Internet, ¿la peor enemiga de los 'blockbusters'?

Críticas tempranas y demoledoras, noticias con mala pinta, promociones impresentables... Todas estas películas eran malas de por sí, pero fueron los internautas quienes les dieron la puntilla. Por CINEMANÍA
Internet, ¿la peor enemiga de los 'blockbusters'?
Internet, ¿la peor enemiga de los 'blockbusters'?
Internet, ¿la peor enemiga de los 'blockbusters'?

Hace muchos, muchos años, la promoción de una película era una tarea relativamente sencilla. Las productoras ostentaban el monopolio de la información sobre los filmes en proyecto, e iban dosificando el conocimiento a través de visitas de rodaje, ruedas de prensa y lanzamiento de materiales que llegaban al público a través, sobre todo, de la prensa escrita. Pero hoy en día las cosas han cambiado mucho, y ese cambio se debe a una sola palabra: internet. La inmediatez de la información online, la obligación de mantener a los fans provistos de imágenes y clips y, sobre todo, unas críticas que se divulgan a velocidades impensables hace décadas son factores que tienen a los grandes estudios pendientes de un hilo, y que pueden arruinar la reputación de un filme incluso antes de su estreno. Si no te lo crees, échale un vistazo a estas películas: por si no bastase con lo malas que son, la manera en la que la comunidad internauta se cebó en ellas las sentenció a muerte a ojos de la prensa, del público, y de la taquilla.

Las Tortugas Ninja de Michael Baymichael_bay_tortugas_ninja

La ofensiva: El caso más reciente, y también más cachondo, de asalto contra una superproducción se produjo antes de que esta se hubiese rodado. ¿Por qué? Pues, en parte, por el cariño que muchos cinéfilos siguen profesando hacia Raphael, Donatello, Michelangelo y Leonardo, aunado con el reconocimiento de que sus aventuras no dejaban de ser un disparate. Sumemos a ello las dos palabras mágicas "Michael Bay" y entenderemos por qué Paramount decidió cancelar el filme el año pasado: el autor de Transformers suma muchos puntos en una votación sobre el cineasta más odiado del mundo, de modo que, cuando se publicaron algunas de sus ideas de bombero (como convertir en extraterrestres a los quelonios quinceañeros mutantes), la ira de los fans llegó a tal punto que el propio cineasta tuvo que pedirles calma en su blog. Una vez que pudimos leer fragmentos de su guión, agradecimos que la película nunca hubiera llegado a producirse.

Wild Wild West (1999)

La ofensiva: Con Will Smith, Kevin Kline, Salma Hayek y Kenneth Branagh en el reparto, una serie de éxito (en EE UU) como fuente de inspiración, un presupuesto multimillonario y una maquinaria promocional funcionando a todo trapo, la película de Barry Sonnenfeld lo tenía todo para ser un blockbuster, ¿verdad? Pues no. El filme se estrelló clamorosamente, algo cuya explicación cabe en tres palabras: Ain't It Cool News. Este sitio web, que sigue siendo uno de los lugares de referencia para el cotilleo cinematográfico, sentenció la carrera de Wild Wild West publicando en internet las (pésimas) reacciones del público durante los preestrenos. Dicha información caldeó los ánimos del público estadounidense en contra de la película, de modo que cuando esta llegó a los cines y se probó que era un grandísimo truño, su carrera comercial acabó en desastre.

Batman y Robin (1997)

La ofensiva: Si pensabas que la carrera de Ain't It Cool como hundidora de estrenos comenzó con Wild Wild West, estás equivocado. El primer filme al que sentenció la web de Harry Knowles fue la excursión de Joel Schumacher y George Clooney a Gotham City. Y no lo decimos nosotros, sino su productora Warner Bros, que achacó el fracaso de Batman y Robin a una demoledora crítica publicada por el jefe de Ain't It Cool casi un mes antes del estreno del filme en EE UU. Entre otras lindezas, Knowles advertía de que Batman y Robin era "tan mala, tan espantosa y tan llena de interpretaciones atroces y sobreactuadas que nada de lo que te digamos podrá prepararte para verla". Efectivamente, la cinta se dio un batacazo monumental. Y, desde entonces, muchas distribuidoras obligan a los críticos a firmar 'embargos', documentos que les prohíben publicar sus opiniones sobre un filme antes de una determinada fecha. Por si las moscas, ya sabes.

Catwoman (2004)

La ofensiva: Antes, cuando un estudio quería vender a los espectadores un filme que olía a distancia, lo tenía relativamente fácil. Bastaba con basarlo en una franquicia de éxito, con dosificar los materiales de promoción, y sobre todo con evitar que la prensa se le acercara hasta después de su estreno. Lo dicho: eso pasaba antes, porque cuando Warner Bros. decidió no convocar pases de Catwoman para la crítica, su decisión corrió por foros y páginas de noticias a la velocidad del rayo. Confirmando lo que los tráilers, las fotos y un guión compartido por 28 escritores ya habían hecho sospechar a muchos: que el filme era un espanto de mucho cuidado. Ahora bien, recordemos lo ilusionada que parecía Halle Berry cuando recogió su antipremio 'Razzie'...

