De James Bond a 'Guardianes de la galaxia': Los 7 papeles míticos que rechazó David Bowie

Era magistral cuando quería serlo, y lamentable cuando tenía el día malo: esta norma  se le aplica a David Bowie tanto en su faceta como músico (escuchad de una sentada Aladdin Sane y Tonight para comprobarlo) como en sus trabajos como actor. Sólo que, si la discografía del 'Delgado Duque Blanco' ha quedado para la historia como una de las más sorprendentes y hermosas de la música pop, su carrera en el cine fue muchísimo más irregular, y nos dejó a menudo con la incógnita de lo que podría haber sido.

Hoy, el músico inglés habría cumplido 70 años, y nosotros lo celebramos recordando 7 papeles con los que cualquier actor habría soñado... pero que Bowie se permitió rechazar. Por problemas de agenda, porque no le interesaban o, sencillamente, porque él lo valía.

Elegancia, distinción, inteligencia privilegiada y la capacidad de dar mal rollo por arrobas. Bowie tenía todo lo que hay que tener para interpretar a un enemigo de James Bond... con la pequeña salvedad de que las aventuras de 007 no le gustaban un pelo. De ahí que se negara durante años a grabar una canción para la saga, y que rechazase la oportunidad de intervenir en la aventura más ochentera del superagente. Finalmente fue Christopher Walken quien interpretó al malo malísimo Max Zorin.

Basta con echarle un somero vistazo a sus pintas para deducir que Tim Burton es fan de David Bowie. Así pues, el Duque Blanco fue uno de los primeros actores a los que sondeó para dar vida al príncipe payaso del crimen. Y, aunque el cantante rechazó el papel (que fue a parar, como sabemos, a Jack Nicholson), un Burton inasequible al desaliento volvió a llamar a su puerta cuatro años más tarde para la secuela, ofreciéndole el rol de Max Schrek. Bowie prefirió irse con David Lynch a rodar Twin Peaks: Fuego camina conmigo, así que Christopher Walken fue, una vez más, su suplente.

¿Sería por el parche en el ojo que lució en los tiempos de Diamond Dogs? ¿Sería porque, a veces, parecía recién llegado del País de Nunca Jamás? Cualquiera sabe. El caso es que Bowie fue una de las primeras opciones de Steven Spielberg para ese capitán Garfio al que finalmente encarnó Dustin Hoffman. Tal vez el filme no acabara siendo nada del otro jueves, pero nosotros hubiéramos preferido verle con Robin Williams y Julia Roberts antes que en Encadenadamente tuya...

Por muy refinado lector y coleccionista de arte contemporáneo que fuera, Bowie seguía siendo un hijo de la contracultura de los 60, esa que se enamoró de las obras de J. R. R. Tolkien y las llevó a la fama mundial. De modo que, según acabaron revelando Peter Jackson y el actor Dominic Monaghan, estuvo a punto de darse un garbeo por la Tierra Media. Primero Bowie se planteó interpretar a Gandalf, y, cuando quedó claro que eso le iba a resultar imposible por problemas de agenda, expresó su deseo de ser Elrond (y, por lo tanto, el papá élfico de Liv Tyler). Finalmente fueron Ian McKellen y Hugo Weaving quienes se pusieron las túnicas.

Tras rendirle un homenaje de altura con esa Moonage Daydream sonando en la primera parte, James Gunn quiso contar con Bowie para un cameo en la segunda aventura espacial de Marvel. "[Kevin Feige] me lo propuso, y a mí me entusiasmó la idea, pero unos amigos comunes me dijeron que no estaba bien de salud", reveló. Aun así, añadió Gunn, el músico y él llegaron a ponerse al habla, y a Bowie le hacía ilusión interpretar a un miembro de la tripulación de Yondu. Si había alguien en esta galaxia más guay que Mary Poppins, tengamos por seguro que era él.

Cuando Rutger Hauer quiso dejar pasmado a Ridley Scott y conseguir el papel de Roy Batty, se presentó a la audición con un look inspirado en el Bowie de Ziggy Stardust. Así pues, en justa correspondencia, Denis Villeneuve quiso contar con el Duque Blanco para interpretar a Niander Wallace, el pérfido magnate de la clonación al que acabó interpretando Jared Leto. Tratándose del músico que dio carta de naturaleza a la ciencia-ficción en el rock, nos apena que no pudiese aceptar el papel.

En puridad, Bowie no rechazó interpretar de nuevo al agente Philip Jeffries en la serie de David Lynch: cuando el genio de Montana le invitó a intervenir en el regreso de la serie, el músico ya sabía que su destino estaba echado, y prefirió dedicar sus últimos días a grabar Blackstar, su último álbum. "Su representante no quiso decirme por qué no podía actuar, pero luego nos enteramos todos", lamentó el director. De todos modos, Bowie autorizó a que se emplearan sus escenas de Fuego camina conmigo en los flashbacks. Y estamos seguros de que lo de la máquina de vapor gigante ("¡No es una tetera!", protesta Lynch) le hubiese encantado.