Idris Elba está harto de que la gente diga que no puede ser James Bond

La necesidad de actualizar a un personaje como James Bond lleva siendo una constante desde, más o menos, mediados de los 90, cuando los productores ya entonces pensaron que la mejor opción para cuestionar la misoginia de 007 era colocarle una mujer de jefe en Goldeneye. Desde entonces, con Daniel Craig pasando a interpretarlo, el personaje creado por Ian Fleming ha ido experimentando una reinvención constante no siempre acompañada por el entusiasmo de Craig, por lo que la opción de ser sustituido por Idris Elba siempre ha estado de actualidad.

Dado que el agente secreto sigue asociado al rostro de Craig no se han hecho muchos avances en este sentido, pero lo que verdaderamente le molesta al actor británico es los argumentos en contra con los que se ha ido encontrando estos años. Casi todos de índole racial, de lo que se extrae que haya gente que cree que no puede interpretar a Bond por ser negro. En una entrevista con Vanity Fair, Elba ha hablado agriamente sobre esta cuestión.

"Es descorazonador cuando la gente se limita a decir 'no puede ser'. Y resulta que lo dicen debido al color de mi piel", afirma. "Si acabara consiguiendo el papel y no funcionara, o sí que resultara funcionar, ¿sería a causa del color de mi piel? Es una posición difícil en la que no necesito estar". Lo curioso del asunto es que Elba no ha manifestado en ningún momento interés por interpretar a James Bond, y si su nombre ha salido a la palestra ha sido responsabilidad exclusiva de los fans.

Sin embargo, el actor asegura que si de verdad le ofrecieran el papel no diría que no. "James Bond es un personaje codiciado, icónico y muy querido que lleva a las audiencias a un gran viaje de escapismo. Y por supuesto, si alguien me dijera '¿quieres hacer de Bond?', mi respuesta sería un sí. Es una perspectiva fascinante, pero no algo que yo haya expresado como, sí, quiero ser el James Bond negro".

Al margen de lo bien que pudiera encajar el perfil de Elba con el de un personaje como Bond, es posible que parte de él también piense ahora mismo que se ha librado de una buena. Y es que no hay más que ver el rodaje tan caótico que está suponiendo Bond 25 para comprobar que el papel, en ocasiones, puede traer más desgracias que alegrías.