"Contáis con mis simpatías": los mejores papeles de Ian Holm

Ya fuera como Napoleón, hobbit venerable o androide descabezado, el actor británico tenía buen ojo para los personajes legendarios.
"Contáis con mis simpatías": los mejores papeles de Ian Holm
"Contáis con mis simpatías": los mejores papeles de Ian Holm
"Contáis con mis simpatías": los mejores papeles de Ian Holm

El aclamado actor inglés Ian Holm ha fallecido a los 88 años en Londres. Su carrera en la gran pantalla y en los escenarios teatrales, donde triunfó con la Royal Shakespeare Company y en producciones de Harold Pinter hasta que en 1976 decidió retirarse de las tablas, nos deja un maravilloso legado de grandes actuaciones y papeles tan icónicos como un hobbit o un androide descabezado.

Un papel que le acompañó toda su vida fue el de Napoleón. A pesar de su flemático acento británico, la complexión de Ian Holm lo convertía en un intérprete ideal para encarnar al emperador francés.

Podríamos decir que el encasillamiento le vino con la serie romántica Napoleón y el amor (1974), centrada en las conquistas amorosas del estratega militar, pero posteriormente lo supo aprovechar en dos proyectos cinematográficos con registro ciertamente autoparódico, como la estupenda película de aventuras espacio-temporales de Terry Gilliam, Los héroes del tiempo (1981) y la farsa romántica Mi Napoléon (2001), centrada en el exilio en Santa Elena.

Napoleones aparte, estas son nuestras interpretaciones favoritas de Ian Holm.

Juan I de Inglaterra en Robin y Marian (1976)

"Contáis con mis simpatías": los mejores papeles de Ian Holm

Justo el año en el que decidió acabar con su carrera en el teatro debido a un severo caso de pánico escénico, Ian Holm realizó uno de sus primeros papeles memorables, si acaso por la magistral obra en la que se encuentra. Le tocó ser el monarca malvado en una única escena del conmovedor filme de Richard Lester donde Sean Connery Audrey Hepburn consagraban la inmortalidad de su amor allá donde cayera una flecha.

Ash en Alien, el octavo pasajero (1979)

El científico de la Nostromo, que daba una sorpresa bastante grande al resto de la tripulación en una escena altamente desagradable de rodar. Eso sí, su despedida al dejarles a merced de un xenomorfo suelto puede ser la mejor de la historia del cine: "No tenéis ninguna posibilidad… Pero contáis con mi simpatía".

Sam Mussabini en Carros de fuego (1981)

Premio especial del Festival de Cannes, nominación al BAFTA y al Oscar por su interpretación del entrenador de Harold Abrahams (Ben Cross), en su camino a convertirse en el campeón de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de París 1924, hazaña que cuenta la oscarizadísima película de Hugh Hudson; con quien Holm volvió a colaborar en su Greystoke (1984) sacando a Tarzán de la selva, por cierto.

Mr. Kurtzmann en Brazil (1985)

Después de Los héroes del tiempo, Terry Gilliam volvió a llamar a Holm para un papel regalado: el del tiránico capataz de Jonathan Pryce en esta sátira distópica que cada año que pasa se acerca más a nuestra disparatada realidad.

Lewis Caroll en Dreamchild (1985)

Gavin Millar dirige este guion de Dennis Potter sobre el lado más inquietante de Lewis Caroll y la gestación de Alicia en el País de las Maravillas. Es una de las mejores interpretaciones de Holm, y, por incómoda, de las menos vistas.

Ken en Otra mujer (1988)

Uno de los mejores títulos del Woody Allen dramático incluye a Ian Holm en el papel del segundo marido del personaje de Gena Rowlands. Como no podía ser de otra manera, adúltero y destinado al sufrimiento.

Fluellen en Enrique V (1989)

Holm regresó a Shakespeare gracias a la primera adaptación cinematográfica de Kenneth Branagh, que lo tuvo a su lado como el fiel capitán galés que destacaba entre los happy few del ejército de Enrique V. Volvió a trabajar con Branagh en su atrevida Frankenstein de Mary Shelley (1994), donde encarnó al desdichado padre de Victor Frankenstein.

Tom en El almuerzo desnudo (1991)

Una de las muchas delicias de la adaptación paranoide que hizo David Cronenberg del libro psicotrópico de William S. Burroughs es esta conversación telepática entre Peter Weller y el personaje de Holm. Cronenberg también tuvo sitio para el actor en eXistenZ (1999).

Francis Willis en La locura del rey Jorge (1994)

Memorable interpretación como el médico más implacable de la corte británica, que con perspicacia, avances científicos y unas cuantas broncas intentaba enderezar la salud mental del monarca Nigel Hawthorne. 

El abogado de El dulce porvenir (1997)

Sin necesidad de esos papeles tan míticos en películas clave de sagas tan populares como Alien o El señor de los anillos, Ian Holm ya merecería ser recordado entre los más grandes por su actuación en este drama nevado de Atom Egoyan, donde es el abogado de los padres que han perdido a sus hijos en un accidente del autobús escolar.

El sacerdote Vito Cornelius en El quinto elemento (1997)

¿Podríamos considerarlo el Obi-Wan de este peliculón ci-fi de Luc Besson, con diseños de Moebius, Mézières Jean-Paul Gaultier? No solo tenía que lidiar con una amenaza apocalíptica sobre la orden de los Mondoshawan, sino mantenerse estoico en un festival de (deliciosas) sobreactuaciones.

Sir William Gull en Desde el infierno (2001)

Puede que la adaptación de los hermanos Hughes a partir de la novela gráfica de Alan Moore Eddie Campbell ni se acerque a la epidermis del original sobre Jack el Destripador para poder estar a la altura, ¿pero sabes quién cumple su papel con creces? Efectivamente, Ian Holm, que está apoteósico en esta gran revelación final (spoilers, claro).

Bilbo Bolsón en El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001)

Poco hay que decir sobre este, ¿verdad? Al decir adiós a uno de los máximos aciertos de casting de las adaptaciones de Peter Jackson de la obra de Tolkien nada viene mejor que recordar sus propias palabras: "¿Las aventuras no terminan nunca? Supongo que no. Alguien tiene que llevar adelante la historia".

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