Jonah Hex (2010)

La ofensiva: Sólo hay una cosa peor para una película que recibir una somanta crítica antes de su estreno. Y eso es que el estudio se dé por enterado, tratando de remediar el despropósito cuando todavía es demasiado tarde. Este western sobrenatural y comiquero, basado en un héroe de DC Comics, trató de capitalizar el éxito de Josh Brolin y de una Megan Fox recién peleada con Michael Bay, amén de secundarios de lujo como John Malkovich y Michael Fassbender, logrando sólo convertirse en un exponente de ambas calamidades. Tras una producción calamitosa, que los directores Neveldine y Taylor (Crank) abandonaron de inmediato, Jonah Hex recibió su primer varapalo a cuenta de las críticas internautas, las cuales señalaron su baja calidad tras los preestrenos. Los productores pensaron que ordenando un drástico remontaje podrían minimizar los daños, pero eso sólo les valió para dejar al largometraje convertido en un esqueleto de 78 minutos de duración. La carrera de la cinta en los cines estadounidenses fue tan penosa que esta llegó a España directa a dvd.

El Superman de McG y J. J. Abramsj_j_abrams

La ofensiva: ¿Pensabas que el responsable de Perdidos y Star Trek era infalible? Esta historia te convencerá de que no es así. Claro que, la verdad, hay que preguntarse en qué pensaba Abrams al asociarse en 2002 con el director de Terminator Salvation para rehabilitar al Hombre de Acero, máxime cuando el proyecto de Tim Burton y Nicolas Cage ya se había descalabrado. En realidad, este Superman quedó sentenciado cuando un borrador de su guión llegó a manos de Ain't It Cool News (sí, otra vez ellos) y un periodista con el seudónimo de 'Moriarty' desveló sus detalles más aberrantes: un Jimmy Olsen gay, un Lex Luthor agente de la CIA, un 'Supes' que moría y resucitaba y un planeta Krypton que no explotaba eran sólo algunos de ellos. Y la cosa podía haber sido peor: cuando la web definió el proyecto como "un desastre de proporciones épicas", McG se había apeado del barco, cediendo su puesto a Brett Ratner. Menos mal que no se rodó...

La ofensiva: Ya que hablamos del último hijo de Krypton, cabe señalar que Zack Snyder (quien se dispone a rebootearlo con El Hombre de Acero) se llevó una buena tunda el año pasado, debida en buena parte a las críticas digitales. Porque, aunque el tráiler de Sucker Punch fue acogido clamorosamente en la Comic-Con 2010, blogs como Slashfilm y Cinemablend descuartizaron al filme (metafóricamente) en cuanto pudieron ponerle la vista encima. Por si esto fuese poco, la visión de Emily Browning y el resto de las chicas, tan cargadas de armas como ligeras de ropa, provocó un agrio debate sobre el presunto machismo de la película, lo cual acabó de sentenciarla colgándole la etiqueta de lo políticamente incorrecto. Durante su primer fin de semana en EE UU, Sucker Punch tuvo que aguantarse con un bochornoso segundo puesto en las listas de taquilla: la película que la superó fue... El diario de Greg 2.

La ofensiva: Al igual que en el caso de Sucker Punch, la aventura de Ryan Reynolds como superpoli galáctico con anillo de poder fue acogida por los fans con los brazos abiertos. Vana ilusión, porque en cuanto comenzaron a publicarse imágenes, clips y tráilers de la película, las esperanzas de la afición dieron más bandazos que una montaña rusa, de las grandecitas. Mientras los responsables del filme afirmaban que sus cutres efectos digitales eran provisionales, Green Lantern sufrió de rumores que afirmaban que el rodaje había estado plagado de problemas, que el filme era un truño y que Warner no sabía a ciencia cierta qué hacer con él. Aunque, a la postre, la película no resultó tan bochornosa como muchos nos temíamos, su periplo taquillero quedó sentenciado por su coincidencia en la cartelera con The Green Hornet, otro fracaso antológico con excusa superheroica. Ya lo decía la Rana Gustavo: "no es fácil ser verde".

La ofensiva: Instalados ya del todo en el reino del early buzz, del seguimiento constante del rodaje y de las especulaciones de fans, podemos señalar a esta fallida superproducción Disney como una víctima de esos tres factores. Para empezar, cuando un proyecto va pasando de director en director (John McTiernan, Robert Rodriguez, Jon Favreau y el definitivo, Andrew Stanton) como una patata caliente, algo indica que la cosa va mal. Para seguir, cuando se anuncia que el metraje será convertido a 3D en posproducción, todo el mundo comienza a acordarse de Furia de titanes, y eso no puede ser bueno. Para colmo, la productora se lució de lo lindo con sus sucesivos cambios de título (de Una princesa de Marte a John Carter de Marte, y de ahí a John Carter), mientras que las noticias sobre un presupuesto mastodóntico que iba creciendo mes tras mes sin causas justificadas pusieron el último clavo en el ataúd.

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