton, August también se ha encargado de los guiones de Viviendo sin límites y la saga cinematográfica de Los ángeles de Charlie. En 2007, dio el salto a la dirección con The Nines, protagonizada por Ryan ReynoldsMelissa McCarthy, y estrenada en el festival de Sundance. Entre película y película, ha fundado la compañía Quote-Unquote Apps, que crea apps para guionistas, y aún le sobra tiempo para copresenta el podcast Scriptnotes con Craig Mazin. Hemos podido hablar con uno de los creadores de historias más solicitados de la Meca del cine, que ha visitado España para impartir una MasterClass de Guión.

¿Cuándo supiste que querías ser guionista?

Siempre supe que quería ser escritor, aunque no sabía qué tipo de escritor. Estudié Periodismo y me encantó, pero enseguida me di cuenta de que eso no era a lo que me quería dedicar. Cuando estaba en la universidad, descubrí este oficio al leer el guión de Sexo, mentiras y cintas de vídeo. ¡Eso era lo que quería hacer! Fui a la escuela de cine y después escribí mi primer guión. Era una tragedia romántica ambientada en Boulder, Colorado, que es donde crecí. Intenté poner todo en ese primer trabajo, algo que no se debería hacer, pero fue lo suficientemente bueno como para que a la gente le gustara. Conseguí un agente y entré en la industria.

¿Cómo nace un guión?

Siempre digo que es útil pensar en el tráiler, en qué música pondré, cómo me hará sentir. Después visualizas las escenas, haces que los personajes hablen entre sí, que se muevan. Luego lo escribes y vas mejorando cada versión. También tengo en cuenta el final. Normalmente no empiezo a escribir un guión si no sé dónde termina. No conoceré los detalles más específicos, pero tengo que saber a dónde me dirijo.

El proceso creativo será totalmente diferente si se trata de una adaptación.

Cuando trabajas con una idea original, tienes mucha libertad. Es muy fácil perderse en tu propia idea, pero al menos es toda tuya. En cambio, cuando te encargas de una adaptación, estás buscando los momentos cinematográficos de ese libro o proyecto. En general, es más fácil sacar adelante adaptaciones que películas originales.

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Precisamente ahora mucho de lo que vemos en los cines son remakes, reboots, etc. ¿Le faltan ideas a Hollywood?

No hay falta de ideas. Hay muy buenos guionistas, y grandes ideas. Lo que hay es falta de valentía para invertir el dinero en estas películas originales. Cada año sólo se nos permite sacar adelante unas pocas producciones como estas; fue el caso de La llegada el año pasado, que aunque técnicamente fue considerada una adaptación, era una idea original. Las cosas sólo cambiarán cuando haya más éxitos como este.

Tú has hecho varias adaptaciones, como Charlie y la fábrica de chocolate. ¿Es cierto que no viste la película original?

No, no lo hice. Charlie y la fábrica de chocolate, de Roald Dahl, era uno de mis libros preferidos de pequeño. Cuando tenía ocho años, incluso escribí una carta a Dahl y él me contestó con una postal que todavía conservo. Años más tarde, Tim me pidió que me ocupara del guión de la película, pero me dijo que no viera la anterior. No quería que mis elecciones estuvieran influenciadas por esa otra producción, y así pude aproximarme al proyecto basándome en lo que recordaba del libro original. Fue mi yo de ocho años quien contó esa historia.

Has trabajado en varias ocasiones con Tim Burton. ¿Cómo ha sido la relación director-guionista con él? 

Algunos directores quieren que estés ahí en todo momento, para discutir ideas, escenas, diálogos... Pero Tim no es así. Nos reuníamos, me explicaba lo que quería de mí y luego me ponía manos a la obra. Yo era el responsable de darle los guiones para rodar. Compartí muy poco tiempo con él en todas las películas en las que trabajamos juntos.

John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"

También hiciste la adaptación de Los ángeles de Charlie, con ese característico tono de parodia respecto a la serie original. 

Desde que me embarqué en el proyecto, lo entendí como un abrazo gigante a la serie original. No nos estábamos riendo de la serie, estábamos alabándola por lo que fue; es decir, la relación entre tres mujeres, y la forma tan rara en la que se comunicaban con su jefe, que era como una especie de padre. Me encantaba que esas jóvenes pudieran ser increíblemente buenas en su oficio, pero muy bromistas cuando no estaban trabajando. El reto fue crear una historia que realmente pudiera encumbrar todas estas ideas, y seguir teniendo un argumento.

Cuando escribes un guión, ¿imaginas a los actores que podrían encajar con los personajes que creas?

A veces tienes el lujo de saber quién será el actor que interprete a tal personaje. En el caso de Los ángeles de Charlie, Drew Barrymore y Cameron Diaz estaban desde el principio. Para Charlie y la fábrica de chocolate, también sabíamos que teníamos a Johnny Depp. Esa información te permite crear un personaje que encaje con el actor. Pero muchas veces no tienes esa suerte y tú, como guionista, eres todos los personajes. Después, te quitan esos papeles uno a uno para dárselos a los intérpretes seleccionados; a veces hacen del personaje algo aún mejor, y otras desearías que hubieran salido como lo imaginabas en tu mente.

Además de guionista, también has hecho tus pinitos en el mundo de la dirección con The Nines.

Como director, lo más difícil fue afrontar los problemas sin recurrir a mi faceta de guionista. Por ejemplo, si algo no funcionaba en el rodaje, no trataba de reescribirlo, sino que trabajaba con los actores y el resto del equipo. La verdad es que siempre he tenido bastante empatía por lo difícil que es dirigir y tener que responder a miles de preguntas diarias. Sin embargo, el trabajo de guionista tampoco es sólo escribir. Gran parte de mi oficio es sentarme en habitaciones con gente para discutir su visión de la película. Hay una gran labor psicológica y social, por la que no te pagan, pero que es crucial para hacer de lo que hay en el papel la película que se ve en gran pantalla. Y esa es una de las cosas más difíciles de aprender para un guionista, ya que tendemos a ser introvertidos. Más difícil que dar el salto a la dirección.

John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"

La mayor parte de tu carrera se ha desarrollado en el cine, pero ahora parece que estamos ante la era de la ficción televisiva. ¿Qué opinas al respecto?

No hay duda de que la mejor escritura de guiones se está haciendo en televisión ahora mismo. Me siento afortunado porque estoy muy ocupado en cine y no tengo tiempo para trabajar en series, pero si no fuera así, haría televisión. Además, la función del guionista es muy diferente en la pequeña pantalla. En la televisión americana, el showrunner es el guionista y el productor, y toma todas las decisiones sobre cómo debe funcionar la serie. Aunque cada episodio tiene un director, la decisión final siempre la toma el guionista-productor. Es una gran responsabilidad, pero también es un gran regalo, y la oportunidad de acercarte más a esa visión original que nace en tu cabeza.

Ahora estás trabajando en el guión de la película de acción real Aladdin. 

Todavía está en progreso, pero confío en que podamos hacerla.

¿Cómo te enfrentas a un proyecto como este, un musical Disney que todos conocemos y que despierta tanta expectación?

Creo que expectación es una gran manera de enmarcarlo. Tienes que ser consciente de las expectativas de la gente, de lo que ya conoce cuando se sienten en el cine, y de lo que espera ver cuando las luces se apagan. Debes afrontar esas expectativas y excederlas, sorprenderles. Una película que lo hizo muy bien fue Star Wars: El despertar de la Fuerza. Despertó una expectación tremenda, pero pudo responder a ella y superarla. No sé si podré hacer eso con Aladdin; sólo sé que todos estamos trabajando muy duro.

John August ('Big Fish'): "El cine debería ser más valiente, como la televisión"

Fotografía de @Miriam Herrera

Has venido a España a impartir una MasterClass de Guión, y también sueles presentar el podcast Scriptnotes. ¿Qué significa para ti enseñar lo que has aprendido en tu carrera?

La escritura de guión tiende a ser un arte invisible. Aunque nuestro nombre figure en la película, es difícil decir qué hemos hecho, y cuánto de lo que ves en pantalla es obra del director, del actor o del resto. Quiero que la gente sea consciente de lo que los guionistas hacemos. Además, los guionistas solemos trabajar solos en un cuarto, sin la oportunidad de charlar con otros compañeros de profesión, así que Scriptnotes nos da la posibilidad de "quedar" virtualmente y hablar sobre el oficio.

¿Qué es lo que la industria cinematográfica necesita cambiar con mayor urgencia?

Desearía que hubiera más valentía, que se apostara por ideas nuevas en vez de volver siempre a lo seguro. Entiendo por qué Hollywood es tan conservadora, esa necesidad de hacer de todo la versión más segura posible para no perder dinero, pero como consecuencia sacrifica películas geniales y convierte producciones que podrían ser espectaculares en simplemente buenas. Si el cine pudiera aprender de la televisión y ser más osado, guionistas y espectadores saldríamos ganando.

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